Sin aclarar si aludía también a plazos más allá de seis o siete semanas, el especulador petrolero y dueño de BP Capital (un fondo de cobertura, tan luego) señaló que US$ 125 era un piso coyuntural.. Entretanto, el WTI amainaba a US$ 114,95 y el Brent pasaba de otro máximo (US$ 113,40) a 112,45 en Londres.
En el piso de US$ 115,55, los crudos WTI han quintuplicado el valor en dólares desde 2002, pero no en euros. Sucede que, de entonces a hoy, esta divisa ha ganado 54% sobre el dólar (de US$ 1,032 a 1,592).
Pero Pickens aporta otro dos elementos de juicio: la creciente demanda de China e India (no cree que ambas economía pierdan ritmo como imaginan los occidentales) y las perspectivas en materia de reservas. Dejando de lado los espectaculares hallazgos brasileños o los yacimiento en Asia central, Levante, Rusia y el mar del Norte están en declinación.
Siempre dejando Brasil de lado, el magnate sostiene que la producción de hidrocarburos no tiene posibilidades de superar los actuales 85.000.000 de barriles diarios. Pero, en el próximo trimestre, la demanda mundial alcanzará los 87 millones. Las palabras de Pickens son escuchadas porque apuesta su dinero a ellas: en 2007, ganó más de US$ 1.000 millones jugando al aumento de precios petroleros.
Sin aclarar si aludía también a plazos más allá de seis o siete semanas, el especulador petrolero y dueño de BP Capital (un fondo de cobertura, tan luego) señaló que US$ 125 era un piso coyuntural.. Entretanto, el WTI amainaba a US$ 114,95 y el Brent pasaba de otro máximo (US$ 113,40) a 112,45 en Londres.
En el piso de US$ 115,55, los crudos WTI han quintuplicado el valor en dólares desde 2002, pero no en euros. Sucede que, de entonces a hoy, esta divisa ha ganado 54% sobre el dólar (de US$ 1,032 a 1,592).
Pero Pickens aporta otro dos elementos de juicio: la creciente demanda de China e India (no cree que ambas economía pierdan ritmo como imaginan los occidentales) y las perspectivas en materia de reservas. Dejando de lado los espectaculares hallazgos brasileños o los yacimiento en Asia central, Levante, Rusia y el mar del Norte están en declinación.
Siempre dejando Brasil de lado, el magnate sostiene que la producción de hidrocarburos no tiene posibilidades de superar los actuales 85.000.000 de barriles diarios. Pero, en el próximo trimestre, la demanda mundial alcanzará los 87 millones. Las palabras de Pickens son escuchadas porque apuesta su dinero a ellas: en 2007, ganó más de US$ 1.000 millones jugando al aumento de precios petroleros.