Mientra el francés miraba para otro lado, la idea de Bush fue apoyada por el pálido José Manoel Durao Barroso (comisión europea). En general, economistas, analistas y observadores no creen oportuna la iniciativa, por varios motivos. Uno, que el Fondo Monetario y el BIRF ya contienen al G-8 y los otros países.
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<p>Otro, que Rusia, China, India y Brasil no han sido consultados. Tercero, que Dominique Strauss-Kahn, director gerente, quizá sea suspendido a raíz del sumario interno abierto por un escandalete de polleras –a su tierna edad-, similar al desatado durante 2006 en el Banco Mundial. El asunto le costó el puesto a James Wolfensohn. </p>
<p>A criterio de expertos alemanes y escandinavos, por otra parte, Bush (o sea, Henry Paulson) intentará aprovechar esa cumbre para neutralizar la fuerza de tareas (“célula anticrisis”) creada por la Unión Europea. Pertinaces, los ortodoxos norteamericanos no quieren malquistarse con sus banqueros amigos –los nueve mayores beneficiarios del mega-rescate- y, además, estiman excesivo el intervencionismo europeo. Máxime con Suiza también aplicándolo a sus dos grandes bancos. </p>
<p>Un encuentro como el propuesto para después del 4 de noviembre puede desencadenar soluciones sistémicas, no ya neoclásicas, a la crisis financiera. La UE y su comisión -menos los anacrónicos portugueses y españoles- presionarán para salvamentos de tipo keynesiano. Empezando por la industria automotriz a ambas orillas del Atlántico norte. Junto con el austríaco Alfred Gusenbauer, Sarkozy y Silvio Berlusconi han planteado un paquete de medidas en favor de la economía real. </p>
<p>Por encima de todo eso, flota al fantasma de un Bretton Woods II, mentado por Sarkozy, la alemana Angela Merkel y Gordon Brown. Esto saca de quicio al actual gobierno estadounidense –no quizás al próximo- y a las poderosas burocracias superiores del FMI (ésta indujo el sumario contra Strauss-Kahn) y el Banco Mundial. También a ultramonetaristas como el luxemburgués Jean-Claude Junker (Eurogrupo) o Jean-Claude Trichet (Banco Central Europeo), aferrados a un viejo pacto de estabilidad fiscal (1997) que jamás fue respetado por las mayores economías de la Eurozona. </p>
Increíble: Bush quiere presidir otra cumbre tras el 4 de noviembre
Inspirado por los efluvios de Camp David, el mandatario saliente quiere encabezar una reunión cumbre (otra) propuesta por Nicolas Sarkozy. En realidad, será el grupo de los 8 más China, India, Brasil, Naciones Unidas, el FMI y el Banco Mundial.