Riesgo de una recesión mundial

Tras los ataques contra EE.UU., importantes economistas consideran que disminuirá el consumo estadounidense, “que representa 15% del PBI mundial”. La Argentina sería una de la economías más vulnerables.

12 septiembre, 2001

(NA). – Los atentados que golpearon el corazón económico de Estados Unidos propagaron su onda de choque por el todo el mundo, aumentando el espectro de una recesión en el planeta a causa de la importancia del consumo en la primera potencia mundial.

Ya fragilizada por la caída de la inversión de las empresas, que provocó desde principios de 2001 una fuerte disminución de la actividad, la economía estadounidense había escapado hasta ahora a la recesión gracias al consumo interno.

La reacción de la población a los atentados de Nueva York y Washington cambiará previsiblemente ese escenario.

“La economía estadounidense se encuentra en una fase más bien delicada, porque los consumidores han mantenido su gasto a pesar del declive económico”, declaró el financiero George Soros al margen de un foro sobre las relaciones internacionales, en Pekín.

“Había ya signos que indicaban que los consumidores empezaban a ser más prudentes y eso es una enorme conmoción para todo el mundo. Pienso que ello afectará el consumo y podría empujar la economía hacia una recesión”, aventuró el financiero de origen húngaro.

“El riesgo de recesión ha crecido significativamente”, declaró a la AFP Christian de Boissieu, profesor de economía de la universidad francesa de la Sorbona.

“Habrá un enfriamiento a causa de la angustia. Todos los comportamientos de consumo disminuirán”, opinó Jean-Paul Betbeze, jefe economista del francés Crédit Lyonnais.

Christian de Boissieu pronostica por su lado “una suba de las tasas de ahorro” en Estados Unidos, un indicador que será escrutado en las próximas semanas, así como el nivel de
endeudamiento privado, que ya alcanzó un nivel récord.

“Desde hace cinco años, el motor del comercio internacional es el consumo estadounidense, que representa 15% del PBI mundial”, explica Emmanuel Ferry, analista de la compañía bursátil Exane.

Una entrada en recesión de la economía estadounidense, verdadera “correa de transmisión” del consumo mundial, afectaría en consecuencia un gran número de países.

“Todas las zonas económicas son tributarias de la coyuntura interna en Estados Unidos. El proceso de contagio en curso desde hace un año se verá amplificado”, añade Emmanuel Ferry.

Los primeros países afectados serán los grandes exportadores: Alemania, Japón, Corea del Sur, Singapur o Taiwán. “Esta catástrofe tendrá consecuencias terriblemente negativas para el panorama económico”, reaccionó el presidente sudcoreano Kim Dae-Jung.

“La situación es muy, muy grave”, añadió el ministro japonés de Economía, Takeo Hiranuma.
“Hemos entrado en una desaceleración global, pero una desaceleración muy diferente”, matizó Jean-Paul Betzebe. “El riesgo de los países emergentes será superior al riesgo europeo”, añadió, citando a Brasil, la Argentina, México o Turquía como los más vulnerables.

“La idea de una recesión en Europa ganará en probabilidad”, estimó por su lado Emmanuel Ferry, mientras que todos los economistas interrogados por la AFP señalaron que iban a revisar a la baja sus previsiones para la zona euro.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, descartó la hipótesis de una recesión en Europa, aunque consideró que “la desaceleración económica” será más pronunciada.

(NA). – Los atentados que golpearon el corazón económico de Estados Unidos propagaron su onda de choque por el todo el mundo, aumentando el espectro de una recesión en el planeta a causa de la importancia del consumo en la primera potencia mundial.

Ya fragilizada por la caída de la inversión de las empresas, que provocó desde principios de 2001 una fuerte disminución de la actividad, la economía estadounidense había escapado hasta ahora a la recesión gracias al consumo interno.

La reacción de la población a los atentados de Nueva York y Washington cambiará previsiblemente ese escenario.

“La economía estadounidense se encuentra en una fase más bien delicada, porque los consumidores han mantenido su gasto a pesar del declive económico”, declaró el financiero George Soros al margen de un foro sobre las relaciones internacionales, en Pekín.

“Había ya signos que indicaban que los consumidores empezaban a ser más prudentes y eso es una enorme conmoción para todo el mundo. Pienso que ello afectará el consumo y podría empujar la economía hacia una recesión”, aventuró el financiero de origen húngaro.

“El riesgo de recesión ha crecido significativamente”, declaró a la AFP Christian de Boissieu, profesor de economía de la universidad francesa de la Sorbona.

“Habrá un enfriamiento a causa de la angustia. Todos los comportamientos de consumo disminuirán”, opinó Jean-Paul Betbeze, jefe economista del francés Crédit Lyonnais.

Christian de Boissieu pronostica por su lado “una suba de las tasas de ahorro” en Estados Unidos, un indicador que será escrutado en las próximas semanas, así como el nivel de
endeudamiento privado, que ya alcanzó un nivel récord.

“Desde hace cinco años, el motor del comercio internacional es el consumo estadounidense, que representa 15% del PBI mundial”, explica Emmanuel Ferry, analista de la compañía bursátil Exane.

Una entrada en recesión de la economía estadounidense, verdadera “correa de transmisión” del consumo mundial, afectaría en consecuencia un gran número de países.

“Todas las zonas económicas son tributarias de la coyuntura interna en Estados Unidos. El proceso de contagio en curso desde hace un año se verá amplificado”, añade Emmanuel Ferry.

Los primeros países afectados serán los grandes exportadores: Alemania, Japón, Corea del Sur, Singapur o Taiwán. “Esta catástrofe tendrá consecuencias terriblemente negativas para el panorama económico”, reaccionó el presidente sudcoreano Kim Dae-Jung.

“La situación es muy, muy grave”, añadió el ministro japonés de Economía, Takeo Hiranuma.
“Hemos entrado en una desaceleración global, pero una desaceleración muy diferente”, matizó Jean-Paul Betzebe. “El riesgo de los países emergentes será superior al riesgo europeo”, añadió, citando a Brasil, la Argentina, México o Turquía como los más vulnerables.

“La idea de una recesión en Europa ganará en probabilidad”, estimó por su lado Emmanuel Ferry, mientras que todos los economistas interrogados por la AFP señalaron que iban a revisar a la baja sus previsiones para la zona euro.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, descartó la hipótesis de una recesión en Europa, aunque consideró que “la desaceleración económica” será más pronunciada.

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