En lo que respecta a los capítulos, 8 de 12 se ubicaron por encima del 3%, mientras que en mayo solo habían sido 5. Dentro de las mayores evoluciones se ubicó Comunicación (+7,0%), como consecuencia de los aumentos en telefonía e internet, y Bebidas alcohólicas y tabaco (+5,0%) por el aumento de cigarrillos, puntualiza el último informe de la consultora Ecolatina.
También se destacó la dinámica de Alimentos y bebidas no alcohólicas (+3,2%), que por segundo mes consecutivo se ubicó cerca de 3%, mostrando una marcada desaceleración respecto al 4,4% promedio que había mostrado en el primer cuatrimestre del año. De todas maneras, el desarme de precios máximos y las subas del precio de la carne impusideron presiones al capítulo.
Por otro lado, el IPC Núcleo -que excluye bienes y servicios Regulados o con componente estacional- trepó 3,6% (+27% acumulado), por encima del IPC Regulados (+3,2% en junio, +24% en el acumulado) y del IPC Estacionales (+0,5% en el mes, +18% en el primer semestre).
La referida dinámica de la inflación núcleo, que capta con mayor precisión la inercia, viene ubicándose por encima del 3,5% desde octubre del año pasado, dando cuenta la importante rigidez presente en el proceso inflacionario, especialmente considerando que no hubo un salto importante del tipo de cambio oficial.
Por su parte, una vez más los Bienes (+3,4%) se ubicaron por encima de los Servicios (+2,7%), acumulando subas de 27,6% y 20,2% respectivamente hasta junio. En este sentido, la menor evolución mensual de los Servicios se mantuvo durante todo el primer semestre, gracias a la reducida dinámica de los servicios públicos. En los próximos meses, la reapertura de paritarias, en un contexto en el cual perdió relevancia la pauta del 29%, podría reavivar nuevas presiones (principalmente) para los servicios privados, achicando la diferencia entre ambos grupos.
Además, hay que tener en cuenta que el menor alcance de los controles de precios tras el desarme de los precios máximos generará que los bienes de consumo masivo no muestren una desaceleración importante. A pesar de estos factores, el menor ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial y reducidas autorizaciones de subas de los precios regulados en la previa electoral ayudarían a que la desaceleración mensual del Nivel General se reafirme en el segundo semestre del año.
De esta manera, luego de observar una inflación promedio del 3,8% en el lapso enero-junio, esperamos que esta se ubique en torno al 2,8% mensual promedio en el segundo semestre. Con estos números, la interanual se mantendrá en la zona del 50% durante los meses del segundo semestre y cerraría con una suba aproximada de 48% en 2021, dejando atrasos pendientes para el año entrante: difícilmente la inflación pueda perforar el 40% en el 2022.