<p>Antes que el proyecto para convertir en ley las retenciones móviles, contenidas en las resoluciones 125 y 144 del Ministerio de Economía, entrara en el Congreso de la Nación, la Casa Rosada decidió ponerse al día con las provincias que, como Córdoba, no acompañaron el enfrentamiento que propuso el gobierno con los productores agropecuarios. </p><p>Es que la estrategia de los Kirchner incorporó el tratamiento legislativo de la controversia, con lo que en vez de “tomar lista” de quiénes estuvieron de su lado en las movilizaciones y anuncios unilaterales de medidas, ahora la prioridad será revalidar las alianzas parlamentarias para imponer su absoluta mayoría como bloque oficialista.</p><p>El gobernador Juan Carlos Schiaretti, quien más se rebeló ante la postura del matrimonio presidencial hacia los productores, recibió $ 18,5 millones por refuerzo alimentario, que se sumaron a los $ 8 millones que le habían girado para el incentivo docente. También se ministro de Obras Públicas, Hugo Testa, obtuvo una promesa del Ministerio de Planificación Federal de que se pondrían al día con las transferencias de recursos que le estaban debiendo.</p><p>Nada más que por acreencias previsionales, Córdoba reclama $ 1.600 millones y amenaza con ir a la Justicia.</p><p>Pero la Docta le tiene reservado al poder central otra sorpresa que se develará el domingo próximo: la elección de intendente en Río Cuarto, que aunque pondrá en juego cargos comunales de interés sólo local, asumirá el carácter de plebiscito nacional por tratarse de la ciudad del interior del país más importante en cuanto a la incidencia agraria en la vida política.</p><p>La característica electoral de esta plaza es haber jugado en los comicios pasados para Schiaretti en el orden provincial y luego a Lavagna en el nacional. Y si el actual gobernador cordobés logró imponer una leve diferencia sobre Luis Juez fue por el voto del interior de la provincia, sobre todo de Río Cuarto. En setiembre del año pasado, el justicialismo había obtenido 55 % de los sufragios riocuartenses.</p><p>El domingo se enfrenta el PJ Luis Sánchez contra el radical (aliado con el Frente Cívico) Juan Jure. El candidato justicialista regional responde a la conducción provincial representada por Schiaretti, quien apoyara en diciembre la candidatura nacional de Cristina Kirchner. Y al lavagnista su “jefe” se le desplazó al justicialismo presidido ahora por Néstor Kirchner y que se ubicó como sostén activista del gobierno.<br /></p>
<p>Cualquiera de los dos que gane, podría el lunes declararse alineado con la Casa Rosada desde el mismo lunes y entrar así en la lista de beneficiados de la caja, aunque el mandato provenga de las bases agrarias. </p><p>Río Cuarto tiene 190 mil habitantes y 117.902 electores habilitados para sufragar Ocupa el 17º lugar en el ranking de centros urbanos de la Argentina, según las proyecciones actualizadas sobre datos del último censo (2001). Pero los 16 primeros puestos son hegemonizados por grandes metrópolis (Buenos Aires, Córdoba y Rosario), enclaves turísticos/portuarios (Mar del Plata, Bahía Blanca) y capitales de provincias, es decir, ciudades en donde los votos del agro se diluyen frente a masas mucho más significativas de empleados públicos, jubilados provinciales y personas vinculadas al sector terciario. </p><p>Estos datos son tomados por el columnista Néstor Sargiotto, en La Voz del Interior, para poner de relieve que Río Cuarto concentra el “electorado agrícola” más grande de la Argentina y ello posiciona a la ciudad de sur cordobés como “el escenario ideal para comenzar a medir hasta qué punto del divorcio del gobierno kirchnerista con la dirigencia rural tiene su correlato en el plano electoral”. </p><p>Y formula las siguientes preguntas: </p><p>¿Se reflejará en las urnas de una compulsa local el conflicto del agro con el Gobierno nacional? </p><p>¿Podrá el PJ blindar a sus candidatos municipales del desgaste de la imagen presidencial? </p><p>Hasta ahora, reinó una cierta apatía en la campaña, ya que la atención del riocuartense estuvo concentrada en el paro agropecuario antes que en la elección. Había un leve favoritismo por el candidato aliancista Jure, aunque no se lo interpretaba como “rechazo” derivado del conflicto nacional hacia el candidato del PJ. </p><p>El espejo regional de la crisis</p><p>Si finalmente Jure se impusiera por un margen moderado, podrá decirse que el electorado riocuartense no trasladó al orden local los coletazos de la crisis nacional. </p><p>Pero si Sánchez ganase la elección y el PJ local recuperara el municipio, el triunfo sería amplificado por la conducción nacional partidaria como un espaldarazo de la mayor “ciudad agrícola” del país a la política oficial que la dirigencia rural resiste en las rutas. Sería un argumento contundente del gobierno nacional para terminar de convencer a los dirigentes partidarios del interior que hoy dudan si recostarse o no sobre los reclamos del campo. </p><p>Obvio que la repercusión también daría de lleno en el Congreso, justo en los prolegómenos del tratamiento de las retenciones móviles, que los Kirchner exigen se aprueben “a libro cerrado”.</p><p> </p>
<p>Claro que si Jure ganara por amplio margen o, más precisamente, si el PJ sufriese una derrota electoral concluyente, por ejemplo, reuniendo menos de 30 % de los votos, la lectura sería diametralmente opuesta, y podría encender la mecha de los disidentes del PJ, que por ahora no pasan de la voz baja para marcar sus diferencias con los dictados de Kirchner.</p>
<p>La prueba de Río Cuarto puede convertirse en una divisoria de aguas para el kirchnerismo de cara al 2009 y obligar a su conducción a reformular el sistema de alianzas interno. </p>
<p>Hace dos años, el traspié oficialista en el referéndum de Misiones precisamente obligó a Kirchner a replantear su estrategia de acumulación política en todo el país frente a lo que por entonces era la renovación del mandato presidencial. Y aquella consulta no sólo era una elección local, sino que ni siquiera tenía cargos en juego. </p>
<p>La entrada en juego del Congreso en medio de la disputa de alto voltaje con los productores del campo encuadra el conflicto en un marco político institucional, del que carecía en los casi 100 días que lleva. </p>
<p>El domingo se agrega otro mojón en la misma dirección, como lo es la votación de Río Cuarto, cuyo resultado podrá servir de argumento para sustentar un realineamiento político que coloque de un lado al 40 % de la actividad económica que se sustenta en el agro y, del otro, a un porcentaje similar que dependen directamente del subsidio estatal.</p>
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