Tras el récord de 2011, las exportaciones no paran de caer

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De 2011 a 2014 se perdieron 16.800 millones de dólares. La merma registrada en las de origen industrial es la causante semejante pérdida en el ingreso de divisas, según DNI.

En el informe número 116 de Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), el director general Marcelo Elizondo cuantifica en 12% la caída de las exportaciones en 2014. Pero aclara que Argentina exhibe ya desde hace tres años resultados que no logran volver a los de 2011 (último récord).

 

El reciente 2014 generó exportaciones por 71.935 millones de dólares (unos 12.000 millones menos que en 2011), además de haber logrado exportaciones más bajas que las de 2013 en casi 10.000 millones de dólares –fueron de 81.600 millones de dólares en 2011-.

 

Comparando con el año del récord (2011) y ante la caída crónica, puede computarse que si las exportaciones argentinas hubiesen sido en 2012, 2013 y 2014 al menos iguales a las que se alcanzaron en 2011, en Argentina hubieran ingresado (en esos tres años sumados) 16.853 millones de dólares más que lo que ingresaron.

 

Desde ese 2011 el menor ingreso de dólares comerciales tiene dos grandes responsables: las MOI, que han generado en 2014, 4.770 millones de dólares menos que en 2011 (como consecuencia de la caída en todos sus rubros, como por ejemplo automotores, químicos, plásticos, máquinas y aparatos, o metales y sus manufacturas); y los productos primarios, que generaron 5.237 millones menos.

 

Las también menguantes exportaciones de combustible, por su parte, produjeron, en 2014, 1.969 millones menos que en 2011. Mientras tanto, las exportaciones de productos manufacturados de origen agropecuario son las únicas que han mantenido niveles similares.

 

Esto lleva a reconocer que todas las exportaciones padecen ante el marco de referencia general (problemas macroeconómicos), que algunos rubros caen pese a la proclamada vocación (ineficaz) de políticas en su favor (los industriales), que otros caen por errores regulatorios (petróleo y energía por un lado y minerales por el otro); y que los productos primarios están sometidos a una doble fuerza negativa (internacional a través de caída de precios, y local por afectaciones regulatorias locales).

 

Mientras, las MOA lucen como las únicas con competitividad para mantener niveles semejantes a los de 2011.

 

El informe

 

Más allá de la caída de las exportaciones en 2014 comparándolas con las de 2013 (12%), la Argentina exhibe ya desde hace tres años resultados que parecen pobres, porque no logran volver al nivel que lograron en 2011, año del ultimo récord. Esto es: mientras en el primer lustro del siglo XXI las exportaciones crecieron sostenidamente (2001/2005), luego en el segundo lustro tuvieron un nivel inicial alto que se desaceleró al final del período (2006/2010), y en el tercer lustro los resultados son definitivamente malos (2011 hasta hoy).

 

La estimación para 2015, además, hace prever que este lustro será el primero en terminar con exportaciones más bajas que en el primer año del período.

 

Desde el primer año hasta el último del primer lustro del siglo XXI las exportaciones argentinas crecieron 13.742 millones de dólares (“punta a punta” del lustro, de 2001 a 2005). Entre el primer y el último año del segundo lustro esa misma cuenta permite descubrir que las exportaciones crecieron 22.044 millones de dólares (entre las cifras de 2006 y 2010). Entre el primer año y el último del tercer lustro (entre las cifras de 2011 y las de 2015) de acuerdo a la previsión de exportaciones para este año, habrán descendido unos 15.000 millones (y estarán en niveles algo más bajos que las de 2010).

 

Las exportaciones argentinas alcanzaron en 2011 el máximo nivel histórico. En ese año, con 83.950 millones de dólares, se sumaron más dólares comerciales que nunca antes.

 

Pero desde 2011 (año de inicio del cepo cambiario) las exportaciones han descendido de modo considerable. El reciente año 2014 generó exportaciones por 71.935 millones de dólares (unos 12.000 millones menos que en 2011, además de haber logrado exportaciones más bajas que las de 2013 en casi 10.000 millones de dólares –fueron de 81.600 millones de dólares en 2011- ).

 

Si las exportaciones argentinas hubiesen sido en 2012, 2013 y 2014 al menos iguales a las que se alcanzaron en 2011, en Argentina hubieran ingresado en esos tres años 16.853 millones de dólares más que lo que ingresaron en estos tres años.

 

Entre los manufacturados, las MOA “empatan” en 2014 con sus resultados en 2011, pero las MOI caen fuertemente

 

Lo relevante de este fenómeno es qué incidencia han tenido los diversos rubros para que la caída haya sido de tal magnitud.

 

Si se toman como referencia los principales rubros de exportaciones (aquellos que superan los 1.000 millones de dólares al año en alguno de los años medidos -2011 o 2014- ), hay ciertos rubros (pocos) que –considerando nominalmente al cantidad de dólares generados- han mejorado sus ventas externas –pese a la caída general- desde aquel primer año de la segunda década del siglo. Ellos son los residuos de la industria alimenticia (pellets y harinas), pieles y cueros, bebidas alcohólicas y los pescados.

 

Mientras, han descendido significativamente las exportaciones de cereales, grasas y aceites, semillas oleaginosas, material de transporte, metales comunes y sus manufacturas, carburantes y mineral de cobre.

 

Una primera lectura que pude efectuarse es que, a cuatro años de iniciada la década (y, puede decirse, en el tiempo que ha transcurrido del actual mandato presidencial, que se inició en 2011), sólo 4 rubros pertenecientes al sector “agroproductor” han logrado incrementos.

 

En ese sentido, es de destacar que los pellets o residuos de la industria alimenticia han logrado en 2014 más de 2.800 millones de dólares más que en 2011. Incluso, de entre los que caen, los de menor descenso son también productos de origen agropecuario (carnes o lácteos).

 

Por supuesto, hay otros productos de origen agropecuario que muestran gran caída a la vez, como los cereales, las frutas, o las oleaginosas (son los tres rubros de mayor caída en general, comparando 2014 con 2011).

 

Paradójicamente, así como solo algunos rubros de origen agropecuario crecen, son del mismo origen esos tres rubros de mayor descenso. Son casi 7.000 millones de dólares menos los generados por esos tres rubros de mayor caída nominal en 2014 comparándolo con 2011 (mientras el incremento de los que exportaron – en la lista computada- más en 2014 que en 2011, apenas supera los 4.000 millones de dólares de ganancia).

 

Sin embargo, y por otro lado, todos los rubros industriales de significación en las exportaciones descienden en sus exportaciones (automotriz, químicos, plásticos, máquinas y aparatos, metales, etc.). También muestran descensos los rubros referidos a la energía.

 

En términos nominales debe señalarse la caída en las exportaciones de origen industrial, que de 28.914 millones de dólares generados en 2011 caen a sólo 24.144 millones (habían sido de 28.407 en 2013). Las MOI, de este modo han generado en 2014, 4.770 millones de dólares menos que en 2011 (año del récord)

 

Las exportaciones de productos manufacturados de origen agropecuario pasaron de 28.191 millones de dólares en 2011 a 28.153 (sin mayor cambio, algo que también ocurre comparándolo con 2013, cuando alcanzaron 28.938 millones de dólares); a la vez que las exportaciones de productos primarios pasaron de 20.214 millones en 2011 a 14.977 millones en 2014 (habían sido de 18.654 millones en 2013). Se trata de una caída de 5.237 millones en la generación de dólares comerciales por parte de los productos primarios.

 

Finalmente las exportaciones de combustible y energía cayeron de 6.629 millones en 2011 a 4.660 millones en 2014 (habían sido de 5.658 en 2013). Este rubro generó en 2014 1.969 millones menos que en 2011.

 

Evaluaciones sobre los resultados

 

Conforme se observa en los resultados comparados, mientras los productos manufacturados de origen agropecuario son los únicos que mantienen niveles equivalentes desde 2011 (año del último record de exportaciones en general), todos los demás muestran resultados que califican mal la performance.

 

Ahora bien: si en lugar de medir dólares generados se analizan los sectores en sí, y se compara su evolución en términos porcentuales, se destaca que desde 2011 han logrado crecer las pieles y cueros (139%) y las bebidas alcohólicas (duplicando sus exportaciones). Y las caídas más destacadas son las de gas de petróleo (cae a casi la mitad) y las de cereales, y las grasas y aceites.

 

Claramente, nos hallamos ante resultados insatisfactorios, y con mucho peor performance en el sector que se supone que las políticas públicas dicen querer apoyar (industrial), y con algunos casos de gran relevancia en la caída de dólares generados, lo que tiene impacto en la situación cambiaria además de la productiva y comercial.

 

Por lo tanto, puede decirse que la performance general de las exportaciones, con tres años por debajo del nivel de 2011, es insatisfactoria; y que para entender ese resultado hay que destacar que las exportaciones industriales, las de productos primarios y las de combustibles y energía son grandes responsables en el menor ingreso de dólares comerciales en Argentina en el período evaluado 

 

Conclusión final. (escasean dólares comerciales: hay algunos que son “más responsables” que otros en esa escasez)

 

Por ende, en términos de evaluación final, debe destacarse que desde 2011 (año del récord exportador y del quiebre de la curva ascendente de exportaciones), se observa que –entre las MOA- las grasas y aceites y los cereales han sufrido caídas por sumas muy relevantes (unos 2.700 y 2-400 millones de dólares menos en 2014 que en 2011) además de la caída en las oleaginosas (unos 1.600 millones); que, entre los industriales, el material de transporte y los metales y sus manufacturas han caído de manera importante (más de 1.000 millones y casi 700 millones de dólares respectivamente), además de los químicos (caen caso 500 millones); que los minerales también muestran un descenso preocupante (unos 570 millones menos en el caso del mineral de cobre); que todo el complejo generador de energía exhibe descensos (destacándose las bajas del petróleo crudo y los carburantes, con 550 y 690 millones de caída respectivamente); y que sólo se puede reconocer que algunos productos de origen agropecuario se han adaptado a las complejas circunstancias y han mostrado resultados crecientes o de menores caídas (9 de los 10 rubros con mejor resultado en la lista total analizada son de origen agropecuario).

 

Esto lleva a reconocer que todas las exportaciones están ante dificultes relativas al marco de referencia general (problemas macroeconómicos -inflación, atraso cambiario, sobreregulación, alta presión tributaria, etc.- e ineficiente acción internacional de apertura de mercados), que algunos rubros padecen caídas pese a la proclamada vocación de políticas en su favor, que, según los resultados, es, por eso, a todas luces ineficaz (los industriales), que otros caen como consecuencia de errores regulatorios (petróleo y energía por un lado y minerales por el otro); y que los productos primarios están sometidos a una doble fuerza negativa (internacional a través de caída de precios, y local por afectaciones regulatorias locales).

 

Mientras, pese a que no es el sector con mayores beneficios, la producción de alimentos sigue mostrándose como la que más capacidad de acción comercial internacional tiene, la única que mantiene niveles parecidos, y la que evidencia cierta competitividad para mantener estabilizados sus resultados

 

 

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