Increíble: Bush quiere presidir otra cumbre tras el 4 de noviembre

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Inspirado por los efluvios de Camp David, el mandatario saliente quiere encabezar una reunión cumbre (otra) propuesta por Nicolas Sarkozy. En realidad, será el grupo de los 8 más China, India, Brasil, Naciones Unidas, el FMI y el Banco Mundial.

Mientra el francés miraba para otro lado, la idea de Bush fue apoyada por el pálido José Manoel Durao Barroso (comisión europea). En general, economistas, analistas y observadores no creen oportuna la iniciativa, por varios motivos. Uno, que el Fondo Monetario y el BIRF ya contienen al G-8 y los otros países.
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<p>Otro, que Rusia, China, India y Brasil no han sido consultados. Tercero, que Dominique Strauss-Kahn, director gerente, quiz&aacute; sea suspendido a ra&iacute;z del sumario interno abierto por un escandalete de polleras &ndash;a su tierna edad-, similar al desatado durante 2006 en el Banco Mundial. El asunto le cost&oacute; el puesto a James Wolfensohn. </p>
<p>A criterio de expertos alemanes y escandinavos, por otra parte, Bush (o sea, Henry Paulson) intentar&aacute; aprovechar esa cumbre para neutralizar la fuerza de tareas (&ldquo;c&eacute;lula anticrisis&rdquo;) creada por la Uni&oacute;n Europea. Pertinaces, los ortodoxos norteamericanos no quieren malquistarse con sus banqueros amigos &ndash;los nueve mayores beneficiarios del mega-rescate- y, adem&aacute;s, estiman excesivo el intervencionismo europeo. M&aacute;xime con Suiza tambi&eacute;n aplic&aacute;ndolo a sus dos grandes bancos. </p>
<p>Un encuentro como el propuesto para despu&eacute;s del 4 de noviembre puede desencadenar soluciones sist&eacute;micas, no ya neocl&aacute;sicas, a la crisis financiera. La UE y su comisi&oacute;n -menos los anacr&oacute;nicos portugueses y espa&ntilde;oles- presionar&aacute;n para salvamentos de tipo keynesiano. Empezando por la industria automotriz a ambas orillas del Atl&aacute;ntico norte. Junto con el austr&iacute;aco Alfred Gusenbauer, Sarkozy y Silvio Berlusconi han planteado un paquete de medidas en favor de la econom&iacute;a real. </p>
<p>Por encima de todo eso, flota al fantasma de un Bretton Woods II, mentado por Sarkozy, la alemana Angela Merkel y Gordon Brown. Esto saca de quicio al actual gobierno estadounidense &ndash;no quiz&aacute;s al pr&oacute;ximo- y a las poderosas burocracias superiores del FMI (&eacute;sta indujo el sumario contra Strauss-Kahn) y el Banco Mundial. Tambi&eacute;n a ultramonetaristas como el luxemburgu&eacute;s Jean-Claude Junker (Eurogrupo) o Jean-Claude Trichet (Banco Central Europeo), aferrados a un viejo pacto de estabilidad fiscal (1997) que jam&aacute;s fue respetado por las mayores econom&iacute;as de la Eurozona. </p>

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