Banda ancha, pago por uso y otras complicaciones

Merced al avance de la banda ancha, que en junio alcanzaba 360.000 usuarios los proveedores buscan nuevos segmentos. Ahora, surge Fullzero Max, un servicio –no un producto, claro- que no se basa en tarifa plana, sino en pago por uso.

13 septiembre, 2004

Según explica Carrier y Asociados, “el sistema se compone de un básico ($ 15) más excedentes ($ 1,99 la hora). Es un modelo similar a los planes de telefonía móvil. Siempre que se habla de pago por uso en acceso a Internet de banda ancha, surgen dos modelos: pagar por tráfico o pagar por tiempo. El primero es más apropiado técnicamente, aunque sea de difícil comprensión para no técnicos”.

La ventaja –explican los consultores- consiste en “mantener las virtudes de la banda ancha: conexión permanente y velocidad”. El pago por tiempo no encierra complejidades. “El usuario puede no saber cuántos Kb transmite, pero sí cuánto tiempo estuvo conectado. La desventaja es que se pierde una ventaja de la banda ancha: la conexión permanente. Así, pasa a ser un discado, pero mucho más veloz”.

Fullzero Max eligió el pago por tiempo, seguramente, por ser mucho más comprensible para el usuario. De hecho, el precio de la hora excedente apunta decididamente a competir con los accesos públicos (locutorios, cibercafés) cuyos precios se le asemejan y donde se paga por tiempo. El nuevo servicio apunta a personas que se conectan en su trabajo y no necesitan demasiadas horas de acceso residencial. También a quienes acceden en casa por discado, pero concurren a locutorios para usar banda ancha, cuyos beneficios son mayormente lúdicos.

“El modelo permitiría entrar en banda ancha a un segmento que hoy queda fuera por precio. Pero el punto más débil –sostienen los expertos- es el costo del abono telefónico por el ADSL (hasta el momento sólo disponible para abonados de Telefónica). Los $ 30 por la línea ADSL no se diferencian bastante de los $ 35 por una conexión permanente de 256 Kb. Así, el costo mínimo, con ocho horas de conexión mensuales, asciende a $ 45 y el costo máximo (superadas las 30 horas excedentes) es de $ 105.

Obviamente, a todos los precios mencionados hay que sumarles el IVA. En realidad, los precios finales son alrededor de $ 38, 44,50, 57 y 133,40 en Capital federal y ese orden. Resulta llamativo que la propaganda de esos servicios y de banda ancha por cable –cuyas “ofertas” de $ 40 salen 50,80- nunca especifique precios reales.

Por ahora, es difícil que Telefónica baje el precio del ADSL: las ventas siguen en pleno ¿para qué resignar ingresos? Ya habrá tiempo de perfeccionar servicios cuando, al nivel actual, esté cerca de saturarse la demanda.

Según explica Carrier y Asociados, “el sistema se compone de un básico ($ 15) más excedentes ($ 1,99 la hora). Es un modelo similar a los planes de telefonía móvil. Siempre que se habla de pago por uso en acceso a Internet de banda ancha, surgen dos modelos: pagar por tráfico o pagar por tiempo. El primero es más apropiado técnicamente, aunque sea de difícil comprensión para no técnicos”.

La ventaja –explican los consultores- consiste en “mantener las virtudes de la banda ancha: conexión permanente y velocidad”. El pago por tiempo no encierra complejidades. “El usuario puede no saber cuántos Kb transmite, pero sí cuánto tiempo estuvo conectado. La desventaja es que se pierde una ventaja de la banda ancha: la conexión permanente. Así, pasa a ser un discado, pero mucho más veloz”.

Fullzero Max eligió el pago por tiempo, seguramente, por ser mucho más comprensible para el usuario. De hecho, el precio de la hora excedente apunta decididamente a competir con los accesos públicos (locutorios, cibercafés) cuyos precios se le asemejan y donde se paga por tiempo. El nuevo servicio apunta a personas que se conectan en su trabajo y no necesitan demasiadas horas de acceso residencial. También a quienes acceden en casa por discado, pero concurren a locutorios para usar banda ancha, cuyos beneficios son mayormente lúdicos.

“El modelo permitiría entrar en banda ancha a un segmento que hoy queda fuera por precio. Pero el punto más débil –sostienen los expertos- es el costo del abono telefónico por el ADSL (hasta el momento sólo disponible para abonados de Telefónica). Los $ 30 por la línea ADSL no se diferencian bastante de los $ 35 por una conexión permanente de 256 Kb. Así, el costo mínimo, con ocho horas de conexión mensuales, asciende a $ 45 y el costo máximo (superadas las 30 horas excedentes) es de $ 105.

Obviamente, a todos los precios mencionados hay que sumarles el IVA. En realidad, los precios finales son alrededor de $ 38, 44,50, 57 y 133,40 en Capital federal y ese orden. Resulta llamativo que la propaganda de esos servicios y de banda ancha por cable –cuyas “ofertas” de $ 40 salen 50,80- nunca especifique precios reales.

Por ahora, es difícil que Telefónica baje el precio del ADSL: las ventas siguen en pleno ¿para qué resignar ingresos? Ya habrá tiempo de perfeccionar servicios cuando, al nivel actual, esté cerca de saturarse la demanda.

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