Tras reunirse en Brasil con representantes de Fiesp, Abit, Abitrigo y otras firmas que operan en Argentina, el director de abeceb.com, Dante Sica, extrajo como conclusión que “el país vecino no está tan mal como se piensa, que su economía va a seguir creciendo en los próximos años, aunque quizás a tasas menores, pero que tiene un fuerte desafío de llegar a una tasa de expansión mayor para poder equilibrarse socialmente y donde hoy el sector empresarial, tanto del agroabi como el industrial, están unidos por una mirada en términos de Brasil y un Mercosur más abiertos, de tratar de impulsar negociaciones que los integren al mundo como para poder recuperar y alcanzar parte de la productividad perdida”.
En su informe, Sica afirmó que en los últimos tiempos se ha instalado la idea que la economía brasileña se encuentra casi al borde del abismo. Quizá observando lo que sucede en el interior podría pensarse que estuvo sobredimensionado el impacto de la recuperación y que ahora también se sobreestima el riesgo.
“Cuando se escucha que Brasil está por caer, me recuerda lo que dijera Delfim Netto cuando fue el ministro de Economía del milagro brasileño, de que se ve al país siempre al borde del abismo pero como es tan grande, cada vez que cae lo tapan”, señaló.
En una reciente visita los clientes para conocer su sensibilidad, el consultor comprobó, por un lado, que la economía está creciendo menos que lo esperado, alrededor de 2% este año, aún cuando hay variables que siguen estando controladas.
Pero por otro lado, registró la sensación de que “la política monetaria está controlando la tasa inflacionaria, que se mantiene dentro de los límites previstos en ese programa, y quizá la mayor incertidumbre respecto del set económico lo constituye la política fiscal, que había sido bastante inconsistente con las necesidades de mantener una inflación baja, pero en el último mes, inclusive, con un aumento de impuestos que se viene desarrollando, podría llegar a estar contenido”.
Recordó que este año Brasil tiene dos grandes eventos: el Mundial y el proceso eleccionario, en el que la necesidad de mantener una política fiscal expansiva para mostrar datos mejores, va a estar presente.
Otra de las observaciones que extrajo del empresariado brasileño es que “vive en un clima de negociaciones internacionales muy fuerte. Cuando nos reunimos con ellos advertimos que su preocupación va mucho más allá de una agenda que abarque este año electoral, y están pensando en la reinserción internacional de su país para los próximos cinco años. Su prioridad de agenda hoy es la Unión Europea. La necesidad tanto política como económica de poder cerrar esa negociación no sólo pensando en los beneficios que puede alcanzar o llegar esta negociación con el Mercosur, en términos económicos y financieros, sino en los términos de la idea que podría disciplinar mucho más a distintos socios que componen el bloque como para tener una política de mayor apertura hacia los años que vienen”.
Enfatizó que “estamos en un momento en el cual el mundo está avanzando en acuerdos interregionales y da la sensación que el Mercosur se está quedando afuera de ellos y de las cadenas de valor que se imponen”.
Y que “la preocupación de Brasil es saber qué opina Argentina al respecto, porque nos ve inmersos en un clima de discusiones de corto plazo, de problemas de barreras arancelarias, de la DJ, de las declaraciones de divisas, y como que observa que se ha perdido la mirada de mediano plazo necesaria para poder salir”.