<p>Suponiéndose todopoderosa, Moody’s asegura que está rebajando notas y perspectivas “para reflejar su susceptibilidad a crecientes riesgos financieros y macroeconómicos de la Eurozona. Obviamente, les tomó prestado el papel carbónico a Standard & Poor’s y Fitch Ratings.<br />
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Aunque sin mencionar a Grecia, a juicio de la agencia “el panorama crediticio de estas nueve economías es claramente negativo. Ello se debe a la perpetua incertidumbre sobre las condiciones financieras en los próximos trimestres y sus efectos en la solvencia de los países.<br />
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Moody’s redujo un escalón la solvencia italiana (a A3), dos escalones la española (a A3) e igual la portuguesa (a Ba3). Obviamente, la calificadora acompaña a S&P. En enero, esta calificadora había privado de la triple AAA a Francia y Austria. Entonces, las degradaciones y observaciones afectaron a seis países más otro sin trascendencia, Chipre.</p>
Eran pocos y apareció Moodys Investors Service
Mientras Angela Merkel le pide más garantías a Grecia, la calificadora degrada a Italia, Portugal, España, Eslovaquia, Eslovenia y la insignificante Malta. Además, amenazó con bajar de la categoría tope (AAA) a Francia, Austria y Gran Bretaña.