Se trata de una actualización, que sale la semana próxima del trabajo semestral sobre pespectivas. Justamemte, las turbulencias iniciadas en agosto ha dasactualizado los números y no parece atinado esperar hasta el semestral siguiente (abril). También fue preciso reducir de 2,1 a 1,5% anual la proyección para el PBI norteamericano, segundo mundial luego de la Unión Europea.
Hay otro matiz, que revela el paulatino eclipse del equipo otrora conducido por Anne Krueger –hoy e retiro- y compuesto, entre otros, por un tenaz enemigo de Argentina, Anup Singh. Según el informe, habrá cierta recuperación a partir de octubre, por lo cual el lapso hasta setiembre de 2008 mostrará apenas +1% en el PBG.
Pese a que el FMI está dirigido ahora por el francés Dominique Strauss-Kahn –cuya ideología es opuesta a la del ya olvidado Rodrigo Rato-, se nota cierto esfuerzo para no molestar a George W.Bush mientras sea presidente. Ello se nota en el tibio apoyo su plan de desgravaciones, cuyos estímulos son similares a los que, en economías periféricas, el FMI y sus voceros usuales suelen condenar sin ambages,
Se trata de una actualización, que sale la semana próxima del trabajo semestral sobre pespectivas. Justamemte, las turbulencias iniciadas en agosto ha dasactualizado los números y no parece atinado esperar hasta el semestral siguiente (abril). También fue preciso reducir de 2,1 a 1,5% anual la proyección para el PBI norteamericano, segundo mundial luego de la Unión Europea.
Hay otro matiz, que revela el paulatino eclipse del equipo otrora conducido por Anne Krueger –hoy e retiro- y compuesto, entre otros, por un tenaz enemigo de Argentina, Anup Singh. Según el informe, habrá cierta recuperación a partir de octubre, por lo cual el lapso hasta setiembre de 2008 mostrará apenas +1% en el PBG.
Pese a que el FMI está dirigido ahora por el francés Dominique Strauss-Kahn –cuya ideología es opuesta a la del ya olvidado Rodrigo Rato-, se nota cierto esfuerzo para no molestar a George W.Bush mientras sea presidente. Ello se nota en el tibio apoyo su plan de desgravaciones, cuyos estímulos son similares a los que, en economías periféricas, el FMI y sus voceros usuales suelen condenar sin ambages,