Si realmente se atiende el problema de la inequidad salarial se podrían esperar no sólo mejoras en la movilidad social sino en muchos otros problemas simultáneamente. Hay que ocuparse de la inequidad en sí misma y eso incluye cambiar la cultura de salarios que se disparan y los bonos que se otorgan en la capa superior de la distribución de ingresos.
Durante muchos tiempo esto se vio como un obstáculo insalvable pero reducir la inequidad dentro y entre los diferentes países es ahora una de las 17 meta de desarrollo sustentable que se han fijado las N>acciones Unidas. Hay metas e indicadores para vigilar el progreso en reducir la inequidad y el gobierno que corresponda debería hacerse responsable por los logros y los avances. .
Hay, en el mundo, un mandato de cambio. La evidencia que demuestra el cambio causado por la inequidad socioeconómica crece día a día. Los países centrales, con Estados Unidos a la Cabeza, seguida de Gran Bretaña y muchos otros, corren el riesgo de quedarse en el lado equivocado de la historia si siguen haciendo caso omiso de la gran brecha salarial.