miércoles, 4 de diciembre de 2024

Rapto eufórico en Wall St., pese al petróleo en US$ 114,10 el barril

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Los crudos marcaron nuevos récords. El Brent londinense llegó a US$ 112 y los tejanos medios rozaron 114,10, con el oro en US$ 945. Extrañamente, JP Morgan Chase subió tras declarar una depreciación contable por US$ 5.100 millones.

Sin embargo, los paneles neoyorquinos volvieron a la euforia, con alzas entr 2,1 y 2,8%. Motivos aparentes: mejores ganancias que las esperadas por los gurúes en dos bancos (JMPCh, Wells Fargo) y menos temores de que el enfriamiento económico haya castigado los balances del primer trimestre. Pero todo parece sobreactuado.

Entre las tecnológicas, Intel avanzó como no la hacía desde enero. El mayor fabricante mundial de microprocesadores indicó que sus ventas no habían sido afectado por aquel mismo enfriamiento. Eufórico, su presidente James Dimon anunció que la crisis crediticia estaba por terminar e igual sostuvo Wells Fargo sobre la crisis hipotecaria, al menos en California.

Sin embargo, las últimas estadisticas inmobiliarias dicen justo lo contrario. Tampoco está claro por qué la acción de Wells Fargo sube tras saberse que las utilidades de enero-marzo cedieron a US$ 2.370 millones. Ello refleja depreciaciones o liquidaciones de activos por US$ 5.100 millones, ocasionadas precisamente por malas hipotecas.

Con el Nasdaq compuesto subiendo 2,8%, una desmesura, y el Dow Jones 30 recobrando 2,1%, el Standard&Poor’s 500 ganaba 2,3% tras varios días negativos. Wall Street prefería olvidar tres feas novedades recientes: los pésimos balances de Alcoa, General Electric y Wachovia. Salvo éste, los otros dos reflejan un horizonte recesivo en la economía real.

Sin embargo, los paneles neoyorquinos volvieron a la euforia, con alzas entr 2,1 y 2,8%. Motivos aparentes: mejores ganancias que las esperadas por los gurúes en dos bancos (JMPCh, Wells Fargo) y menos temores de que el enfriamiento económico haya castigado los balances del primer trimestre. Pero todo parece sobreactuado.

Entre las tecnológicas, Intel avanzó como no la hacía desde enero. El mayor fabricante mundial de microprocesadores indicó que sus ventas no habían sido afectado por aquel mismo enfriamiento. Eufórico, su presidente James Dimon anunció que la crisis crediticia estaba por terminar e igual sostuvo Wells Fargo sobre la crisis hipotecaria, al menos en California.

Sin embargo, las últimas estadisticas inmobiliarias dicen justo lo contrario. Tampoco está claro por qué la acción de Wells Fargo sube tras saberse que las utilidades de enero-marzo cedieron a US$ 2.370 millones. Ello refleja depreciaciones o liquidaciones de activos por US$ 5.100 millones, ocasionadas precisamente por malas hipotecas.

Con el Nasdaq compuesto subiendo 2,8%, una desmesura, y el Dow Jones 30 recobrando 2,1%, el Standard&Poor’s 500 ganaba 2,3% tras varios días negativos. Wall Street prefería olvidar tres feas novedades recientes: los pésimos balances de Alcoa, General Electric y Wachovia. Salvo éste, los otros dos reflejan un horizonte recesivo en la economía real.

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