Podría aumentar el trabajo clandestino

Como consecuencia de la reforma previsional. El aumento de la edad mínima jubilatoria podría elevar 70% el empleo informal en mujeres mayores de 60 años.

20 noviembre, 2000

De acuerdo a la consultora Equis, 53,6% de las mujeres mayores de 60 años que trabajan lo hace en negro. Ensanchar ese segmento aumentaría la clandestinidad laboral.

En este contexto se estima que la modificación, prevista en la reforma previsional que analiza en estos momentos el Gobierno, tendría un efecto residual preocupante: en las trabajadoras mayores de 60 años, el empleo en negro podría aumentar en 70% con la nueva norma.

Las mujeres que, a partir de la reforma impulsada por el Gobierno, deberán esperar hasta los 65 años para cobrar su haber, se verán obligadas a buscar un trabajo que, muy posiblemente, no les hará aportes jubilatorios.

Según el informe dado a conocer por la consultora mencionada, la cantidad de mujeres mayores de 60 años que tiene o busca empleo orilla las 300.000.

Sin embargo, es ese tramo el más castigado por la clandestinidad; un ensanchamiento de este segmento derivaría, inevitablemente, en un crecimiento de la informalidad.

La actividad en negro en general, que afecta hoy casi a 40% de la población en condiciones de trabajar, podría elevarse también en un punto.

Para el sociólogo Artemio López, titular de Equis, una reforma de este tipo repercutirá, negativamente, en el mercado formal: “Están precipitando a esas mujeres a trabajar en condiciones muy precarias, y eso perjudica también la competencia para los que no están en negro”.

“Por la situación económica, las mujeres de esa edad toman trabajos en cualquier condición”, señaló López, quien agregó que “los empleadores prefieren a estas trabajadoras y perjudican a las que quieren hacerlo dentro de la ley. Así, se precariza el mercado en su conjunto”.

En ese mismo sentido se pronunció el ex secretario de Seguridad Social, Santiago de Estrada: “Es claro que una reforma de este tipo incrementará la clandestinidad .Además, la mujer que trabaja tiene una doble función, porque también cumple tareas en el hogar, lo que genera un mayor desgaste que al hombre. Entonces, no es descabellado que se jubile antes.” .

El problema del empleo femenino fuera de la ley adquiere dimensiones impactantes en el norte del país; en Tucumán, la provincia más afectada, la informalidad en mujeres mayores de 60 años es de 71,2%.

En Santiago del Estero, de 60,8%;en Salta, de 62%, y en Jujuy, de 59,5%. La situación en la provincia de Buenos Aires no escapa a esta realidad: 57%, frente a 42,3% en la Capital Federal.

Con todo, el problema no sofoca sólo a las trabajadoras de mayor edad: en chicas de entre 18 y 21 años, el porcentaje de ilegalidad se eleva a 73,9%. “Esto puede ser un efecto de la mala situación económica: las mujeres deben salir a trabajar y exigen muy poco”, completa López.

Otros creen, en cambio, que la cantidad de mujeres que deberá postergar su jubilación es demasiado escasa como para esperar cambios significativos.

“Esta reforma se hizo para aliviar el sistema previsional, pero la postergación de la edad no afecta a mucha gente. El alivio del Estado para atender prestaciones no será muy importante”, dijo Osvaldo Giordano, director ejecutivo de la Fundación Novum Millenium.

De acuerdo a la consultora Equis, 53,6% de las mujeres mayores de 60 años que trabajan lo hace en negro. Ensanchar ese segmento aumentaría la clandestinidad laboral.

En este contexto se estima que la modificación, prevista en la reforma previsional que analiza en estos momentos el Gobierno, tendría un efecto residual preocupante: en las trabajadoras mayores de 60 años, el empleo en negro podría aumentar en 70% con la nueva norma.

Las mujeres que, a partir de la reforma impulsada por el Gobierno, deberán esperar hasta los 65 años para cobrar su haber, se verán obligadas a buscar un trabajo que, muy posiblemente, no les hará aportes jubilatorios.

Según el informe dado a conocer por la consultora mencionada, la cantidad de mujeres mayores de 60 años que tiene o busca empleo orilla las 300.000.

Sin embargo, es ese tramo el más castigado por la clandestinidad; un ensanchamiento de este segmento derivaría, inevitablemente, en un crecimiento de la informalidad.

La actividad en negro en general, que afecta hoy casi a 40% de la población en condiciones de trabajar, podría elevarse también en un punto.

Para el sociólogo Artemio López, titular de Equis, una reforma de este tipo repercutirá, negativamente, en el mercado formal: “Están precipitando a esas mujeres a trabajar en condiciones muy precarias, y eso perjudica también la competencia para los que no están en negro”.

“Por la situación económica, las mujeres de esa edad toman trabajos en cualquier condición”, señaló López, quien agregó que “los empleadores prefieren a estas trabajadoras y perjudican a las que quieren hacerlo dentro de la ley. Así, se precariza el mercado en su conjunto”.

En ese mismo sentido se pronunció el ex secretario de Seguridad Social, Santiago de Estrada: “Es claro que una reforma de este tipo incrementará la clandestinidad .Además, la mujer que trabaja tiene una doble función, porque también cumple tareas en el hogar, lo que genera un mayor desgaste que al hombre. Entonces, no es descabellado que se jubile antes.” .

El problema del empleo femenino fuera de la ley adquiere dimensiones impactantes en el norte del país; en Tucumán, la provincia más afectada, la informalidad en mujeres mayores de 60 años es de 71,2%.

En Santiago del Estero, de 60,8%;en Salta, de 62%, y en Jujuy, de 59,5%. La situación en la provincia de Buenos Aires no escapa a esta realidad: 57%, frente a 42,3% en la Capital Federal.

Con todo, el problema no sofoca sólo a las trabajadoras de mayor edad: en chicas de entre 18 y 21 años, el porcentaje de ilegalidad se eleva a 73,9%. “Esto puede ser un efecto de la mala situación económica: las mujeres deben salir a trabajar y exigen muy poco”, completa López.

Otros creen, en cambio, que la cantidad de mujeres que deberá postergar su jubilación es demasiado escasa como para esperar cambios significativos.

“Esta reforma se hizo para aliviar el sistema previsional, pero la postergación de la edad no afecta a mucha gente. El alivio del Estado para atender prestaciones no será muy importante”, dijo Osvaldo Giordano, director ejecutivo de la Fundación Novum Millenium.

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