Microsoft: una fuerte multa la obligará a negociar con Bruselas
Se espera que la Comisión Europea multe en 497 millones (US$ 629 millones) a Microsoft por prácticas restrictivas de la competencia. Este monto, récord en la materia, forzará al gigante informático a renegociar términos.
No obstante, hasta hoy (martes 23), la firma trataba de lograr más apoyos para un arreglo extrajudicial. Pero su propuesta ya había sido declinada en Bruselas, la semana pasada. De confirmarse la suma, Mario Monti habrá quebrado su propio récord (€ 462 millones a Roche, 2001).
El “ranking” incluye también a BASF (€ 296 millones, 2001), Lafarge (250 millones, 2002), Arjö Wiggins Appleton (184 millones, 2001) y Nintendo (149 millones, 2002). Todos esos casos fueron definidos, por el comisionado de Competencia, como manipulación de precios y/o restricción al comercio entre socios de la Unión Europea. Técnicamente, hasta hoy la mayor multa por “prácticas monopólicas” –caro clave contra Microsoft- era por € 75 millones y se aplicó en 1991 a la sueca TetraPak.
A pesar de todo, esos € 497 millones pedidos para la empresa de William Gates ni siquiera representan el máximo reglamentariamente posible: 10% de las ventas del año anterior. Para el caso, alrededor de € 3.000 millones. Pero Microsoft califica de abusiva la suma fijada por Monti y, además, sostiene que sus actividades están reguladas por el gobierno federal norteamericano.
Esta original interpretación va más allá de negarles jurisdicción a la Comisión Europea. Horacio Gutiérrez, jefe de asesoría legal en Microsoft, afirma que “las conductas objetadas en Bruselas están permitidas por el departamento de Justicia estadounidense”.
El punto no es ocioso. Más que el monto de la multa, lo que desvela a la compañía son los cambios de fondo y a largo plazo que Monti forzaría en su modelo de negocios globales. En cierto modo, Gutiérrez confiesa que Gates se basa en bloquear la competencia por cualquier medio, aprovechando la hegemonía de Windows en las PC. Similar actitud explica las presiones –judiciales y de las otras- contra el sistema operativo de fuente abierta Linux.
En lo concreto, la CE estima que la virtual imposición del Windows Media Player a los usuarios configura un intento monopólico en escala internacional. Si eso llega a la Corte Suprema europea y ésta lo sostiene, Microsoft deberá desarrollar una estrategia de marketing para la UE (que pronto tendrá 25 socios, no ya quince) distinta a la aplicada en el hemisferio occidental, donde un poco explicable arreglo extrajudicial con el gobierno (2001) frenó dictámenes que hubiesen obligado a dividido la empresa.
No obstante, hasta hoy (martes 23), la firma trataba de lograr más apoyos para un arreglo extrajudicial. Pero su propuesta ya había sido declinada en Bruselas, la semana pasada. De confirmarse la suma, Mario Monti habrá quebrado su propio récord (€ 462 millones a Roche, 2001).
El “ranking” incluye también a BASF (€ 296 millones, 2001), Lafarge (250 millones, 2002), Arjö Wiggins Appleton (184 millones, 2001) y Nintendo (149 millones, 2002). Todos esos casos fueron definidos, por el comisionado de Competencia, como manipulación de precios y/o restricción al comercio entre socios de la Unión Europea. Técnicamente, hasta hoy la mayor multa por “prácticas monopólicas” –caro clave contra Microsoft- era por € 75 millones y se aplicó en 1991 a la sueca TetraPak.
A pesar de todo, esos € 497 millones pedidos para la empresa de William Gates ni siquiera representan el máximo reglamentariamente posible: 10% de las ventas del año anterior. Para el caso, alrededor de € 3.000 millones. Pero Microsoft califica de abusiva la suma fijada por Monti y, además, sostiene que sus actividades están reguladas por el gobierno federal norteamericano.
Esta original interpretación va más allá de negarles jurisdicción a la Comisión Europea. Horacio Gutiérrez, jefe de asesoría legal en Microsoft, afirma que “las conductas objetadas en Bruselas están permitidas por el departamento de Justicia estadounidense”.
El punto no es ocioso. Más que el monto de la multa, lo que desvela a la compañía son los cambios de fondo y a largo plazo que Monti forzaría en su modelo de negocios globales. En cierto modo, Gutiérrez confiesa que Gates se basa en bloquear la competencia por cualquier medio, aprovechando la hegemonía de Windows en las PC. Similar actitud explica las presiones –judiciales y de las otras- contra el sistema operativo de fuente abierta Linux.
En lo concreto, la CE estima que la virtual imposición del Windows Media Player a los usuarios configura un intento monopólico en escala internacional. Si eso llega a la Corte Suprema europea y ésta lo sostiene, Microsoft deberá desarrollar una estrategia de marketing para la UE (que pronto tendrá 25 socios, no ya quince) distinta a la aplicada en el hemisferio occidental, donde un poco explicable arreglo extrajudicial con el gobierno (2001) frenó dictámenes que hubiesen obligado a dividido la empresa.
