Tsipras bajó la cerviz, ahora decidirá el pueblo
Luego de toda una noche de negociaciones luego de tres días en tira y afloje Grecia terminó por aceptar un ultimátum de Alemania y sus otros acreedores para poder recibir €82.000 millones en rescate y quedar dentro de la Eurozona.
El acuerdo es humillante para Grecia. Tsipras aceptó secuestrar €50.000 millones en activos griegos y ponerlos en un fideicomiso con sede en Atenas pero fuera del control de los griegos. Funcionarios del gobierno griego advirtieron que semejante violación de la soberanía griega no podrá ser aceptada por el parlamento.
El primer ministro griego se tuvo que tragar su orgullo y aceptó planes para una intensa supervisión económica local por los vigilantes del rescate. Eso incluye el FMI y una total reestructuración de la administración pública que llevará a cabo la Comisión Europea. Tsipras debió aceptar una larga lista de promesas económicas para el miércoles como precondición para un posible comienzo de negociaciones formales a fin de esta semana sobre un paquete de financiación que detenga la quiebra de la economía.
Antes de que se difundiera la noticia, en Grecia ya circulaban los temores de que haya una fuerte reacción contra Tsipras quien convocó a un referéndum para que el pueblo se exprese.
La mayor concesión son los € 50.000 millones en fideicomiso que los griegos no pueden tocar.
El documento emitido por la cumbre de Bruselas incluye:
*Reformas a ser ratificadas por el parlamento griego el miércoles 15.
*Grandes reformas en jubilaciones y mercados laborales
*Los acreedores internacionales trabajarán en Atenas y tendrán total control sobre el borrador de la ley.
*Posible transferencia de € 50.000 millones de valiosos activos griegos a un fondo externo para eventuales privatizaciones.
*Posibles conversaciones sobre “negociaciones rápidas sobre una salida de la zona del euro si no prosperan las negociaciones.
