Es obligatorio recetar medicamentos por su nombre genérico

La Cámara de Diputados aprobó finalmente el proyecto de ley por el cual se obliga a los médicos a recetar remedios por el nombre de la droga y no por las marcas comerciales.

29 agosto, 2002

De esa manera, Diputados convirtió el ley ese proyecto que ya
tenía media sanción de la Cámara de Senadores.

La sanción de la norma contó con el voto afirmativo de 183
legisladores, dos sufragios en contra y tres abstenciones.

La aprobación del proyecto que había sido impulsado por el
Poder Ejecutivo, contó con el aval de los legisladores del
justicialismo, del ARI, el radicalismo, el Polo Social, el Frente
para el Cambio y las fuerzas provinciales, mientras que se
abstuvieron los representantes de Autodeterminación y Libertad.

En el Parlamento, estuvo presente durante la sesión el ministro
de Salud, Ginés González García.

Diputados había iniciado el tratamiento con la exposición de la
diputada menemista Marta Alarcia, quien cuestionó enfáticamente el
uso de genéricos por la “ausencia de controles estrictos” que
garanticen su calidad.

La diputada cordobesa, médica ginecológica, comenzó su discurso
asegurando que “los medicamentos genéricos no existen, sólo
existen los medicamentos de marca o similares a los medicamentos
innovadores”.

Luego argumentó que “deben efectuarse estudios de
bioequivalencia entre los medicamentos de marca y los genéricos
que el ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos) no puede
hacer estos estudios con sus recursos pero sí con financiación
externa”.

Insistió entonces Alarcia en que “la produción de medicamentos
genéricos no es lo mismo que mezclar harina y agua: deben
demostrar que el producto debe ser equivalentes e intercambiables”
con los medicamentos de marca.

“Si no se puede demostrar esta consistencia de producción, que
llamamos validación, no se puede hablar de genéricos, y esto lo
dice el ANMAT” cerró Alarcia.

La tesis de la diputada menemista fue impugnada por el ex
ministro de Salud Aldo Neri, actualmente diputado de la bancada
radical, quien aseguró que “las leves diferencias entre
medicamentos no implican ningún riesgo para la población y no son
argumento suficiente para no otorgar la intercambiabilidad
que beneficia la economía de la población”.

Neri defendió su proyecto porque además de proponder al uso de
genéricos, “unifica” el control de todo tipo de medicamentos,
incluídos los genéricos, en la esfera nacional.

El ministro de Salud, Ginés González García, gestionó en la
bancada oficial la ratificación por ley del decreto en vigencia y
por ese motivo fue que asistió a la sesión y siguió detenidamente
el debate desde la bandeja que ocupan los asesores oficiales.

Según cálculos extraoficiales del Ministerio de Salud, con la
sanción de esta ley se podría ahorror un 60 por ciento los costos
en medicamentos de la población, que representarían una cifra
cercana a los 4.000 millones de pesos anuales.

La norma ahora sancionada exige a los médicos que en toda
receta o prescripción se deberá expresar el nombre de la droga,
caso contrario, no tendrá validez y se dará por no prescripta.

El nombre del genérico se deberá adjuntar en los envases con la
misma dimensión, en prospectos de envases o cualquier documento
utilizado por los laboratorios para información médica o
promociones.

La ley implica también que dentro de los 60 días de sancionada,
el Ministerio de Salud deberá elaborar un vademecum que incluirá a
los medicamentos genéricos.

De esa manera, Diputados convirtió el ley ese proyecto que ya
tenía media sanción de la Cámara de Senadores.

La sanción de la norma contó con el voto afirmativo de 183
legisladores, dos sufragios en contra y tres abstenciones.

La aprobación del proyecto que había sido impulsado por el
Poder Ejecutivo, contó con el aval de los legisladores del
justicialismo, del ARI, el radicalismo, el Polo Social, el Frente
para el Cambio y las fuerzas provinciales, mientras que se
abstuvieron los representantes de Autodeterminación y Libertad.

En el Parlamento, estuvo presente durante la sesión el ministro
de Salud, Ginés González García.

Diputados había iniciado el tratamiento con la exposición de la
diputada menemista Marta Alarcia, quien cuestionó enfáticamente el
uso de genéricos por la “ausencia de controles estrictos” que
garanticen su calidad.

La diputada cordobesa, médica ginecológica, comenzó su discurso
asegurando que “los medicamentos genéricos no existen, sólo
existen los medicamentos de marca o similares a los medicamentos
innovadores”.

Luego argumentó que “deben efectuarse estudios de
bioequivalencia entre los medicamentos de marca y los genéricos
que el ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos) no puede
hacer estos estudios con sus recursos pero sí con financiación
externa”.

Insistió entonces Alarcia en que “la produción de medicamentos
genéricos no es lo mismo que mezclar harina y agua: deben
demostrar que el producto debe ser equivalentes e intercambiables”
con los medicamentos de marca.

“Si no se puede demostrar esta consistencia de producción, que
llamamos validación, no se puede hablar de genéricos, y esto lo
dice el ANMAT” cerró Alarcia.

La tesis de la diputada menemista fue impugnada por el ex
ministro de Salud Aldo Neri, actualmente diputado de la bancada
radical, quien aseguró que “las leves diferencias entre
medicamentos no implican ningún riesgo para la población y no son
argumento suficiente para no otorgar la intercambiabilidad
que beneficia la economía de la población”.

Neri defendió su proyecto porque además de proponder al uso de
genéricos, “unifica” el control de todo tipo de medicamentos,
incluídos los genéricos, en la esfera nacional.

El ministro de Salud, Ginés González García, gestionó en la
bancada oficial la ratificación por ley del decreto en vigencia y
por ese motivo fue que asistió a la sesión y siguió detenidamente
el debate desde la bandeja que ocupan los asesores oficiales.

Según cálculos extraoficiales del Ministerio de Salud, con la
sanción de esta ley se podría ahorror un 60 por ciento los costos
en medicamentos de la población, que representarían una cifra
cercana a los 4.000 millones de pesos anuales.

La norma ahora sancionada exige a los médicos que en toda
receta o prescripción se deberá expresar el nombre de la droga,
caso contrario, no tendrá validez y se dará por no prescripta.

El nombre del genérico se deberá adjuntar en los envases con la
misma dimensión, en prospectos de envases o cualquier documento
utilizado por los laboratorios para información médica o
promociones.

La ley implica también que dentro de los 60 días de sancionada,
el Ministerio de Salud deberá elaborar un vademecum que incluirá a
los medicamentos genéricos.

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