<p>David Cameron, primer ministro británico, y Hillary Rodham Clinton, titular del departamento de Estado, no se sienten impresionados por declaraciones de Muammar Ghadafi ni sus hijos. Sucede que, en horas, Trípoli pasó de desafiar a la sexta flota a suspender la guerra civil. <br />
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“Hacen falta hechos, no palabras. No los observamos en tierra ni aire”, coincidieron ambos. Por ejemplo, retirarse del este, donde los efectivos del coronel seguían asediando a Benghazi, la capital separatista. Mientras tanto, Obama tocó el asunto, confirmando que está autorizado el uso de la fuerza desde las 2 pm hora local.<br />
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Esto sucede en horas a la aprobación –en el Consejo de Seguridad- de un paraguas aéreo sobre las costas oeste y centro de Libia. Si ello daba la impresión de sumo apuro, más dramático fue el giro copernicano de Ghadafi proclamando un cese de fuego interno.</p>
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Aliados: no les basta el cese de fuego libio
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña prosiguen el sábado la ofensiva del viernes. A su juicio, la repentina suspensión por el coronel de sus ataques internos no alcanza al menos por ahora- para detener las acciones aliadas contra sus fuerzas.