Fuerte caída de la inversión
En los dos últimos años se perdieron inversiones por US$ 15.000 millones . Esto representa una caída de 25,6%. En el mismo lapso, el PBI bajó 5,5%.
Según datos dados a conocer por el Ministerio de Economía, en los últimos dos años la inversión bajó 25,6%; en ese mismo período el Producto Bruto Interno cayó 5,5%.
Este comportamiento explica, en gran parte, por qué la economía está estancada y el empleo no crece.
De acuerdo a las cifras que maneja Hacienda, la economía argentina dejó de recibir inversiones internas y del exterior por US$15.000 millones de pesos que, si se hubieran concretado, hubieran servido para reponer el deterioro o la amortización de las inversiones ya realizadas. Es decir, para no retroceder.
Si lo que se esperaba era crecer a un ritmo razonable, se deberían haber generado inversiones por unos US$ 25.000 millones.
La falta de inversiones explica, en gran medida, el aumento del desempleo. Entre 1998 y el 2000, la desocupación subió de 13,2 al 15,4% y el número de desocupados pasó de 1.675.000 a 2.077.000.
Según los especialistas, la creación de nuevos puestos de trabajo depende de que haya nuevas inversiones y, en menor medida, de que aumente la producción.
Es que las empresas ,cuando tienen una mayor de demanda, generalmente hacen un uso más intensivo de sus instalaciones, equipos y del personal, con más horas de trabajo.
Sólo si esa demanda es sostenida y necesitan ampliar la capacidad de producción, las empresas deciden hacer inversiones y tomar más gente.
Además, contra la creencia de que esta falta de inversión se explica sólo por el retroceso en el sector de la construcción, de los datos oficiales surge que, proporcionalmente, la caída en la industria fue mayor.
Esto se debe a que los equipos de producción tienen una vida útil inferior a los edificios, puentes o plantas fabriles y se amortizan en un lapso más breve.
Entonces, la industria necesita reponer más rápido las inversiones, algo que los empresarios no hicieron por la falta de oportunidades de ventas.
Según datos dados a conocer por el Ministerio de Economía, en los últimos dos años la inversión bajó 25,6%; en ese mismo período el Producto Bruto Interno cayó 5,5%.
Este comportamiento explica, en gran parte, por qué la economía está estancada y el empleo no crece.
De acuerdo a las cifras que maneja Hacienda, la economía argentina dejó de recibir inversiones internas y del exterior por US$15.000 millones de pesos que, si se hubieran concretado, hubieran servido para reponer el deterioro o la amortización de las inversiones ya realizadas. Es decir, para no retroceder.
Si lo que se esperaba era crecer a un ritmo razonable, se deberían haber generado inversiones por unos US$ 25.000 millones.
La falta de inversiones explica, en gran medida, el aumento del desempleo. Entre 1998 y el 2000, la desocupación subió de 13,2 al 15,4% y el número de desocupados pasó de 1.675.000 a 2.077.000.
Según los especialistas, la creación de nuevos puestos de trabajo depende de que haya nuevas inversiones y, en menor medida, de que aumente la producción.
Es que las empresas ,cuando tienen una mayor de demanda, generalmente hacen un uso más intensivo de sus instalaciones, equipos y del personal, con más horas de trabajo.
Sólo si esa demanda es sostenida y necesitan ampliar la capacidad de producción, las empresas deciden hacer inversiones y tomar más gente.
Además, contra la creencia de que esta falta de inversión se explica sólo por el retroceso en el sector de la construcción, de los datos oficiales surge que, proporcionalmente, la caída en la industria fue mayor.
Esto se debe a que los equipos de producción tienen una vida útil inferior a los edificios, puentes o plantas fabriles y se amortizan en un lapso más breve.
Entonces, la industria necesita reponer más rápido las inversiones, algo que los empresarios no hicieron por la falta de oportunidades de ventas.
