domingo, 22 de diciembre de 2024

En ocho años Irán necesitará átomos por agotamiento petrolero

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Las razones que esgrime Tehrán para justificar su programa atómico podrían ser genuinas. Hacia 2015, “corre el riesgo de quedarse sin hidrocarburos”, afirma la Academia Nacional de Ciencias, Estados Unidos.

Así se desprende de un documento de trabajo publicado, este martes, por la prestigiosa entidad norteamericana. Su autor es Roger Stern, investigador de la universidad Johns Hopkins, un reducto conservador de Maryland. A su juicio, “las inversiones iraníes en exploración y producción petroleras han sido inadecuadas o insuficientes”

En esencia, el problema es que el ritmo de extracción ha sido superado por la explosiva demanda, más que por necesidades exportadoras. Por su parte, el programa de cateos y perforaciones ha ido retrasándose.

“No estoy diciendo que Irán se quedará completamente sin hidrocarburos en ocho años”, explicaba el experto. “Mi presunción es que, para 2015, no dispondrá de excedentes exportables, como le ocurrió hace tiempo a Estados Unidos”. El ensayo de Stern –que salió en la última edición de actas académicas- teme que ese país “se torne políticamente sensible a la baja de exportaciones petroleras”.

Las ventas externas de hidrocarburos “significan casi 70% del ingreso fiscal”, señaló Stern, que actúa en el departamento de geografía e ingeniería ambiental. Ya al cabo de cinco años, las exportaciones petroleras iraníes serán la mitad de las actuales (2006) y podrían caer a cero hacia 2015. “Esto sugiere que las intenciones del programa nuclear son, en efecto, las declaradas por ese gobierno”.

Por tanto, Irán apunta ”a prevenir de antemano una caída de exportaciones, transfiriendo demanda interna de combustibles fósiles a energía atómica”. Si es así, “el régimen quizá sea más vulnerable de cuanto ahora se supone”. Visto desde otro ángulo, por ende, el enriquecimiento de uranio –condenado por el consejo de seguridad- tendría realmente fines pacíficos.

Así se desprende de un documento de trabajo publicado, este martes, por la prestigiosa entidad norteamericana. Su autor es Roger Stern, investigador de la universidad Johns Hopkins, un reducto conservador de Maryland. A su juicio, “las inversiones iraníes en exploración y producción petroleras han sido inadecuadas o insuficientes”

En esencia, el problema es que el ritmo de extracción ha sido superado por la explosiva demanda, más que por necesidades exportadoras. Por su parte, el programa de cateos y perforaciones ha ido retrasándose.

“No estoy diciendo que Irán se quedará completamente sin hidrocarburos en ocho años”, explicaba el experto. “Mi presunción es que, para 2015, no dispondrá de excedentes exportables, como le ocurrió hace tiempo a Estados Unidos”. El ensayo de Stern –que salió en la última edición de actas académicas- teme que ese país “se torne políticamente sensible a la baja de exportaciones petroleras”.

Las ventas externas de hidrocarburos “significan casi 70% del ingreso fiscal”, señaló Stern, que actúa en el departamento de geografía e ingeniería ambiental. Ya al cabo de cinco años, las exportaciones petroleras iraníes serán la mitad de las actuales (2006) y podrían caer a cero hacia 2015. “Esto sugiere que las intenciones del programa nuclear son, en efecto, las declaradas por ese gobierno”.

Por tanto, Irán apunta ”a prevenir de antemano una caída de exportaciones, transfiriendo demanda interna de combustibles fósiles a energía atómica”. Si es así, “el régimen quizá sea más vulnerable de cuanto ahora se supone”. Visto desde otro ángulo, por ende, el enriquecimiento de uranio –condenado por el consejo de seguridad- tendría realmente fines pacíficos.

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