El economista explicó que, de este modo, el ajuste por inflación quedará siempre sujeto a la discrecionalidad de la gestión de turno, al evaluar el alcance real de la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.
En cuanto a su impacto en el poder adquisitivo real de los trabajadores y su efecto sobre el consumo y el crecimiento de la economía en lo que resta de 2013, señaló que “en el corto plazo, la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias o la eliminación hasta los 15 mil pesos impactan en el consumo, pero hasta que la inflación neutralice este efecto. Alcanza para estos meses, lo que fue la paritaria más aguinaldos se estiren un poco más para llegar así a las elecciones”.
Admitió que la medida es transitoria, que hoy sirve para el empleado o el monotributista, “pero seguramente de acá a seis meses o un año de nuevo surgirán los actuales problemas, debido a que gran parte de la población trabajadora queda atada al impuesto a las ganancias. Y en cuanto siga la inflación impactando sobre las tarifas o remuneraciones de los monotributistas, surgirán de nuevo los márgenes de trabajo en negro”, advirtió.
Descartó que el monotributo impacte sobre las arcas públicas, “especialmente porque no se contemplaba, muy pocos pasaban a serlo, y de última, superado el monto máximo, hubieran pasado a incrementar la recaudación de autónomos. Lo que hacía es que mucha gente dejara de facturar o buscase formas de postergar la facturación para no pasarse de categoría”.