Una investigación realizada por el Financial times muestra que el costo semanal a la economía británica podrán ser los mismos 350 millones de libras que quienes realizaron la campaña por la separación prometieron recuperar para el país.
Uno de los famosos autobuses rojos que circulan por Londres llevaba pinadas estas palabras “Enviamos a la Unión Europea 350 millones de libras por semana; financiemos el sistema de salud con eso”. Se cree que ese argumento fue uno de los más decisivos para que la balanza se inclinara por la separación de Europa el año pasado. Prometía – en términos absolutos – que si los británicos votaban a favor de abandonar la UE verían una ganancia financiera, un duro contrapeso para una gran mayoría de economistas que advertían que la separación dañaría a Gran Bretaña. Los cálculos que se habían hecho con anterioridad al referéndum sobre los daños a largo plazo iban desde un golpe a la economía de 1% hasta 9% del ingreso nacional, una pérdida anual del PBI de entre 20.000 millones y 180.000 millones de libras comparada con la que sobrevendría si se mantenían dentro de la UE. La campaña por la separación ganó la batalla de los eslóganes y también el referéndum.
¿Pero quién ganó el argumento económico. A casi 18 meses de la votacion del Brexit y con 15 meses de datos británicos detallados, ahora ya se puede comenzar a contestar esa importante pregunta. Un grupo de economistas a favor del Brexit anticipaba que después de la votación por el “Leave” el crecimiento del PBI se expandiría 2,7% en 2017. El Tesoro, en cambio, esperaba una suave recesión. Ninguno de los dos acertó. El crecimiento del PBI en 2017 se va a situar en un escaso 1,5% en un momento en que la economía global se está fortaleciendo.
Ahora lo que importa es evaluar el impacto frente a lo que habría ocurrido si la votación se hubiera inclinado para el otro lado.
Los cálculos del trabajo del Financial Times sugieren que el valor de la producción británica está ahora alrededor de 0,9% por debajo de lo que habría sido posible si el país hubiera votado por quedarse dentro de la Unión Europea. Eso equivale a casi exactamente 350 millones de libras esterlinas por semana que pierde Gran Bretaña, una ironía que no van a poder pasar por alto los que votaron por irse impresionados por la promesa hecha desde el lateral de un autobús de Londres.