Un ex CEO, acusado de fraude por US$ 2.700 millones
A Richard Scrushy, ex CEO de HealthSouth Corporation, le inician proceso por 85 cargos penales. Todos se refieren a US$ 2.700 millones en ingresos ficticios, asentados en balances de la empresa que había fundado.
5 noviembre, 2003
El reo se entregó al FBI y comparecerá ante el tribunal federal de distrito en Birmingham, Alabama. Según su abogado, negará todos los cargos. Éstos incluyen confabularse para cometer fraude, presentar balances falsos, lavar fondos e intimidar personas. Su empresa, líder en servicios médicos ambulatorios y rehabilitación, tiene sede en esa ciudad sureña.
Los fiscales indicaron que promoverán embargos personales por más de US$ 278 millones contra Scrushy. Los activos a confiscar abarcan una plantación, un yate, dos aviones, joyas, cuatro coches de lujo, alfombras antiguas y pinturas de artistas cotizados.
Por otra parte, el concurso de cargos implica 650 años de cárcel y multas por US$ 36 millones. Eso, en caso de ser hallado culpable. “En vez de admitir la verdad, el reo y sus cómplices mintieron, maquillaron libros contables y presentaron balances falsos para encubrir sus estafas”. Así sostuvo Christopher Wraey, fiscal general adjunto Christopher Wray, tras recordar que “este grupo apeló a sobornos y amenazas para lograr sus propósitos”.
El reo se entregó al FBI y comparecerá ante el tribunal federal de distrito en Birmingham, Alabama. Según su abogado, negará todos los cargos. Éstos incluyen confabularse para cometer fraude, presentar balances falsos, lavar fondos e intimidar personas. Su empresa, líder en servicios médicos ambulatorios y rehabilitación, tiene sede en esa ciudad sureña.
Los fiscales indicaron que promoverán embargos personales por más de US$ 278 millones contra Scrushy. Los activos a confiscar abarcan una plantación, un yate, dos aviones, joyas, cuatro coches de lujo, alfombras antiguas y pinturas de artistas cotizados.
Por otra parte, el concurso de cargos implica 650 años de cárcel y multas por US$ 36 millones. Eso, en caso de ser hallado culpable. “En vez de admitir la verdad, el reo y sus cómplices mintieron, maquillaron libros contables y presentaron balances falsos para encubrir sus estafas”. Así sostuvo Christopher Wraey, fiscal general adjunto Christopher Wray, tras recordar que “este grupo apeló a sobornos y amenazas para lograr sus propósitos”.