En Islandia, hay cada día más banqueros en la picota
Mientras un fiscal especial ahonda indagaciones sobre el colapso bancario de 2008, Gunnar Andersen (autoridad supervisora de finanzas) se declara convencido de que seguirán surgiendo más maniobras ilícitas. Prometió exponer a sus perpetradores.
13 agosto, 2009
<p>“Hemos examinado ya varios casos donde detectamos manipulaciones del mercado. Pronto aparecerán otros”. Estos comentarios siguen a recientes revelaciones sobre prácticas crediticias cuestionables en Kaupthing Banki, una de las tres grandes entidades cuyo colapso, en octubre, arrasó con el sistema financiero islandés y golpeó al británico. <br />
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La oficina de Andersen remitió veinte expedientes al fiscal especial, que estudia posibles delitos penales relativos a la crisis y los cargos resultantes. Incluyen préstamos irregulares a una sociedad en Bahamas controlada por Kevin Stanford, especie de Samuel Walton inglés. Su caso pone bajo escrutinio los estrechos lazos entre banca islandesa y magnates británicos.<br />
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Stanford era socio de la cadena minorista Baugur (Reykjavik), en tanto sus inversiones en Gran Bretaña, dentro del mismo ramo, van de House of Fraser a Hamley’s. Estas firmas y otras tomaron muchos fondos de Kaupthing, como indica una lista de 200 personas y empresas incluida entre documentos internos del banco.<br />
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Naturalmente, hoy tornan a intensificarse las presiones públicas para castigar a una élite de negocios responsable por haber arruinado la economía de la isla circumpolar. Por supuesto, las investigaciones son seguidas de cerca en Londres –donde operan los ideólogos de esas maniobras-, pues Kaupthing y los demás prestaron masivamente a clientes británicos. Desde simples ahorristas hasta supermercados, instituciones benéficas y municipios.</p>
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