El Salón de Detroit frente al mundo

La exposición automotriz estadounidense se instaló en un contexto económico mundial de la actividad que permanece en crisis.

6 enero, 2001

(EFE).- Los fabricantes estadounidenses de vehículos protagonizan a partir de hoy, sábado, un lujoso despliegue de nuevos modelos, diseños y tecnologías en el Salón del Automóvil de Detroit, a pesar de la crisis del sector.

El Salón abre hoy (sábado 6) sus puertas a la prensa en medio de los nubarrones que se ciernen sobre la industria estadounidense de automóviles, afectada por cierres temporales y reestructuraciones pese a que en 2000 se vendió un número récord de vehículos en el país: 17,34 millones.

La eficaz competencia de los importadores extranjeros, un factor determinante en los problemas de la industria local, quedarán de manifiesto en la exhibición, cuando fabricantes como BMW, Volkswagen, Toyota y Honda, entre otros, realicen presentaciones mundiales de nuevos modelos.

En cambio, las novedades que presentarán las marcas estadounidenses tendrán que rivalizar con el interés y la atención que han generado sus problemas estructurales.

El sector automovilístico en Estados Unidos presentaba hasta hace muy poco pronósticos inmejorables, con cifras de ventas que superaban sus propios records históricos, pero sus matriculaciones de diciembre bajaron 18% en relación al mismo mes del año anterior.

Para 2001 se han pronosticado unas ventas de 15,5 millones de vehículos en Estados Unidos, aproximadamente 1,5 millones menos que en 2000.

Según analistas del sector, los tres grandes de Detroit, General Motors, Ford y Chrysler (rama estadounidense de DaimlerChrysler), sufren problemas estructurales que incluyen un exceso de capacidad de producción e ineficacia para afrontar la competencia cada vez más feroz de las empresas extranjeras.

El segmento del mercado estadounidense que dominan las tres compañías en relación a las extranjeras disminuyó de 68,2% en 1999 a 65,5% el año pasado.

Los pronósticos apuntan a que la presión aumentará durante este año, ya que este mercado constituye un foco prioritario para los fabricantes europeos y asiáticos, que han registrado en los últimos meses un crecimiento constante en las ventas y han roto numerosos records.

El principal interés del Salón, considerado el más importante del mundo en su género, girará sin duda en torno a Rick Wagoner, presidente de GM, que puede anunciar nuevas reestructuraciones o planear la liquidación de otra marca del grupo, como hizo recientemente con la legendaria Oldsmobile, por considerarla poco rentable.

También Dieter Zetsche, el nuevo presidente alemán del grupo Chrysler, deberá responder y adelantar más detalles sobre sus planes de reestructuración, que serán oficialmente anunciados en febrero.

GM anunció recientemente que despedirá a 10% de su fuerza laboral en Estados Unidos y Europa, y los planes de Chrysler, que atraviesa por una de sus peores crisis, apuntan al cierre definitivo de 5 plantas en Estados Unidos y al despido de 15% de su fuerza laboral.

Los tres grandes enfrentan las más drásticas reducciones de producción en 10 años, y lo achacan a la cada vez mayor competencia exterior, la disminución en la confianza del consumidor en la economía y el exceso de capacidad de producción.

GM, Ford y Chrysler tendrán una contribución notoria en el despliegue de diseño y tecnología en el Cobo Hall de Detroit, uno de los mayores espacios de exhibición del mundo, aunque la atención se centrará sobre todo en sus estrategias de supervivencia en los malos tiempos.

(EFE).- Los fabricantes estadounidenses de vehículos protagonizan a partir de hoy, sábado, un lujoso despliegue de nuevos modelos, diseños y tecnologías en el Salón del Automóvil de Detroit, a pesar de la crisis del sector.

El Salón abre hoy (sábado 6) sus puertas a la prensa en medio de los nubarrones que se ciernen sobre la industria estadounidense de automóviles, afectada por cierres temporales y reestructuraciones pese a que en 2000 se vendió un número récord de vehículos en el país: 17,34 millones.

La eficaz competencia de los importadores extranjeros, un factor determinante en los problemas de la industria local, quedarán de manifiesto en la exhibición, cuando fabricantes como BMW, Volkswagen, Toyota y Honda, entre otros, realicen presentaciones mundiales de nuevos modelos.

En cambio, las novedades que presentarán las marcas estadounidenses tendrán que rivalizar con el interés y la atención que han generado sus problemas estructurales.

El sector automovilístico en Estados Unidos presentaba hasta hace muy poco pronósticos inmejorables, con cifras de ventas que superaban sus propios records históricos, pero sus matriculaciones de diciembre bajaron 18% en relación al mismo mes del año anterior.

Para 2001 se han pronosticado unas ventas de 15,5 millones de vehículos en Estados Unidos, aproximadamente 1,5 millones menos que en 2000.

Según analistas del sector, los tres grandes de Detroit, General Motors, Ford y Chrysler (rama estadounidense de DaimlerChrysler), sufren problemas estructurales que incluyen un exceso de capacidad de producción e ineficacia para afrontar la competencia cada vez más feroz de las empresas extranjeras.

El segmento del mercado estadounidense que dominan las tres compañías en relación a las extranjeras disminuyó de 68,2% en 1999 a 65,5% el año pasado.

Los pronósticos apuntan a que la presión aumentará durante este año, ya que este mercado constituye un foco prioritario para los fabricantes europeos y asiáticos, que han registrado en los últimos meses un crecimiento constante en las ventas y han roto numerosos records.

El principal interés del Salón, considerado el más importante del mundo en su género, girará sin duda en torno a Rick Wagoner, presidente de GM, que puede anunciar nuevas reestructuraciones o planear la liquidación de otra marca del grupo, como hizo recientemente con la legendaria Oldsmobile, por considerarla poco rentable.

También Dieter Zetsche, el nuevo presidente alemán del grupo Chrysler, deberá responder y adelantar más detalles sobre sus planes de reestructuración, que serán oficialmente anunciados en febrero.

GM anunció recientemente que despedirá a 10% de su fuerza laboral en Estados Unidos y Europa, y los planes de Chrysler, que atraviesa por una de sus peores crisis, apuntan al cierre definitivo de 5 plantas en Estados Unidos y al despido de 15% de su fuerza laboral.

Los tres grandes enfrentan las más drásticas reducciones de producción en 10 años, y lo achacan a la cada vez mayor competencia exterior, la disminución en la confianza del consumidor en la economía y el exceso de capacidad de producción.

GM, Ford y Chrysler tendrán una contribución notoria en el despliegue de diseño y tecnología en el Cobo Hall de Detroit, uno de los mayores espacios de exhibición del mundo, aunque la atención se centrará sobre todo en sus estrategias de supervivencia en los malos tiempos.

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