Italia: Montezemolo le pegó un reto al ministro de Trabajo
Una dura crítica al grupo Fiat dejó en posición desairada a Roberto Maroni. Ni siquiera su amigo y correligionario, Silvio Berlusconi, salió a defenderlo. Todo ocurrió en un programa de televisión.
Hablando en una entrevista, Maroni no se privó de criticar al mayor conglomerado industrial italiano. “Fiat no sabe competir en el mundo. Fabrica productos que luego no se venden, como lo muestran sus cifras europeas”. También sugirió que los despidos y suspensiones son resultados de una mala gestión comercial y gerencial.
De inmediato, entró un llamado telefónico a la producción de “Porta a porta”, el programa de marras. Era Luca Montezemolo, presidende de directorio en la firma turinesa y también de Confindustria, la UIA de allá, pero más poderosa.
Dando una ideas de la influencia que tiene, el directivo no se molestó en salir personalmente al aire. Pero hizo que el propio Maroni cantase la palinodia. “Con sus novedades, la empresa reconquistará cuotas de mercados. Además –recitó ante cámaras-, tiene el mérito de haber retenido las producción en el país”. Una gacetilla de prensa no habría sido más apologética.
Hechas las paces, Montezemolo aceptó la “autocorrección” del ministro. Por supuesto, éste afirmó haber sido malinterpretado. Pero sus declaraciones fueron en vivo y en directo, sin intermediarios. El jefe de Fiat, incluso pasó a la ironía: “Se ha explicado y hasta nos ha comprado un hermoso Alfa Romeo”. A esa altura, la figura del ministro era blanco de críticas entre sus compañeros y de chistes fáciles en los medios.
Curiosamente, no era un buen día para “Powertrain technologies” (el nuevo nombre de Fiat). Aunque el balance del primer trimestre elevaba utilidades de € 24 a 47 millones, la bolsa dejó caer 5,2% la acción. Entretanto, medio mundo festejaba las bufonerías de Berlusconi en el Kremlin y la coalición de derecha perdía Cerdeña, otrora bastión neofascista.
Hablando en una entrevista, Maroni no se privó de criticar al mayor conglomerado industrial italiano. “Fiat no sabe competir en el mundo. Fabrica productos que luego no se venden, como lo muestran sus cifras europeas”. También sugirió que los despidos y suspensiones son resultados de una mala gestión comercial y gerencial.
De inmediato, entró un llamado telefónico a la producción de “Porta a porta”, el programa de marras. Era Luca Montezemolo, presidende de directorio en la firma turinesa y también de Confindustria, la UIA de allá, pero más poderosa.
Dando una ideas de la influencia que tiene, el directivo no se molestó en salir personalmente al aire. Pero hizo que el propio Maroni cantase la palinodia. “Con sus novedades, la empresa reconquistará cuotas de mercados. Además –recitó ante cámaras-, tiene el mérito de haber retenido las producción en el país”. Una gacetilla de prensa no habría sido más apologética.
Hechas las paces, Montezemolo aceptó la “autocorrección” del ministro. Por supuesto, éste afirmó haber sido malinterpretado. Pero sus declaraciones fueron en vivo y en directo, sin intermediarios. El jefe de Fiat, incluso pasó a la ironía: “Se ha explicado y hasta nos ha comprado un hermoso Alfa Romeo”. A esa altura, la figura del ministro era blanco de críticas entre sus compañeros y de chistes fáciles en los medios.
Curiosamente, no era un buen día para “Powertrain technologies” (el nuevo nombre de Fiat). Aunque el balance del primer trimestre elevaba utilidades de € 24 a 47 millones, la bolsa dejó caer 5,2% la acción. Entretanto, medio mundo festejaba las bufonerías de Berlusconi en el Kremlin y la coalición de derecha perdía Cerdeña, otrora bastión neofascista.
