No se puede negar que existen señales positivas. Nuevamente este trimestre, casi la totalidad de las evaluaciones de riesgo país y sectorial revisadas por Coface muestran mejoras significativas.
La economía global continúa recuperándose, con un crecimiento del comercio mundial superior al anticipado a principios de año. El desempeño de Europa es prometedor y los riesgos políticos (aunque no han desaparecido) están desvaneciéndose. Existen cada vez más datos positivos en Brasil y Rusia, mientras que el capital vuelve a fluir en varios países emergentes. Estas tendencias positivas han llevado a Coface a mejorar varias evaluaciones de riesgo país:
- Hungría (ahora A3) refleja ahora una fuerte actividad económica, respaldada por el consumo de los hogares y el repunte de las inversiones, gracias a condiciones de crédito flexibles y la ayuda procedente de la UE.
- Finlandia (ahora A2) tiene perspectivas alentadoras en términos de insolvencias corporativas (disminución de un 6% en 2016 y un 19% más durante el primer semestre de 2017), y crecimiento (1,3% en 2017 y una previsión del 1,7% en 2018), en un contexto externo más favorable.
- Chipre (ahora A4) registra un crecimiento dinámico y ha mejorado los controles sobre su sector bancario y finanzas públicas.
- Bielorrusia (ahora C) se beneficia de la recuperación en la actividad de Rusia y Europa, que favorece tanto a las exportaciones como al consumo de los hogares.
Por el contrario, la perspectiva no está mejorando para los países de habla inglesa, como lo demuestran las débiles tasas de ahorro y la dinámica salarial en Estados Unidos y Reino Unido. Esto se ve agravado por la falta de claridad en torno a las políticas de Donald Trump y el resultado de las negociaciones del Brexit.
La industria y los canales industriales vinculados al consumo son los grandes beneficiados de esta recuperación. Dentro de un contexto económico mundial más favorable, varios sectores de actividad se están recuperando. La industria es el principal beneficiado, debido a su naturaleza pro-cíclica. A raíz de las marcadas mejoras observadas en los sectores metalúrgico y automotriz en varias regiones del mundo durante la primera mitad de 2017, otros sectores siguen su ejemplo:
- El sector farmacéutico está demostrando ser el sector con menos riesgo en el mundo. En Europa Occidental, y particularmente en Italia, Francia y Alemania, su riesgo está considerado como “bajo” debido a una producción y demanda bien orientadas. Las insolvencias empresariales se encuentran en un nivel bajo.
- El sector de transporte de América del Norte se beneficia de la inversión pública, por tanto se coloca en la categoría de “riesgo bajo”.
- El sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), está experimentado un repunte en los países emergentes de Asia, China y Latinoamérica. Esta dinámica ilustra una mejora del consumo de los hogares. En Brasil se trata de un efecto de recuperación tras dos años de disminución del consumo. El riesgo ahora es calificado como “medio” en estas regiones y países.
· Latinoamérica ha sido el objeto de otra mejora, con la incorporación del sector de ventas al por menor a la evaluación de “riesgo medio” a nivel regional y en Brasil, gracias al consumo de los hogares (ayudado por la caída de la inflación y la tasa de desempleo).
En dos de los principales países emergentes, Rusia y Sudáfrica, el sector agroalimentario confirma su salida de la crisis. El riesgo del sector está evaluado como “bajo” en ambos países, pero por diferentes razones. En Rusia, las empresas nacionales se están beneficiando del embargo sobre los productos de Occidente, mientras que en Sudáfrica las excelentes cosechas han proporcionado un gran alivio en este año.
Las evaluaciones de riesgo país de Coface (160 países) se clasifican en una escala de ocho niveles en orden ascendente de riesgo: A1 (riesgo muy bajo), A2 (riesgo bajo), A3 (riesgo bastante aceptable), A4 (riesgo aceptable), B (riesgo significativo), C (riesgo alto), D (riesgo muy alto) y E (riesgo extremo).
Las evaluaciones sectoriales de Coface (13 sectores en 6 regiones geográficas, 24 países representando casi el 85% del PIB mundial) se clasifican en una escala de cuatro niveles: riesgo bajo, riesgo medio, riesgo alto y riesgo muy alto.