H-P: Hurd sale indemne de un extenso testimonio ante legisladores

Como se esperada, Mark Hurd –CEO de la compañía- superó el interrogatorio ante un comité de la cámara baja. Tras siete horas exponiendo, señaló que sus prioridades son restaurar imagen y eliminar comportamientos no éticos.

2 octubre, 2006

El director ejecutivo y ahora presidente provisional de la junta había sido convocado por la comisiòn de comercio de la cámara. Su extenso testimonio puede morigerar la ola de críticas –internas, inclusive- que acabó con Patricia Dunn (ex presidente de directorio) y la ex consejera legal, Ann Baskins. La dimisión de ésta se produjo luego de que Dunn, la implicara en el asunto de las filtraciones. Baskins se acogió a la quinta enmienda, que le permite no declarar contra sí misma.

En ambos casos, se trata también de testimonios ante el mismo comité, efectuados desde el jueves en Washington. La posición de la ex consejera fue explicada por sus abogados, Lee Blalack y Cristina Arguedas, en carta a los diputados.

“Al apartarse, Baskins pone los intereses de Hewlett-Packard por encima de los suyos”, sostuvo Hurd, en una declaración personal. Era la cuarta baja producida por el problema de filtraciones entre el directorio y medios de prensa. El día 22, la junta despidió a Dunn y a otros dos ejecutivos, pero ya habían echado a un director y otro había dimitido. Ahora, las actuaciones judiciales en California atraen la atención de legisladores y autoridades reguladoras en nivel federal.

Las acciones de la empresa habían perdido alrededor de 3% entre el seis de septiembre y el 28. El viernes, repuntaban porque Hurd había sorteado bien el interrogatorio. Aquel día, la firma admitió que un grupo de investigadores externos –contratado por Dunn- pudo haber infringido leyes sobre identidad y datos personales. Al cierre de la semana, el papel cotizaba a US$ 35,80.

A pesar del escándalo, los buenos resultados obtenidos por Hurd hacen que la capitalización bursátil siga 24,2% sobre el nivel al terminar 2005. Vale decir, cerca de los máximos desde 2002. La semana pasada, hubo cimbronazos porque algunos creían que también Hurd estaba en problemas. Pero no era así.

Tanto el CEO como Dunn se presentaron ante el comité. Los diputados desean saber cómo y por qué la compañía hacías espiar a sus propios directores y a periodistas. Según H-P misma, esas investigaciones ilegales incluían seguimientos e intervención de computadoras. Quienes las realizaban llegaron a adoptar identidades falsas y a obtener registros telefónicos de terceros.

El director ejecutivo y ahora presidente provisional de la junta había sido convocado por la comisiòn de comercio de la cámara. Su extenso testimonio puede morigerar la ola de críticas –internas, inclusive- que acabó con Patricia Dunn (ex presidente de directorio) y la ex consejera legal, Ann Baskins. La dimisión de ésta se produjo luego de que Dunn, la implicara en el asunto de las filtraciones. Baskins se acogió a la quinta enmienda, que le permite no declarar contra sí misma.

En ambos casos, se trata también de testimonios ante el mismo comité, efectuados desde el jueves en Washington. La posición de la ex consejera fue explicada por sus abogados, Lee Blalack y Cristina Arguedas, en carta a los diputados.

“Al apartarse, Baskins pone los intereses de Hewlett-Packard por encima de los suyos”, sostuvo Hurd, en una declaración personal. Era la cuarta baja producida por el problema de filtraciones entre el directorio y medios de prensa. El día 22, la junta despidió a Dunn y a otros dos ejecutivos, pero ya habían echado a un director y otro había dimitido. Ahora, las actuaciones judiciales en California atraen la atención de legisladores y autoridades reguladoras en nivel federal.

Las acciones de la empresa habían perdido alrededor de 3% entre el seis de septiembre y el 28. El viernes, repuntaban porque Hurd había sorteado bien el interrogatorio. Aquel día, la firma admitió que un grupo de investigadores externos –contratado por Dunn- pudo haber infringido leyes sobre identidad y datos personales. Al cierre de la semana, el papel cotizaba a US$ 35,80.

A pesar del escándalo, los buenos resultados obtenidos por Hurd hacen que la capitalización bursátil siga 24,2% sobre el nivel al terminar 2005. Vale decir, cerca de los máximos desde 2002. La semana pasada, hubo cimbronazos porque algunos creían que también Hurd estaba en problemas. Pero no era así.

Tanto el CEO como Dunn se presentaron ante el comité. Los diputados desean saber cómo y por qué la compañía hacías espiar a sus propios directores y a periodistas. Según H-P misma, esas investigaciones ilegales incluían seguimientos e intervención de computadoras. Quienes las realizaban llegaron a adoptar identidades falsas y a obtener registros telefónicos de terceros.

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