La china BYD al frente de la industria del auto eléctrico

Un pequeño emprendedor chino fabricante de baterías de alta calidad, saltó al negocio de los autos eléctricos y recibió el espaldarazo de Warren Buffet. Ahora su empresa, BYD (que quiere decir "construye tus sueños") se propone dominar globalmente el mercado del auto ecológico.

2 febrero, 2011

<p><strong>BYD y la apuesta de Warren Buffett<br />
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Con siete modelos ya en el Mercado – dos eléctricos y scinco convencionales — BYD ocupa hoy el sexton lugar por ventas en China. En 2009, vendió 450.000 vehículos allí. Durante la primera mitad de 2010, el F3, un auto convencional, sedan de cuatro puertas, fue el de más venta en el país. BYD fue la primera empresa en sacar un modelo eléctrico en China: el F3DM, un avance tecnológico que tiene autonomía de 330 kilómetros y batería que puede ser cargada completamente en una hora. En China se vende en el equivalente de US$ 22.000. <br />
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Pero con siete plantas en todo el país, BYD sigue siendo fundamentalmente un fabricante de baterías. La compañía, quinta en el mundo en el sector de baterías para celulares y otros dispositivos, afirma que su experiencia en baterías es su ventaja competitive para los autos eléctricos, una industria que proyecta dominar mediante una agresiva expansion en los próximos años. <br />
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En octubre 2009, Warren Buffett invirtió US$ 232 millones – una participación equivalente a 10% del paquete accionario — en BYD, algo que catapultó a la compañía a la escena internacional. Esta inversion de Mid-American Holdings, 87% de cuyo paquete está en manos de Berkshire Hathaway, dio a BYD no solo el capital para considerer expansion global sino también la credibilidad para probar las agues en un mercado extranjero. En abril de 2010 la compañía abrió un centro de Investigación y Desarrollo y oficina de ventas en Los Angeles, paso recibido con bombos y platillos por los medios y líderes politicos. Como gobernador de California, Arnold Schwarzenegger dijo: "BYD es una empresa de primera. Lleva a China y al resto del mundo hacia un mundo más limpio y a un futuro más sustentable con sus automóviles y productos de energía removable mientras crea empleo y ahorra dinero a los consumidores."</p>
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<p>A medida que la compra de autom&oacute;viles crece de manera incontrolable en las naciones de mayor desarrollo en el mundo, los fabricantes chinos de autos est&aacute;n apostando fuerte paor dominar el mercado global de autos el&eacute;ctricos. Tienen manufactura barata, nueva tecnolog&iacute;a y, en el caso de la automotriz BYD, US$232 millones de Warren Buffett, que ayud&oacute; a acelerar la expansion de la compa&ntilde;&iacute;a en el Mercado estadounidense. Como las automotrices japonesas en los a&ntilde;os 50 y las coreanas en los 80, BYD choca con la resistencia de consumidores estadounidenses quienes tienen la percepci&oacute;n que los productos chinos son baratos y de baja calidad. Pero el gobierno chino ha puesto la mira en el futuro econ&oacute;mico y ambiental de los autos el&eacute;ctricos, lo que significa que los fabricantes chinos de automotores tendr&aacute;n que hacer frente a una fuerte competencia en los a&ntilde;os por venire mientras desarrollan una marca global y testean la confianza de los consumidores en todo el globo. <br />
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<strong>El nacimiento de BYD</strong> <br />
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En 1995, Wang Chuan Fu, un ingeniero de 29 a&ntilde;os, lanz&oacute; una start-up con US$300.000 y 20 empleados, decidido a poner un pie en el Mercado electr&oacute;nico del mundo. La llam&oacute; BYD por &quot;<em>Build Your Dreams</em>,&quot; (construye tus sue&ntilde;os) y la convirti&oacute; en el emblema del nuevo emprendimiento en la transformaci&oacute;n de la econ&oacute;mica de su pa&iacute;s. All&iacute; produc&iacute;an pilas baratas para afeitadoras el&eacute;ctricas, cepillos de dientes, c&aacute;maras e innumerables dispositivos. En cinco a&ntilde;os, BYD pas&oacute; de ser apenas una entre los cientos de fabricantes electr&oacute;nicos en Shenzhen a convertirse en uno de los m&aacute;s grandes fabricantes de pilas y bater&iacute;as, montada en la ola del crecimiento mundial de la telefon&iacute;a m&oacute;vil. <br />
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En poco tiempo, BYD logr&oacute; ventaja frente a sus competidores aprovechando el enorme excedente laboral chino y desarrollando reputaci&oacute;n de tecnolog&iacute;a superior. Para 2003, la compa&ntilde;&iacute;a ya ten&iacute;a casi 100.000 empleados y Wang andaba a la pesca de nuevas oportunidades. De pronto sorprendi&oacute; a todos comprando 77% (con US$ 32 millones) de una automotriz en problemas: <em>Zhen Chuan Automotive</em>, en Xi'an. Famoso por su feroz esp&iacute;ritu emprendedor, Wang hab&iacute;a descubierto una nueva aplicaci&oacute;n para su alta tecnolog&iacute;a en bater&iacute;as: el auto el&eacute;ctrico. <br />
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