El tratamiento del proyecto de ley de reforma política tuvo ayer (miércoles 16) en la Cámara de Senadores un obstáculo conocido: la vieja y tradicional excusa de los políticos argentinos de no dar quorum para tratar los temas que afectan a sus propios intereses.
Esta vez, el proyecto que busca recortar el gasto político al nivel nacional y transparentar la financiación –del Estado y de sectores privados– de las campañas electorales, excede la esfera de la confrontación partidaria, por lo que la ausencia se sintió tanto en el oficialismo como en la oposición.
Parece ser que el bloque de senadores del PJ está desinteresado en el proyecto y fue por esto que casi la totalidad de sus integrantes no se presentaron ayer a sesionar.
Por su parte, también varios senadores del radicalismo –casi la mitad del bloque– se quedaron afuera del recinto de la Cámara alta; lo que da muestra de que el proyecto tendrá un desarrollo más que complicado en el Congreso.
La reforma política que los senadores no quisieron tratar incluye también la de órganos de control de las normas de transparencia política, que funcionarían bajo la órbita del Poder Judicial.
Asimismo, reglamenta el volumen, el manejo y la distribución de los fondos que el Estado utiliza para financiar la actividad de los partidos políticos y, más aún, obliga a cada frente a realizar internas abiertas para la selección de candidatos.
Pese a que los integrantes del Senado se habían comprometido ante el ministro del Interior, Ramón Mestre, a tratar el tema con la urgencia necesaria, por el PJ ayer sólo participaron de la sesión el bonaerense Antonio Cafiero y su par del Chaco Hugo Sager.
Con cierto tono irónico, varias fuentes allegadas al bloque radical atribuyeron la ausencia de 13 de sus 21 integrantes a que hubo varios senadores “enfermos” o “de viaje”.
El tratamiento del proyecto de ley de reforma política tuvo ayer (miércoles 16) en la Cámara de Senadores un obstáculo conocido: la vieja y tradicional excusa de los políticos argentinos de no dar quorum para tratar los temas que afectan a sus propios intereses.
Esta vez, el proyecto que busca recortar el gasto político al nivel nacional y transparentar la financiación –del Estado y de sectores privados– de las campañas electorales, excede la esfera de la confrontación partidaria, por lo que la ausencia se sintió tanto en el oficialismo como en la oposición.
Parece ser que el bloque de senadores del PJ está desinteresado en el proyecto y fue por esto que casi la totalidad de sus integrantes no se presentaron ayer a sesionar.
Por su parte, también varios senadores del radicalismo –casi la mitad del bloque– se quedaron afuera del recinto de la Cámara alta; lo que da muestra de que el proyecto tendrá un desarrollo más que complicado en el Congreso.
La reforma política que los senadores no quisieron tratar incluye también la de órganos de control de las normas de transparencia política, que funcionarían bajo la órbita del Poder Judicial.
Asimismo, reglamenta el volumen, el manejo y la distribución de los fondos que el Estado utiliza para financiar la actividad de los partidos políticos y, más aún, obliga a cada frente a realizar internas abiertas para la selección de candidatos.
Pese a que los integrantes del Senado se habían comprometido ante el ministro del Interior, Ramón Mestre, a tratar el tema con la urgencia necesaria, por el PJ ayer sólo participaron de la sesión el bonaerense Antonio Cafiero y su par del Chaco Hugo Sager.
Con cierto tono irónico, varias fuentes allegadas al bloque radical atribuyeron la ausencia de 13 de sus 21 integrantes a que hubo varios senadores “enfermos” o “de viaje”.
