<p>La situación seguirá empero tensa hasta que Bruselas (Unión Europea) y Luxemburgo –Eurogrupo, ministros de hacienda de los veintisiete- asuman responsabilidades directas en el descalabro heleno, junto con la Eurozona, los dieciséis adherentes a la moneda común. Después de todo, han cometido gruesos errores ante un Banco Central Europeo pasivo que miraba desde Fráncfort.<br />
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Los hechos están a la vista. De un mes al otro, Atenas elevó de 7,7 a 12,7% la incidencia del déficit fiscal en el producto bruto interno. Entretanto, la deuda externa avanzará de 99 a 135% del PBI entre fines de 2009 y de 2010. Por supuesto, los títulos públicos se desplomaban hasta la aparición de la Eurozona en escena.<br />
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No sin algo de razón, el gobierno acusa a especuladores internacionales, empezando por los fondos buitres que coordina Charles Dallara desde el Instituto de Finanzas Internacionales. No es casual que un allegado al “lobby”, Jacques Blanchard –ejecutivo del Fondo Monetario Internacional-, haya sugerido rebajas salariales en Grecia, Portugal, España e Irlanda, para calmar a los mercados de riesgo.<br />
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Todavía sin descender a la tierra, los griegos prometen para 2012 un déficit de apenas 3% en términos de PBI, cifra que la CE, mucho más realista, lleva a 13%… para 2011. Entretanto, parte de la comisión teme que un colapso heleno arrase con los otros tres socios en peligro y apoya un salvamento de amplios alcances. Otros no quieren alentar maniobras con el balance de pagos. Es la postura de las agencias calificadoras Standard & Poor’s, Moody’s Investors Service y Fitch Ratings.<br />
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Ahora, una intervención masiva presupone dos actos de la UE: un empréstito temporario –quizá vía bancos privados- y un fondo con participación y garantías gubernamentales. Por supuesto, ello involucra al BCE y los bancos centrales de los “once”, o sea los emisores ajenos a la Eurozona.<br />
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Eso implica volver a una idea lanzada por Jacques Delors en 1992, los eurobonos. En su momento, el esquema contaba con respaldo de Romano Prodi, Giulio Tremonti (hoy Banca d’Italia), Gerhard Schröder y otros. Estos títulos “multisoberanos” pagarían rentas bajas y podrían colocarse entre países con altas reservas internacionales disposibles. Por caso, China.<br />
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Cabe subrayar otro detalle: una catástrofe griega puede contagiarse al mayor miembro en aprietos en la Eurozona. Se trata de España, cuyo 18% de de desempleo evidencia una economía real en riesgo sistémico.<br />
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Grecia, la papa caliente en el flanco de la Eurozona
Al fin, la Comisión Europea auspicia una intervención del Eurogrupo en las finanzas griegas. Nadie toma en serio, por otro lado, al funcionario del FMI que recomendó bajar sueldos en ese país, España, Portugal e Irlanda para calmar a los mercados.