Rechazo por la suspensión de los planes de competitividad

El empresariado y los gremios manifestaron un unánime desacuerdo respecto de la decisión del Gobierno de dar marcha atrás con esas medidas, que establecían beneficios impositivos.

11 diciembre, 2001

(NA). – Industriales, empresas del sector automotriz, entidades rurales y hasta sindicalistas, expresaron hoy (martes 11) un unánime rechazo a la decisión del Gobierno de dar marcha atrás con los planes de competitividad y advirtieron que esta medida podría provocar “miles de despidos” y “profundizará la recesión”.

En ese sentido se manifestaron José Ignacio de Mendiguren (Unión Industrial Argentina); Alberto Alvarez Gaiani (Cámara de Industrias Alimenticias); Manuel Cabanellas (Confederaciones Rurales); Daniel Dragún (Smata) y empresarios vinculados a la
industria automotriz.

Los empresarios reaccionaron con críticas al anuncio que formuló el fin de semana pasado el ministro de Economía, Domingo Cavallo, de eliminar los planes de competitividad que establecían beneficios impositivos.

El titular de la UIA dijo que los planes “no habían resuelto las cosas de forma inmediata, pero le daban una esperanza al productor argentino de que se empezaba a contemplar el
problemas”.

Señaló que “las causas que existían hace cuatro meses para poner estos planes, hoy son mucho peores”, y agregó que “ahora son mucho más justificables que en aquel momento”.

Advirtió, además, que “el deterioro avanza a una velocidad tan grande que no se sale con dósis homeopáticas” y agregó que “se deben tomar medidas en forma simultánea, armónica y dentro de un plan que permita corregir las tendencias”.

“Creemos que la reactivación es fundamental y el equilibrio fiscal debe buscarse vía el crecimiento económico y no por otro camino”, señaló el empresario en declaraciones radiales.

Alberto Alvarez Gaiani, titular de la Copal, entidad que reúne a industrias alimenticias, manifestó su “preocupación” y “sorpresa” por la decisión del Gobierno de suspender los planes de competitividad y aseguró que “estas marchas y contramarchas dan mucha incertidumbre”.

“Elaborar estos planes llevó mucho tiempo y esfuerzo como para que de un día al otro se decida su caducidad”, se quejó el empresario.

Por otra parte, Alvarez Gaiani indicó que algunos sectores de la industria alimenticia atraviesan una “crítica situación” y en tal sentido precisó que “en los primeros cuatro días de la semana pasada la venta de leche cayó entre 10 y 15%”.

El ejecutivo criticó a Cavallo porque “fue él quien creó estos planes y también quien anunció su posible suspensión”.

Alvarez Gaiani –quien integra la cúpula de la Unión Industrial Argentina– aseveró que “no podemos seguir con esta imagen de inseguridad jurídica hacia toda inversión y plan de producción por parte de las empresas” y agregó que “es imposible cambiar todo en forma periódica”.

En declaraciones radiales, dijo que la Argentina “está en el límite como para aplicar un ajuste más” y señaló que “hay muchas formas de devaluar, puede buscarse un sistema de tipo de cambio comercial para importadores y exportadores y mantener el uno a uno en el mercado interno”.

La Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes expresó su “preocupación y desconcierto” por la eliminación de los planes y dijo que “reduce las posibilidades de competir, profundiza la recesión y aumentará el desempleo”.

Además, aseguró que esta decisión constituye “otro golpe a la credibilidad de las Argentina como país”.

“Ahora se pretende modificar nuevamente las reglas de juego, generando una situación de incertidumbre aún mayor a la generada por la actual coyuntura”, sostuvo la entidad.

Asimismo, remarcó que “las pocas inversiones que se están analizando para el sector automotriz se ven amenazadas por los cambios permanentes en el marco jurídico”.

En este año, precisó la Afac se perdieron 12.000 puestos de trabajo como consecuencia de la “fuerte caída del mercado interno y la desmejora cambiaria frente a países competidores”.

Por otra parte, fuentes del sector automotriz advirtieron que la suspensión de los planes de competitividad “compromete a miles de empleados de las terminales”.

Las terminales locales emplean en la actualidad a unas 18 mil personas.

“El cambio de las reglas de juego, que se había firmado el 23 de mayo pasado y que ni siquiera llegaron a implementarse, complican seriamente la situación de las terminales”, sostuvieron voceros del sector.

Advirtieron que “entre 80 y 90% de la producción se destina al Brasil, pero si no tenemos precios competitivos nos van a dejar de comprar, nosotros vamos a dejar de producir y eso significarán despidos”.

En tanto que el secretario de Prensa y Difusión del Sindicato de Mecánicos y Afines (Smata) seccional Córdoba, Daniel Dragún, advirtió que esto pone a las terminales ante una situación de “negociación más dura con sus empleados o peor aún”.

Reconoció que esto “cambia absolutamente todo los regímenes laborales que habíamos negociado con las automotrices”.

Dragún precisó que las terminales están funcionando a 15% de su capacidad operativa, no solo por la crisis sino también por la cercanía del período estival.

El titular de CRA, Manuel Cabanellas, sostuvo que “no puede ser que paguen siempre los que trabajan y producen”.

Aclaró que “para nosotros no se trata ni de planes de competitividad ni de beneficios fiscales porque son impuestos que no existen en ninguna otra parte del mundo”.

(NA). – Industriales, empresas del sector automotriz, entidades rurales y hasta sindicalistas, expresaron hoy (martes 11) un unánime rechazo a la decisión del Gobierno de dar marcha atrás con los planes de competitividad y advirtieron que esta medida podría provocar “miles de despidos” y “profundizará la recesión”.

En ese sentido se manifestaron José Ignacio de Mendiguren (Unión Industrial Argentina); Alberto Alvarez Gaiani (Cámara de Industrias Alimenticias); Manuel Cabanellas (Confederaciones Rurales); Daniel Dragún (Smata) y empresarios vinculados a la
industria automotriz.

Los empresarios reaccionaron con críticas al anuncio que formuló el fin de semana pasado el ministro de Economía, Domingo Cavallo, de eliminar los planes de competitividad que establecían beneficios impositivos.

El titular de la UIA dijo que los planes “no habían resuelto las cosas de forma inmediata, pero le daban una esperanza al productor argentino de que se empezaba a contemplar el
problemas”.

Señaló que “las causas que existían hace cuatro meses para poner estos planes, hoy son mucho peores”, y agregó que “ahora son mucho más justificables que en aquel momento”.

Advirtió, además, que “el deterioro avanza a una velocidad tan grande que no se sale con dósis homeopáticas” y agregó que “se deben tomar medidas en forma simultánea, armónica y dentro de un plan que permita corregir las tendencias”.

“Creemos que la reactivación es fundamental y el equilibrio fiscal debe buscarse vía el crecimiento económico y no por otro camino”, señaló el empresario en declaraciones radiales.

Alberto Alvarez Gaiani, titular de la Copal, entidad que reúne a industrias alimenticias, manifestó su “preocupación” y “sorpresa” por la decisión del Gobierno de suspender los planes de competitividad y aseguró que “estas marchas y contramarchas dan mucha incertidumbre”.

“Elaborar estos planes llevó mucho tiempo y esfuerzo como para que de un día al otro se decida su caducidad”, se quejó el empresario.

Por otra parte, Alvarez Gaiani indicó que algunos sectores de la industria alimenticia atraviesan una “crítica situación” y en tal sentido precisó que “en los primeros cuatro días de la semana pasada la venta de leche cayó entre 10 y 15%”.

El ejecutivo criticó a Cavallo porque “fue él quien creó estos planes y también quien anunció su posible suspensión”.

Alvarez Gaiani –quien integra la cúpula de la Unión Industrial Argentina– aseveró que “no podemos seguir con esta imagen de inseguridad jurídica hacia toda inversión y plan de producción por parte de las empresas” y agregó que “es imposible cambiar todo en forma periódica”.

En declaraciones radiales, dijo que la Argentina “está en el límite como para aplicar un ajuste más” y señaló que “hay muchas formas de devaluar, puede buscarse un sistema de tipo de cambio comercial para importadores y exportadores y mantener el uno a uno en el mercado interno”.

La Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes expresó su “preocupación y desconcierto” por la eliminación de los planes y dijo que “reduce las posibilidades de competir, profundiza la recesión y aumentará el desempleo”.

Además, aseguró que esta decisión constituye “otro golpe a la credibilidad de las Argentina como país”.

“Ahora se pretende modificar nuevamente las reglas de juego, generando una situación de incertidumbre aún mayor a la generada por la actual coyuntura”, sostuvo la entidad.

Asimismo, remarcó que “las pocas inversiones que se están analizando para el sector automotriz se ven amenazadas por los cambios permanentes en el marco jurídico”.

En este año, precisó la Afac se perdieron 12.000 puestos de trabajo como consecuencia de la “fuerte caída del mercado interno y la desmejora cambiaria frente a países competidores”.

Por otra parte, fuentes del sector automotriz advirtieron que la suspensión de los planes de competitividad “compromete a miles de empleados de las terminales”.

Las terminales locales emplean en la actualidad a unas 18 mil personas.

“El cambio de las reglas de juego, que se había firmado el 23 de mayo pasado y que ni siquiera llegaron a implementarse, complican seriamente la situación de las terminales”, sostuvieron voceros del sector.

Advirtieron que “entre 80 y 90% de la producción se destina al Brasil, pero si no tenemos precios competitivos nos van a dejar de comprar, nosotros vamos a dejar de producir y eso significarán despidos”.

En tanto que el secretario de Prensa y Difusión del Sindicato de Mecánicos y Afines (Smata) seccional Córdoba, Daniel Dragún, advirtió que esto pone a las terminales ante una situación de “negociación más dura con sus empleados o peor aún”.

Reconoció que esto “cambia absolutamente todo los regímenes laborales que habíamos negociado con las automotrices”.

Dragún precisó que las terminales están funcionando a 15% de su capacidad operativa, no solo por la crisis sino también por la cercanía del período estival.

El titular de CRA, Manuel Cabanellas, sostuvo que “no puede ser que paguen siempre los que trabajan y producen”.

Aclaró que “para nosotros no se trata ni de planes de competitividad ni de beneficios fiscales porque son impuestos que no existen en ninguna otra parte del mundo”.

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