<p>Autoridades de Estados Unidos y la Unión Europea tratan de saber si K1, que en realidad administra una cartera de fondos de cobertura (o sea es “fondo de fondos”), engaño a diversas entidades financieras. Al parecer, la firma tomó dinero para inflar inversiones propias.</p>
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<p>El secreto de sumario impide que analistas y medios alemanes tengan acceso a las actuaciones. Fiscales de Francfort y NuevaYork señalaron que pensaban presentar los primeros cargos entre jueves y viernes. El caso JPMCh es singular: su exposición a las irregularidades de K1 es legado de Bear Stearns, difunta firma de valores.</p>
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<p>Las indagaciones se centran en si el fondo de fondo, creado por el psicólogo Helmut Kiener, se implicó en ”transacciones circulares” con una red de firmas inversoras en EE.UU., Gran Bretaña, Francia y otros países. El objeto era generar la ilusión de que K1 disponía de liquidez suficiente para respaldar préstamos de los bancos.</p>
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<p>Un detalle sospechoso hizo explotar la bomba: el sistema había dado retornos por 825% entre mediados de 1996 y de 2008. La megaestafa por US$ 65.000 millones de Bernard Madoff tiene algo que ver con la nueva proactividad de los reguladores ante casos internacionales.</p>
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<p>Por ejemplo, el buró federal de investigaciones (FBI) empleó grabaciones para revelar tráfico de datos reservados entre fondos especulativos (el caso K1) para procesar al multillonario cingalés Raj Rajaratnam.</p>
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K1: un fondo alemán metido en líos internacionales
K1 Gruppe, fondo que especula con derivados, afronta investigaciones penales de gran alcance. Sus maniobras les generaron quebrantos a varios bancos; entre ellos JPMorgan Chase, Barclays y Banque Nationale de Paris/Banque de Paris et des Pays bas.