3 errores que arruinan la credibilidad

Conseguir y mantener credibilidad es clave para el éxito de cualquier empresario joven o incipiente. Pero algunos errores básicos pueden minar ese intento.

14 abril, 2016

Los empresarios jóvenes tienen la ventaja de ser jugadores incipientes en el mercado y la desventaja de tener que demostrar día a día que vale la pena apostar por ellos. Por esto muchos cometen errores al tratar de posicionarse como actores relevantes en el mercado. Los errores son un paso obligado para los jóvenes emprendedores. De hecho, algunos de los propietarios de los negocios más exitosos del mundo la pifiaron varias veces antes de pegar el batacazo. Sin embargo, algunos errores son evidentes y lo mejor es evitarlos para que no  hagan un daño grande.

 

Ponen demasiada información en las redes sociales

El usuario promedio de internet pasa varios horas en las redes sociales por día. Para los emprendedores jóvenes, utilizar los medios sociales para compartir la monotonía de su vida cotidiana se ha convertido en la norma.

En Twitter hablan de un nuevo acuerdo. En Instagram de su estilo de vida jet-set. En Facebook de sus vacaciones. Hay que recordar que, una vez que la información es pública todo mundo la verá, incluyendo los inversionistas, los miembros de la junta, empleados y clientes.

Una vez que un emprendedor decidió utilizar su cuenta personal de Twitter para twittear acerca de lo difícil que era tal o cual cliente de la marca se pueden cometer errores garrafales incluso sin premeditación ni alevosía. Un tuit enojado o un amigo que nos hace una broma subiendo algo a Facebook es más que suficiente para arruinar o al menos empeorar una posible inversión o principio de acuerdo de partnership.

No hace falta decir, los representantes de la marca utilizan los medios sociales también. Por eso, es mejor mantener la vida privada y los pensamientos en eso, en la vida privada.

 

Contratan a amigos y familiares

 

Los amigos y el dinero no se mezclan. Los préstamos terminan siendo regalos, los favores se convierten en tareas y las amistades a menudo se acaban.

Como emprendedores jóvenes, instintivamente pensamos en  contratar a los que conocemos. Queremos rodearnos de gente que nos gusta y compartir la riqueza de nuestras nuevas empresas. >Pero lo peor que se puede hacer es contratar a personas poco calificadas para asumir roles y responsabilidades cruciales. El hecho de que un amigo se haya graduado de contador, no significa que esté capacitado para ser director financiero.

Es imprescindible para el éxito de nuestras empresas contratar a personas que hagan bien lo que nosotros no sabemos hacer. Por ejemplo, si no somos creativos busquemos uno bueno. Lo más probable es que esa persona no sea prima nuestra. Esto puede debilitar la imagen de un emprendedor y hacerlo ver como improvisado o incapaz de conseguir recursos humanos de calidad para su empresa.

 

Tienen exceso de confianza

Como dijo Charles Darwin: “La ignorancia genera confianza con más frecuencia que el conocimiento”. Cuando se logra éxito a edad temprana, hay una tendencia a creerse Gardel.

Miran a su alrededor y ven que el mercado de competidores les dobla la edad. No hay que permitir que la arrogancia se interponga en el camino. Básicamente porque siempre habrá una compañía más grande, más exitosa que la propia. Y para poder competir de igual a igual hay que respetarla y conocer no sólo las fortalezas propias sino también las debilidades.

 

 

 

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