En los últimos días, la tendencia favorable al sí, provocó el resurgimiento de los mercados financieros que acusaban debilidad en las últimas semanas: la libra esterlina recuperó posiciones frente al dólar.
Los observadores vaticinaban que un acontecimiento imprevisto podría inclinar las preferencias del electorado en un sentido unívoco. Así ocurrió, pero no como lo pensaban los partidarios del aislacionismo. No hubo oleada de inmigrantes clandestinos ni disturbios que incolucraran a extranjeros. En cqambio, el asesinato de una diputada británica – partidaria de permanecer en la UE- por un extremista de derecha, estremeció a todo el país que recién percibió la violencia que escondía la discusión.
Los prudentes, los menos politizados y hasta mucha gente madura tanto como joven, hasta ese momento indecisa, decidieron que era tiempo de volcarse en favor de continuar con los socios europeos. Veremos si el impulso alcanza para superar el resultado negativo de los partidarios de atrincherarse dentro de las fronteras nacionales.
La decisión de poner en el filo de la navaja el futuro de la nación, fue decidido por el Primer Ministro, con este referendum de mañana cuya meta es poner fin a los disensos graves del partido Conservador. Sin embargo, puede que haya dado lugar a nuevas disensiones en escala no conocidas, y que a lo mejor no quedan saldadas, cualquiera sea el resultado.