Tras haber registrado un 2020 con caída en esta actividad, las cifras obtenidas en 2021 permiten tener mejores perspectivas que las alcanzadas antes del surgimiento del covid-19.
Para el periodo enero-septiembre 2021 las exportaciones peruanas no tradicionales superaron los US $ 126 millones, versus US$ 76 millones exportados en período similar durante el 2020. Si se tiene en cuenta que aún restan los meses más fuertes en exportaciones, el pronóstico es alentador.
Las buenas perspectivas para este 2021 se apoyan no sólo en la recuperación paulatina que se prevé de la economía, sino también en que Perú es una de las naciones que más tratados comerciales tiene en el mundo. “Desde Perú se puede ingresar al 90% de los países que representan nuestras exportaciones con arancel 0”, destacó Silvia Seperack, directora de Promperú en Argentina.
“También por la reciente firma del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), el tratado de libre comercio más importante del mundo en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), Perú está en contacto con economías desarrolladas del mundo, y lo vuelve un destino más atractivo para que empresarios de países de la región se instalen allí”.
El intercambio comercial entre Argentina y Perú ronda los US$ 1.700 millones anuales, con una asimetría muy grande a favor de la Argentina, que le provee de soja y sus derivados, como el aceite, entre los alimentos, y camionetas cuando se trata de bienes durables.
Como contraparte, Perú representa un nivel que se ubica en torno a los US$ 100 millones, como promedio tomando lo realizado en los últimos tres años. El principal rubro de exportación peruano hacia la Argentina es el de manufacturas, que entre enero y octubre de 2021 alcanzó US$ 50 millones, con un crecimiento de 110% respecto del mismo período del año anterior. Las manufacturas representan el 39% de las exportaciones de Perú a Argentina y se concentran los siguientes segmentos: materiales para la construcción – donde se destacan alambres de cobre y barras de acero -, insumos plásticos para la producción de envases y embalajes y provisión a la minería, que involucra químicos, maquinarias y partes.
“Estamos trabajando en los rubros en los que Perú pueda insertarse de manera complementaria, como por ejemplo en el sector alimentación en contra estación con la palta o los espárragos. Además, se acaba de abrir el protocolo sanitario para acceso de uva, porque nos hemos convertido en uno de los principales exportadores de uva al mundo, y aunque la Argentina también lo es, tenemos una época en que la uva sale antes y podríamos complementarnos en ese aspecto”, destacó.
La quinoa, el cacao y el café, conforman parte de los superalimentos que se producen en Perú y que también podrían insertarse en la cadena de valor de producción de alimentos de la Argentina. “Cómo somos productores de este tipo de productos, en 2018 lanzamos la marca sectorial Superfood del Perú donde promovemos los alimentos saludables, como el pescado, los cereales, las frutas, algunas semillas y productos funcionales. Esta oportunidad de mercado está alineada con la estrategia que ya tenía Perú y que, con la pandemia, aceleró la tendencia de proveer alimentos saludables al mundo”, agregó la funcionaria.
Por otro lado, la actividad minera es un sector relevante en Perú. Seperack aseguró que “estamos viendo buenas oportunidades de mercado para los proveedores a la minería en San Juan y Santa Cruz”, lo que se traduciría en la oportunidad de introducir know how, servicios, maquinarias y piezas para su mantenimiento, por disponer de proveedores de minería de clase mundial.
Otro rubro relevante de exportación es el textil: prendas de algodón y alpaca, así como tejidos de algodón. Es decir, las posibilidades se concentran tanto en lo referido a la provisión de la materia prima como a productos de valor agregado como las prendas de líneas casuales con algodón pima, que son muy valoradas entre quienes saben apreciar las fibras y confección de alta calidad.
Además, las expectativas se centran en el rubro servicios, puntualmente, en los que tienen que ver con el software y la animación digital, en el que Perú considera tiene grandes posibilidades de complementarse con Argentina que exporta en torno a los US$ 6.000 millones anuales, pero importa en niveles similares.
“Creemos que hay oportunidad de complementarse siempre, sobre todo en software y en animación, con servicios como aplicativos innovadores, customizaciones, seguridad, rubros con potencial demanda para la empresa peruana”, amplió.
