<p>Algo apresuradamente, en una disertación ante otros banqueros centrales (Wyoming, 27 de agosto), BB confesó que, sola, la RF “ya no puede mantener en marcha a ritmo estable la discreta recuperación. Expandir la economía en forma apropiada y efectiva exige respuestas a una amplia gama de instancias, inclusive en el sector privado”. <br />
<br />
No obstante, el funcionario insistió en que ciertos instrumentos de política monetaria –inclusive compras de activos- pueden resultar útiles. Pero varios analistas temen que los efectos de estímulos cuantitativos no alcancen. Por ende, la política fiscal debiera desempeñar un papel mayor. Esto será evidente si, como se espera, en agosto se enfriaron -más que en julio- la retoma de trabajadores, la reacción industrial y la compra de viviendas.<br />
<br />
“Existen factores de costo-beneficio en las futuras acciones de la RF que chocarán con la filosofía durante la crisis 2007/09”, afirma el conservador John Taylor. Este ideólogo de Stanford –su único aporte fue una fórmula matemática todavía popular en algunos emisores- sostuvo, este fin de semana, que “las ventajas de flexibilizar aun más los estímulos cuantitativos serán mínimas”. <br />
<br />
Ahora, todos esperan el informe de agosto que divulgará el viernes próximo el departamento federal de trabajo. En general, se supone que las planillas laborales aumentaron en 47.000, contra 71.000 en julio. Por su parte, el desempleo habrá pasado de 9,5 a 9,6% de la población activa. Malas noticias para Barack Obama, en vísperas de elecciones de medio mandato y con encuestas nada favorables para la Casa Blanca.<br />
<br />
Durante la última reunión (10 de agosto), el comité de política monetaria, RF, impuso un piso a sus tenencias de activos privados. Objeto: que el balance del banco central no se contraiga en US$ 400.000 millones a fin de de 2011. Al respecto, Alan Blinder –otrora vice de la RF- define esos instrumentos no convencionales como “parientes indeseables para el banco central”. Al igual que Taylor, ese experto piensa como contador, no como economista.<br />
</p>
Reserva Federal: creciente escepticismo sobre su acción
Benjamin Bernanke, presidente del emisor, recibirá otra serie poco grata de informes con síntomas de debilidad económica. Pero, esencialmente, sembrarán dudas sobre si su equipo puede evitar una recaída en recesión, o sea el temido efecto W.