¿Existe o no vida después de la ronda Doha?

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En verdad, la pregunta debiera sustituir Doha con Organización Mundial de Comercio. Cuando sepultaron la ronda Uruguay, en los años 90, las exequias incluyeron el Acuerdo General de Comercio y Tarifas (AGCT). ¿Se repite la historia?

<p>El fracaso del lunes en Ginebra era tan previsible como, semanas antes, el del Grupo de los 8 en materia geopol&iacute;tica y ecol&oacute;gica. Pero, a diferencia de este caso, siete a&ntilde;os de frustraciones hab&iacute;an reducido la ronda Doha a un ballet burocr&aacute;tico tan caro como in&uacute;til. A tal punto que, en junio, Qatar &ndash;el emirato cuya capital es esa ciudad- pidi&oacute; no usar su nombre.</p>
<p>Hasta lo &uacute;ltimo, el franc&eacute;s Pascal Lamy (presidente de la OMC y viejo ap&oacute;stol de los subsidios agr&iacute;colas) sostuvo que su entidad &ldquo;es el mejor reaseguro contra el proteccionismo&rdquo;. Por supuesto, como replic&oacute; el hind&uacute; Kamal Nath ministro de industria y comercio, Lamy &ldquo;alude al nuestro, no al de las econom&iacute;as centrales, donde operan los mercados a t&eacute;rmino que han inflado precios de productos primarios&rdquo;.</p>
<p>A criterio de analistas conservadores de Occidente, el colapso de Doha o de la OMC &ldquo;sugiere que se reactiva el nacionalismo en pa&iacute;ses subdesarrollados y en desarrollo&rdquo;, se&ntilde;ala el &ldquo;Wall Street Journal&rdquo;. Pero &iquest;y el proteccionismo agr&iacute;cola de la Uni&oacute;n Europea, Estados Unidos y Jap&oacute;n, qu&eacute; representa? &ldquo;El fracaso de la ronda anticipa el sesgo de futuras negociaciones, cuando las haya&rdquo;, estima el Center for Global Development, entidad privada con sede en Washington.</p>
<p>&ldquo;Los mercados emergentes, como China, India, Brasil o Vietnam, pasar a ser protagonistas. A costa tanto de las econom&iacute;as centrales como de los pa&iacute;ses pobres&rdquo;. Este nuevo grupo no toma muy en serio el monetarismo neocl&aacute;sico, los negocios burs&aacute;tiles occidentales &ndash;Wall Street, Londres, Francfort- ni la intangibilidad del sector privado. Pero tampoco pierden el sue&ntilde;o por el efecto invernadero o la miseria maltusiana en &Aacute;frica.</p>
<p>Estados Unidos es un ejemplo alarmante. Mientras en Londres Peter Mandelson enterraba a la ronda, ambos candidatos presidenciales norteamericanos volv&iacute;an al viejo libreto de William J.Clinton y George W.Bush: acuerdos comerciales bilaterales que, como en Centroam&eacute;rica y el Caribe, trocan socios en sat&eacute;lites. Inclusive plazas extraterritoriales que lavan fondos de todo color menos blancos.</p>
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