Por Victoria Rodríguez-Blanco (*)
Acabábamos de votar en unas cuando ya nos estaban dando cita para otras, y el agotamiento era evidente.
También han sido días intensos para las personas trabajadoras en el servicio público de correos, que han visto un incremento de esta opción de voto, elegida por 2,6 millones de electores frente al millón de otras convocatorias. Y fue un domingo distinto para aquellas personas que fielmente han desarrollado su trabajo como presidentes y vocales de cada unas de las mesas electorales: era un domingo de verano.
Pese a que el presidente había dicho en varias ocasiones que no habría adelanto electoral, los resultados electorales del 28M provocaron un efecto boomerang donde el perdedor se convirtió en el primero en lanzar la pelota al campo de juego. No se olviden que el presidente Sánchez es autor de un libro que lleva por título Manual de resistencia.
Los resultados electorales nos arrojan datos paradójicos: el Partido Popular ha ganado las elecciones con un incremento considerable respecto a las del 2019, pero las expectativas de que pueda gobernar no son muy probables. Ha sido una victoria amarga. El PSOE ha aguantado bien, y con los socios de investidura, si quiere Junts, podría reeditar gobierno. Pero han fallado las previsiones.
¿Electores confiados?
Las encuestas venían ofreciendo unos resultados mucho mejores para el Partido Popular y posiblemente hayan desmotivado a ciertos electores que se hayan relajado en sus lugares de vacaciones y no hayan hecho el esfuerzo de ir a votar o no hayan podido hacerlo. El Partido Socialista tiene más socios potenciales que el Partido Popular. El posible socio del PP era Vox y Feijóo le ha boicoteado toda la campaña.
No todos los que han solicitado el voto por correo han podido finalmente votar. Por poner un ejemplo: un elector que estaría fuera de España solicitó el voto por correo en cuanto se abrió el plazo, pero el problema es que cuando llegó la documentación a su domicilio ya no estaba en su lugar de residencia. Según la Ley Electoral, la recepción de la documentación debe ser personal, por lo que no cabe delegar autorización en nadie para recibir el pertinente sobre con las papeletas electorales. Correos ha comunicado que un 6 % de los votos solicitados no han sido emitidos.
Las elecciones municipales y autonómicas de mayo mostraron un cambio de ciclo y sus resultados supusieron una alteración de color en mayoría de autonomías y municipios. Se votó en clave nacional pese a que muchos de los candidatos socialistas tenían acreditada una buena gestión por sus ciudadanos, pero no fue suficiente para retener alcaldías y gobiernos autonómicos.
Todas las encuestas, salvo el CIS (una vez más) daban el triunfo al PP. La diferencia entre ellas era el quantum. Pero tenemos un escenario algo complejo. Feijoó ha estado toda la campaña diciendo que no quiere a Vox como compañero de viaje. Pero la estrategia del PP con Vox no es homogénea. En algunas comunidades y municipios se entendieron enseguida (Comunitat Valenciana y Baleares, por ejemplo) y en otras ocasiones ha sido difícil (Extremadura) o imposible a fecha de hoy.
PP y PSOE suman un 65 %
Posiblemente el liderazgo de Feijóo en el PP busca una mayor descentralización orgánica del partido. No se olviden de que también es nacionalista, aunque en Galicia su nacionalismo le ha ido bien, ha ganado cuatro veces con mayoría absoluta (2009, 2012, 2016, 2020).
El candidato del Partido Popular hablará con Pedro Sánchez. Ambas formaciones aglutinan casi el 65 % del voto, pero no es fácil que Pedro Sánchez acepte el envite. El PSOE ha tenido un buen resultado por lo que, en inicio, no parece previsible que vayan a exigirle responsabilidades desde su partido.
El partido que más escaños ha perdido en estas elecciones ha sido Vox. La llamada al voto útil y el rechazo que le ha hecho el Partido Popular ha dado sus frutos. Si Feijóo no hubiera sido tan agresivo con su único posible aliado tal vez tuviéramos otro escenario de mayor gobernabilidad.
Posiblemente esa lectura la hagan en algún momento. Ahora, primero se tienen que constituir las Cortes el próximo 17 de agosto y después el rey, a tenor del artículo 99 de la Constitución, propondrá candidato a presidente. Si no obtiene mayoría absoluta, se procederá a una nueva votación donde solo se requerirá mayoría simple. Si en un plazo de dos meses desde la primera votación ningún candidato obtiene la investidura iríamos a nuevas elecciones. Así que vamos a estar pendientes y entretenidos en las próximas semanas.
(*) Profesora de Ciencia Política, Universidad Miguel Hernández