El oficialismo no da quórum a Pro para debatir la autonomía porteña

El jefe del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, anticipó la decisión de no tratar la reforma sobre tablas, sino que se buscará consensuarla a nivel de presidencias de bancadas. Prometió que habrá definición antes del 15 de agosto.

1 agosto, 2007

El bloque oficialista Frente para la Victoria de la Cámara de Diputados
no dio quórum para debatir el proyecto de reforma de la ley de autonomía
porteña. Lo confirmó su jefe, Agustín Rossi, con el argumento
de que la reforma “requiere un nivel de consenso previo de las bancadas parlamentarias”.

Los diputados opositores habían pedido para hoy una sesión especial,
con el objeto de debatir la modificación de la ley Cafiero y “facilitar
que la Ciudad de Buenos Aires pueda tener policía, justicia propia y manejar
los entes del transporte”.

En diálogo con radio América, Rossi adelantó que “el
oficialismo no asistirá a la sesión especial porque el traspaso
de la Policía es suficientemente complejo como para tratarse sobre tablas
en una sesión”.
De este modo, se concreta el temido incumplimiento del compromiso electoral asumido
por el candidato Daniel Filmus y refrendado por el presidente de la Nación.

Para Rossi, “la ley Cafiero necesita cumplir pasos reglamentarios” y,
en esa misma línea, planteó que “primero se buscará
un nivel de consenso en las comisiones para que luego se pueda tratar el tema
en el recinto”. Así, el oficialismo dilata cada vez más la
discusión, mientras en el PRO insisten con la necesidad de modificar la
ley Cafiero cuanto antes.

El diputado kirchnerista aseguró que pedirá a la Comisión
de Asuntos Municipales, presidida por Eduardo Accastello -también del bloque
K-, que convoque a sus integrantes “para empezar a debatir el proyecto de
modificación para tener una definición parlamentaria el 15 de agosto”,
fecha consensuada entre el gobierno nacional y el jefe porteño electo,
Mauricio Macri, para concretar el traspaso de la policía de la Ciudad.

Horacio Rodríguez Larreta, dirigente de Compromiso para el Cambio, expresó
su confianza “en que se cumplirá con lo pautado” aunque consideró
que “estamos muy al límite de los tiempos si no se consigue quórum”.

Presupuesto

El diagnóstico y posibles soluciones que maneja Pro respecto de la policía
es el siguiente:
93% del presupuesto que tiene asignada la Superintendencia Metropolitana se
destina a salarios. Casi 100% es gasto corriente. Por lo tanto, no hay cómo
mejorar el servicio, considerando que es necesario trabajar en capacitación,
tecnología, equipamiento, logística y, obviamente, mejorar las
remuneraciones del personal.
El cuerpo Federal de Aviación de la PFA posee ocho helicópteros
Bolkow-105, pero todos se encuentran fuera de servicio por falta de repuestos.
El último utilizado por la fuerza era de Gendarmería.

Según fuentes internas de la propia Policía, los pedidos de compra
fueron realizados pero nunca autorizados por el ministro del Interior, Aníbal
Fernández. Entonces, no hay partidas presupuestarias disponibles. Los
helicópteros Bolkow cuentan con cámaras de video que permiten
al Comando Central auditar en tiempo real cualquier tipo de manifestación.

La mayoría de los patrulleros que conforma el parque automotor ya están
excedidos de los años recomendables. Y tampoco existe un régimen
sistematizado de control y mantenimiento de los vehículos, estos se llevan
al taller cuando dejan de funcionar. Con un sistema centralizado y organizado
se podría ahorrar dinero y maximizar la utilidad de las unidades disponibles.

Salario y personal

Preocupa a los técnicos de PRO la escasa formación de los agentes.
Según los números disponibles, cada una de las 53 comisarías
tiene un promedio de 300 policías, de ellos usualmente no más
de 30 son oficiales, el resto son suboficiales.

Pero más de 50% de esos 270 policías son agentes y cabos, es decir
los rangos más bajos del escalafón.
Abundan los policías en las calles, luciendo uniforme y el arma reglamentaria,
que tienen entre 3 y 6 meses de formación, con el evidente peligro que
eso significa para toda la sociedad y para los propios agentes, que resultan
fácil presa de los delincuentes avezados.

Entonces, entre los 12.000 policías en las calles que tiene el comando
de la Superintendencia Metropolitana la formación es insuficiente. Es
una agrupación numerosa pero escasamente calificada.

Los hombres de PRO son conscientes que esa fuerza de seguridad deberá
ser reentrenada, desde lo más básico como retomar las prácticas
de tiro (existen muchos casos en los cuales el personal pasa más de un
año sin realizar las prácticas cuando cualquier delincuente practica
con bastante asiduidad en polígonos especiales existentes).

También deberán ser recapacitados en la utilización y adiestramiento
en el uso de armamento no letal (por ejemplo, artes marciales), y también
en la utilización de las nuevas tecnologías (por ejemplo, la informática).

Para esto es necesaria una nueva legislación de personal, modificando
el plan de carrera y el régimen de ascensos, para que resulte más
atractiva y para introducir la meritocracia en las jerarquías.

Además, inexorablemente, aparecerá el tema salarial.

El objetivo es que, con el tiempo, se recupere la paridad de remuneraciones
que históricamente había entre la Federal y el Poder Judicial.
Hasta la década de los años 80, el salario de un comisario equivalía
al de un juez de primera instancia, mientras que el de un agente estaba equiparado
con el del escalafón más bajo de la estructura judicial: el auxiliar
de justicia.

Hoy en día existe un desfasaje de casi 40%. Un agente cobra $1.100 mientras
que un auxiliar de justicia alrededor de $1.800. La aspiración del equipo
de Mauricio Macri es que, en un plan de cuatro años, se alcance a ubicar
los sueldos de la Policía de la Ciudad a la par de los de la Justicia
porteña.

En la actualidad el salario de la mayoría de los suboficiales de la Federal
es 60% por su sueldo y 40% de adicionales, que son horas que trabajan asignados
a la custodia de organismos oficiales, o en empresas, haciendo el trabajo de
seguridad privada.

El sistema es perverso: una hora de un suboficial sale $7,5, la de un agente
de seguridad privada $12. Esto produce una serie de consecuencias nefastas.

a) abre un potencial negocio turbio para los oficiales y comisarios que son
quienes asignan los “adicionales”.

b) durante las 8 horas que esos policías cumplen sus turnos no están
descansados ni en la plenitud de sus facultades.

c) con este sistema no tienen incentivo para cumplir su deber.

Si un suboficial es herido de bala durante un enfrentamiento con un delincuente,
inmediatamente es pasado a disponibilidad hasta que se complete su recuperación,
así pierde todo su ingreso por “adicionales” y parte de su
sueldo, que está atado pautas de “cumplimiento”. Así,
a un agente no le “conviene” ser herido, ya que puede perder más
de la mitad de su ingreso, ya de por sí malo, y además el seguro
que cobran en esos casos es casi simbólico.

No hay “motivación”. Por eso, según los equipos técnicos
de Mauricio Macri con una revalorización del salario de la fuerza, que
termine eliminando el sistema de “adicionales”, sumado a una inversión
en capacitación y un fuerte mensaje político de “respaldo”
para todo el Cuerpo, debería conseguirse en un mediano plazo un salto
muy fuerte en la eficiencia del trabajo policial.

Comunicaciones

El sistema de comunicaciones de la Federal es caótico.

Algunos agentes se comunican por VHF, sistema de radio antiguo que además
no está encriptado y puede ser escuchado por cualquiera (el secreto de
por qué Crónica TV llega antes que la Policía).

Otros lo hacen a través de Nextel y algunos a través de sus celulares
particulares. Según la gente de PRO, ellos han recogido algunos testimonios
extremos en donde el agente llama al 911 para que lo comuniquen con su comisaría.

Esto genera una serie de problemas.

a) se dificulta la comunicación grupal.

b) hace al servicio de Policía dependiente de otros.

Un caso simple: el ´Día del Amigo´, o ´Navidad´, o ´Año Nuevo´,
las redes de celulares colapsan, y así las comisarías no pueden
comunicarse con sus oficiales.

El peor escenario sería en caso de alguna catástrofe, donde el
comando central no podría coordinar sus operaciones.

Para ello lo apropiado sería comprar un sistema de comunicación
propio. En general los cuerpos policiales modernos utilizan uno denominado TETRA
(Terrestrial Trunked Radio). En la Argentina ya fue instalado por las policías
de Neuquén y Mendoza y ahora se hacen pruebas en Chaco.

Las ventajas de este sistema son muchas:

-es mucho más seguro porque es encriptado y no depende de otras redes
de otras empresas, y

-genera un ahorro (porque dejan de pagar las cuentas de Nextel y celular). Además,
permite la transmisión de voz, datos y video, por lo que se podría
proveer a los patrulleros de laptops que recibieran información online
de Comando Central y además pudieran chequear antecedentes y demás.

El sistema TETRA tiene incorporado además un sistema de localización
satelital tipo GPS, así cada comisario podrá saber exactamente
donde está cada uno de sus hombres.

Inteligencia

Otro punto del plan de PRO para la policía es la incorporación
de un sistema de inteligencia estratégica. ¿Qué significa
esto?

Entre otras cosas el aprovechamiento de la información disponible, que
debe procesarse en forma eficaz para poder ayudar a la prevención del
delito.
La inteligencia criminal es casi inexistente en la Argentina y muchas veces
se confunde con la actividad de la Secretaría de Inteligencia del Estado
(SIDE), enfocada generalmente a la persecución y espionaje de adversarios
políticos.

Con la tecnología disponible, la idea es aunar información sobre
los ilícitos y una de las propuestas de PRO tiene que ver con generar
un sistema unificado de información. Cuando hoy se produce un robo, se
imprime en un papel y se envía a la fiscalía correspondiente,
luego de darle una copia al damnificado. No existe un cruce de datos adecuado
para poder generar patrones de delitos, zonas calientes y tantos otros datos
que en la era de la información son desperdiciados por completo.

En la época cuando Gustavo Beliz estuvo al frente del entonces Ministerio
de Justicia y Seguridad se desarrolló un software llamado “Sistema
Unificado de Registros Criminales”. Pero luego el ministro cayó
en desgracia y con él la iniciativa, que era válida.

En PRO proponen reflotar ese sistema o desarrollar uno similar. El concepto
es que el agente que tome la denuncia lo haga con preguntas preestablecidas,
buscando datos determinados. En el momento que la denuncia se imprime para ser
firmada por el denunciante, ésta se manda en forma automática
al Comando Central, en donde el programa cruzará todos los datos con
las denuncias ya registradas. Así se podrán encontrar patrones
de armas utilizadas, de caracterizaciones de los delincuentes, de horarios,
de zonas de acción, etc.

El bloque oficialista Frente para la Victoria de la Cámara de Diputados
no dio quórum para debatir el proyecto de reforma de la ley de autonomía
porteña. Lo confirmó su jefe, Agustín Rossi, con el argumento
de que la reforma “requiere un nivel de consenso previo de las bancadas parlamentarias”.

Los diputados opositores habían pedido para hoy una sesión especial,
con el objeto de debatir la modificación de la ley Cafiero y “facilitar
que la Ciudad de Buenos Aires pueda tener policía, justicia propia y manejar
los entes del transporte”.

En diálogo con radio América, Rossi adelantó que “el
oficialismo no asistirá a la sesión especial porque el traspaso
de la Policía es suficientemente complejo como para tratarse sobre tablas
en una sesión”.
De este modo, se concreta el temido incumplimiento del compromiso electoral asumido
por el candidato Daniel Filmus y refrendado por el presidente de la Nación.

Para Rossi, “la ley Cafiero necesita cumplir pasos reglamentarios” y,
en esa misma línea, planteó que “primero se buscará
un nivel de consenso en las comisiones para que luego se pueda tratar el tema
en el recinto”. Así, el oficialismo dilata cada vez más la
discusión, mientras en el PRO insisten con la necesidad de modificar la
ley Cafiero cuanto antes.

El diputado kirchnerista aseguró que pedirá a la Comisión
de Asuntos Municipales, presidida por Eduardo Accastello -también del bloque
K-, que convoque a sus integrantes “para empezar a debatir el proyecto de
modificación para tener una definición parlamentaria el 15 de agosto”,
fecha consensuada entre el gobierno nacional y el jefe porteño electo,
Mauricio Macri, para concretar el traspaso de la policía de la Ciudad.

Horacio Rodríguez Larreta, dirigente de Compromiso para el Cambio, expresó
su confianza “en que se cumplirá con lo pautado” aunque consideró
que “estamos muy al límite de los tiempos si no se consigue quórum”.

Presupuesto

El diagnóstico y posibles soluciones que maneja Pro respecto de la policía
es el siguiente:
93% del presupuesto que tiene asignada la Superintendencia Metropolitana se
destina a salarios. Casi 100% es gasto corriente. Por lo tanto, no hay cómo
mejorar el servicio, considerando que es necesario trabajar en capacitación,
tecnología, equipamiento, logística y, obviamente, mejorar las
remuneraciones del personal.
El cuerpo Federal de Aviación de la PFA posee ocho helicópteros
Bolkow-105, pero todos se encuentran fuera de servicio por falta de repuestos.
El último utilizado por la fuerza era de Gendarmería.

Según fuentes internas de la propia Policía, los pedidos de compra
fueron realizados pero nunca autorizados por el ministro del Interior, Aníbal
Fernández. Entonces, no hay partidas presupuestarias disponibles. Los
helicópteros Bolkow cuentan con cámaras de video que permiten
al Comando Central auditar en tiempo real cualquier tipo de manifestación.

La mayoría de los patrulleros que conforma el parque automotor ya están
excedidos de los años recomendables. Y tampoco existe un régimen
sistematizado de control y mantenimiento de los vehículos, estos se llevan
al taller cuando dejan de funcionar. Con un sistema centralizado y organizado
se podría ahorrar dinero y maximizar la utilidad de las unidades disponibles.

Salario y personal

Preocupa a los técnicos de PRO la escasa formación de los agentes.
Según los números disponibles, cada una de las 53 comisarías
tiene un promedio de 300 policías, de ellos usualmente no más
de 30 son oficiales, el resto son suboficiales.

Pero más de 50% de esos 270 policías son agentes y cabos, es decir
los rangos más bajos del escalafón.
Abundan los policías en las calles, luciendo uniforme y el arma reglamentaria,
que tienen entre 3 y 6 meses de formación, con el evidente peligro que
eso significa para toda la sociedad y para los propios agentes, que resultan
fácil presa de los delincuentes avezados.

Entonces, entre los 12.000 policías en las calles que tiene el comando
de la Superintendencia Metropolitana la formación es insuficiente. Es
una agrupación numerosa pero escasamente calificada.

Los hombres de PRO son conscientes que esa fuerza de seguridad deberá
ser reentrenada, desde lo más básico como retomar las prácticas
de tiro (existen muchos casos en los cuales el personal pasa más de un
año sin realizar las prácticas cuando cualquier delincuente practica
con bastante asiduidad en polígonos especiales existentes).

También deberán ser recapacitados en la utilización y adiestramiento
en el uso de armamento no letal (por ejemplo, artes marciales), y también
en la utilización de las nuevas tecnologías (por ejemplo, la informática).

Para esto es necesaria una nueva legislación de personal, modificando
el plan de carrera y el régimen de ascensos, para que resulte más
atractiva y para introducir la meritocracia en las jerarquías.

Además, inexorablemente, aparecerá el tema salarial.

El objetivo es que, con el tiempo, se recupere la paridad de remuneraciones
que históricamente había entre la Federal y el Poder Judicial.
Hasta la década de los años 80, el salario de un comisario equivalía
al de un juez de primera instancia, mientras que el de un agente estaba equiparado
con el del escalafón más bajo de la estructura judicial: el auxiliar
de justicia.

Hoy en día existe un desfasaje de casi 40%. Un agente cobra $1.100 mientras
que un auxiliar de justicia alrededor de $1.800. La aspiración del equipo
de Mauricio Macri es que, en un plan de cuatro años, se alcance a ubicar
los sueldos de la Policía de la Ciudad a la par de los de la Justicia
porteña.

En la actualidad el salario de la mayoría de los suboficiales de la Federal
es 60% por su sueldo y 40% de adicionales, que son horas que trabajan asignados
a la custodia de organismos oficiales, o en empresas, haciendo el trabajo de
seguridad privada.

El sistema es perverso: una hora de un suboficial sale $7,5, la de un agente
de seguridad privada $12. Esto produce una serie de consecuencias nefastas.

a) abre un potencial negocio turbio para los oficiales y comisarios que son
quienes asignan los “adicionales”.

b) durante las 8 horas que esos policías cumplen sus turnos no están
descansados ni en la plenitud de sus facultades.

c) con este sistema no tienen incentivo para cumplir su deber.

Si un suboficial es herido de bala durante un enfrentamiento con un delincuente,
inmediatamente es pasado a disponibilidad hasta que se complete su recuperación,
así pierde todo su ingreso por “adicionales” y parte de su
sueldo, que está atado pautas de “cumplimiento”. Así,
a un agente no le “conviene” ser herido, ya que puede perder más
de la mitad de su ingreso, ya de por sí malo, y además el seguro
que cobran en esos casos es casi simbólico.

No hay “motivación”. Por eso, según los equipos técnicos
de Mauricio Macri con una revalorización del salario de la fuerza, que
termine eliminando el sistema de “adicionales”, sumado a una inversión
en capacitación y un fuerte mensaje político de “respaldo”
para todo el Cuerpo, debería conseguirse en un mediano plazo un salto
muy fuerte en la eficiencia del trabajo policial.

Comunicaciones

El sistema de comunicaciones de la Federal es caótico.

Algunos agentes se comunican por VHF, sistema de radio antiguo que además
no está encriptado y puede ser escuchado por cualquiera (el secreto de
por qué Crónica TV llega antes que la Policía).

Otros lo hacen a través de Nextel y algunos a través de sus celulares
particulares. Según la gente de PRO, ellos han recogido algunos testimonios
extremos en donde el agente llama al 911 para que lo comuniquen con su comisaría.

Esto genera una serie de problemas.

a) se dificulta la comunicación grupal.

b) hace al servicio de Policía dependiente de otros.

Un caso simple: el ´Día del Amigo´, o ´Navidad´, o ´Año Nuevo´,
las redes de celulares colapsan, y así las comisarías no pueden
comunicarse con sus oficiales.

El peor escenario sería en caso de alguna catástrofe, donde el
comando central no podría coordinar sus operaciones.

Para ello lo apropiado sería comprar un sistema de comunicación
propio. En general los cuerpos policiales modernos utilizan uno denominado TETRA
(Terrestrial Trunked Radio). En la Argentina ya fue instalado por las policías
de Neuquén y Mendoza y ahora se hacen pruebas en Chaco.

Las ventajas de este sistema son muchas:

-es mucho más seguro porque es encriptado y no depende de otras redes
de otras empresas, y

-genera un ahorro (porque dejan de pagar las cuentas de Nextel y celular). Además,
permite la transmisión de voz, datos y video, por lo que se podría
proveer a los patrulleros de laptops que recibieran información online
de Comando Central y además pudieran chequear antecedentes y demás.

El sistema TETRA tiene incorporado además un sistema de localización
satelital tipo GPS, así cada comisario podrá saber exactamente
donde está cada uno de sus hombres.

Inteligencia

Otro punto del plan de PRO para la policía es la incorporación
de un sistema de inteligencia estratégica. ¿Qué significa
esto?

Entre otras cosas el aprovechamiento de la información disponible, que
debe procesarse en forma eficaz para poder ayudar a la prevención del
delito.
La inteligencia criminal es casi inexistente en la Argentina y muchas veces
se confunde con la actividad de la Secretaría de Inteligencia del Estado
(SIDE), enfocada generalmente a la persecución y espionaje de adversarios
políticos.

Con la tecnología disponible, la idea es aunar información sobre
los ilícitos y una de las propuestas de PRO tiene que ver con generar
un sistema unificado de información. Cuando hoy se produce un robo, se
imprime en un papel y se envía a la fiscalía correspondiente,
luego de darle una copia al damnificado. No existe un cruce de datos adecuado
para poder generar patrones de delitos, zonas calientes y tantos otros datos
que en la era de la información son desperdiciados por completo.

En la época cuando Gustavo Beliz estuvo al frente del entonces Ministerio
de Justicia y Seguridad se desarrolló un software llamado “Sistema
Unificado de Registros Criminales”. Pero luego el ministro cayó
en desgracia y con él la iniciativa, que era válida.

En PRO proponen reflotar ese sistema o desarrollar uno similar. El concepto
es que el agente que tome la denuncia lo haga con preguntas preestablecidas,
buscando datos determinados. En el momento que la denuncia se imprime para ser
firmada por el denunciante, ésta se manda en forma automática
al Comando Central, en donde el programa cruzará todos los datos con
las denuncias ya registradas. Así se podrán encontrar patrones
de armas utilizadas, de caracterizaciones de los delincuentes, de horarios,
de zonas de acción, etc.

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