<p>Produciendo o armando partes y equipos en el sudeste de Asia o Sudamérica, la empresa eliminaba cientos de millones de dólares en gastos de planta. Al mismo tiempo, se sentía razonablemente segura de que sus productos mantuvieran apropiados parámetros de calidad.<br />
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Recientemente, empero, NCR viene abandonando esa estrategia, al menos en parte. El año pasado, la empresa resolvió reasumir responsabilidad directa por una de sus líneas de vanguardia, encomendada a Flextronics Brasil, y la reinstaló en Georgia.<br />
¿Cuál era el motivo? Simple: la tercerización ponía demasiada distancia entre diseñadores, ingenieros, expertos en informática, usuarios y el proceso mismo de manufactura. Se había creado una serie de compartimientos estancos que, potencialmente, demoraban procesos y no satisfacían las exigencias de los bancos clientes.<br />
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“Esta tendencia va a seguir”, observa Peter Dorsman, vicepresidente de operaciones globales. El ejecutivo ha sido consultado por docenas de compañías que contemplan iniciativas similares. Los cambios en NCR aumentan posibilidades de que las industrias estadounidenses tomen en serio la “destercerización” de bienes y procesos. Hasta cierto punto, poco a poco parece revertirse la larga ola iniciada con los años 90.<br />
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Semanas atrás, Jeffrey Immelt (General Electric) exhortaba a los empresarios a producir más en el país. Por cierto, GE acababa de anunciar dos plantas en Nueva York (baterías de alta densidad) y Kentucky (calentadores de agua híbridos). También Dow Chemical recomienda volver a la industria local.<br />
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Los cínicos podrán sospechar que esos pronunciamientos buscan el favor de Barack Obama y su gobierno. En efecto, a Washington lo preocupa el tema tanto como para haber nombrado a Ronald Bloom –ex banquero de inversión- como asesor ejecutivo en la materia. Por otra parte, todavía muchos puestos laborales o profesionales “se exportan” al otro lado del Pacífico.<br />
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Por ejemplo, Whirlpool, ex marca de GE, recientemente cerró una planta en Indiana y la mudó a México, donde la mano de obra no calificada es barata. En servicios financieros e informática continúa la migración de puestos –no de personas- a India. IBM sola emplea más de 90.000 profesionales en Bangalur, el Silicon Valley indio, asignados a tercerización.<br />
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Sin embargo, la movida destercerizadora no es un factor de corto plazo ni una aberración oportunista. Por ejemplo, altos costos de transporte, salarios en ascenso e insumos se encarecen en China desde 2007. Como luego sucederá en India o Brasil, ese proceso refleja un producto bruto interno que, tras breve pausa, se acerca nuevamente a 10% anual. Estas tendencias asustan a las empresas occidentales. <br />
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Producción industrial que retorna a Estados Unidos
Durante veinte años, National Cash Register siguió a la manada. Como tantas compañías norteamericanas grandes, tercerizaba para recortar costos fabriles. En general, la marca de cajas registradoras apelaba a Flextronics International, Singapur.