Se apartó la jueza que investigaba el caso de la valija, que deja malparado al gobierno

La magistrada subrogante Marta Novatti alegó "razones de decoro y delicadeza" por las críticas manifestadas en su contra. Apuntó contra el titular de la aduana. La cuestión se complica y podría haber más renuncias, empezando por Enarsa.

10 agosto, 2007

La investigación por el ingreso al país de un ítalovenezolano con una valija con US$ 790.500 sin declarar se quedó hoy sin juez, ya que la jueza en lo penal económico se excusó de seguir entendiendo en la causa. Fuentes judiciales confirmaron la decisión se debe a críticas manifestadas por el titular de la aduana, Ricardo Echegaray.

En un comunicado, Novatti negó manifestaciones vertidas por Echegaray, según quien la magistrada había abierto sólo un sumario administrativo. Por tanto, era responsable de que no se hubiera detenido al empresario. El jueves, la fiscal fiscal María Luz Rivas había presentado denuncia contra Guido Antonini Wilson por presunto contrabando.

Tras la excusación de Novatti, la causa quedó radicada momentáneamente en el juzgado número ocho, a cargo de Diego Sisman. Éste debe resolver si la acepta. En caso contrario, la cámara tendrá la última palabra.

En el plano político, Néstor Kirchner echó a Uberti, hombre clave del ministro Julio de Vido y ahora ex director de control en concesiones viales. Su error: compartir un pequeño avión con Antonini. Por otra parte, nadie le cree el gobierno cuando lo califica de “desconocido”. Era lo bastante allegado a Ezequiel Espinosa -hombre de Vido y todavía presidente de Enarsa-, que lo invitó al fatal vuelo. Todo esto preocupa a Cristina Kirchner, pues deteriora la imagen del oficialismo y sus posibilidades de ganar en octubre sin necesidad de segunda vuelta.

En cuanto a la valija, debió pesar bastante: llevaba 7.905 billetes de cien, una suma que generalmente no se porta encima. Para eso existe una amplia gama de instrumentos financieros a disposición de gente tan próspera como Antonini o Felisa Miceli .

La situación del ministro de planeamiento no es cómoda. Roberto Lavagna, Margarita Stolbizer, Liliana Carrió y casi todo el arco opositors –inclusive menemistas expertos en mover dinero por el mundo- exigen la dimisión de de Vido. Pero el ministro debe ahora cuidarse de la candidata presidencial, cada día más irritada con el entorno provinciano de su esposo. Volviendo a los dólares, resulta llamativo que Antonini haya tenido nexos con una empresa del ex grupo Yabrán, relacionada con las célebres valijas de Amira Yoma. Dejando de lado aspectos pintorescos, Kirchner mismo sale malparado, a causa de sus amigos santacruceños.

La investigación por el ingreso al país de un ítalovenezolano con una valija con US$ 790.500 sin declarar se quedó hoy sin juez, ya que la jueza en lo penal económico se excusó de seguir entendiendo en la causa. Fuentes judiciales confirmaron la decisión se debe a críticas manifestadas por el titular de la aduana, Ricardo Echegaray.

En un comunicado, Novatti negó manifestaciones vertidas por Echegaray, según quien la magistrada había abierto sólo un sumario administrativo. Por tanto, era responsable de que no se hubiera detenido al empresario. El jueves, la fiscal fiscal María Luz Rivas había presentado denuncia contra Guido Antonini Wilson por presunto contrabando.

Tras la excusación de Novatti, la causa quedó radicada momentáneamente en el juzgado número ocho, a cargo de Diego Sisman. Éste debe resolver si la acepta. En caso contrario, la cámara tendrá la última palabra.

En el plano político, Néstor Kirchner echó a Uberti, hombre clave del ministro Julio de Vido y ahora ex director de control en concesiones viales. Su error: compartir un pequeño avión con Antonini. Por otra parte, nadie le cree el gobierno cuando lo califica de “desconocido”. Era lo bastante allegado a Ezequiel Espinosa -hombre de Vido y todavía presidente de Enarsa-, que lo invitó al fatal vuelo. Todo esto preocupa a Cristina Kirchner, pues deteriora la imagen del oficialismo y sus posibilidades de ganar en octubre sin necesidad de segunda vuelta.

En cuanto a la valija, debió pesar bastante: llevaba 7.905 billetes de cien, una suma que generalmente no se porta encima. Para eso existe una amplia gama de instrumentos financieros a disposición de gente tan próspera como Antonini o Felisa Miceli .

La situación del ministro de planeamiento no es cómoda. Roberto Lavagna, Margarita Stolbizer, Liliana Carrió y casi todo el arco opositors –inclusive menemistas expertos en mover dinero por el mundo- exigen la dimisión de de Vido. Pero el ministro debe ahora cuidarse de la candidata presidencial, cada día más irritada con el entorno provinciano de su esposo. Volviendo a los dólares, resulta llamativo que Antonini haya tenido nexos con una empresa del ex grupo Yabrán, relacionada con las célebres valijas de Amira Yoma. Dejando de lado aspectos pintorescos, Kirchner mismo sale malparado, a causa de sus amigos santacruceños.

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