De este modo, el déficit comercial de noviembre mostró una reversión de USD 72 M frente al mismo mes del año pasado (USD +54 M).
Así, en los once meses que van del año, la balanza comercial bilateral con Brasil lleva acumulado un déficit de US$ 4.840 millones, un 144,8% más que el acumulado en ene-nov de 2022. Al impacto negativo de la sequía, que aún se siente en los envíos del sector agroexportador y en las compras de materia prima agropecuaria necesarias para la agroindustria, también se ha sumado un grado cada vez mayor de control de las importaciones mediante el canal SIRAs.
En este contexto, el flujo comercial (importaciones + exportaciones), de noviembre mostró una disminución del 20,8% i.a., la baja interanual más grande desde la pandemia. Esto implica que, más que una dinámica virtuosa de recuperación del comercio exterior, especialmente las importaciones, lo que se está viendo es un intento de moderar el déficit comercial mediante un cepo cada vez más severo a las importaciones, afectando la relación comercial bilateral.
¿Qué pasó con las importaciones ?
Las importaciones desde Brasil fueron de US$ 974 millones en noviembre y se contrajeron un 18,3% contra el mismo mes de 2022. Esta fue su segunda peor caída en el año (después del -20,3% i.a. en septiembre) y una de las más profundas desde el fin de la pandemia. Esto es especialmente notorio ya que el primer semestre mostró un crecimiento importante de las importaciones, con aumentos del 25,2% anual en el acumulado enero-julio.
En rigor, la reducción de los valores importados desde el país se debe a una disminución del 17,9% en las cantidades importadas versus el año previo, dado que los precios de las compras desde el país vecino aumentaron un 2,1% i.a.
En noviembre, se exhibió una dinámica heterogénea entre los principales rubros de importación. De este modo:
- En primer lugar, el sector agropecuario mostró un peso menor en las importaciones de noviembre, ya que su share en el total adquirido representó un 2,6% del total, versus valores superiores al 5% en los meses previos. En este sentido, la soja de molienda, que viene siendo utilizada para suplir los cultivos perdidos durante la sequía, mostró un crecimiento inédito al pasar de nulos valores de importación -el año anterior-, a importar USD 25 M en nov-23.
- Asimismo, las importaciones del sector automotriz presentaron bajas, tal que el rubro “Vehículos Automotores de Pasajeros” marcó una contracción del 21,0% versus el mismo mes del año previo, totalizando USD 91,2 M y representando un 9,4% de las importaciones.
- Al mismo tiempo, las compras correspondientes a “Motores de Pistón y Sus Partes” alcanzaron los USD 36,3 M, una reducción del 11,9% respecto a noviembre de 2022; su participación en el total fue de 3,7%. Por el contrario, las importaciones de “Partes y Accesorios de Vehículos Automotores” crecieron un 1,9% anual, representando un 15,7% de las compras y totalizando USD 152,7 M. En su agregado, el rubro muestra el impacto de las restricciones a las importaciones en un contexto de apreciación cambiaria, aunque el sector también logró permitir que ciertos insumos ingresen al país con tal de evitar un parate absoluto en la producción.
- Finalmente, el rubro de metalmecánica tuvo peso en el undécimo mes, tal que las compras de “Productos laminados Planos de Hierro o Acero” mostraron un alza del 29,1% anual en noviembre, alcanzando USD 29,8 M y representando un 3,1%. En cambio, las compras de “Mineral de Hierro y sus Derivados” presentó una caída del 45,0% interanual, alcanzando solamente USD 25,8 M (versus USD 47,0 M en noviembre de 2022) y reduciendo su proporción del total a 2,7%.
¿Qué pasó con las exportaciones hacia Brasil?
Las exportaciones argentinas a Brasil mostraron una reducción del 23,2% anual en el mismo mes, su segunda peor caída del año desde el 31,0% de junio, y la más profunda desde agosto de 2020. Este ritmo de caída, al mismo tiempo, es muy superior al del tercer trimestre (-12,1%) y más comparable al del período abril-junio, de máximo impacto de la sequía (-14,0%). Es indudable que estos datos son debidos al impacto negativo que aún persiste de la sequía y a la ausencia de sectores que puedan traccionar las exportaciones en igual medida.
Entre los productos de mayor participación en el total de exportaciones, la dinámica fue heterogénea:
- Primeramente, y respecto al complejo agroganadero, se vio una baja importante en el rubro “Preparaciones y Cereales, Harinas, o Fécula de Frutas o Verduras”, que cayó un 7,2% anual y representó tan solo un 4,7% de las importaciones, con un valor de USD 45 M. El rubro de “Trigo y Centeno, Sin Moler” también mostró una contracción importante, con una disminución del 69,0% i.a., cayendo a USD 22,7 M (2,4% del total). Finalmente, los envíos a Brasil de “Leche y Lácteos (sin Manteca o Queso)” marcaron una suba del 10,4% anual en noviembre, alcanzando USD 34,8 M y representando un 3,6% del total, un valor notorio por su magnitud. El rubro de “Queso”, en particular, exhibió una suba del 57,2% en el mismo período, totalizando USD 15,6 M.
- En relación con el sector automotriz, se observó una bifurcación del mercado, con el rubro “Vehículos Automóviles de Pasajeros” mostrando una suba del 1,9% i.a. (versus 10,6% hace dos meses, una marcada desaceleración) y totalizando USD 225,4 M, un 23,6% del total. En cambio, los “Vehículos Automóviles para Transporte de Mercancías” presentaron una contracción del 35,1% anual, cayendo a USD 190,9 M (vs USD 294,1 M en nov-22) y representando un 20,0% de las exportaciones. El rubro autopartes, al mismo tiempo, vio disminuciones profundas, con “Motores de Pistón y sus partes” contrayéndose un 40,6% i.a. (a USD 22,2 M, o un 2,3% del total), reflejando que buena parte de la disminución de las compras a Brasil fue sustituida por producción nacional en un entorno de importaciones duramente racionadas por la escasez de divisas. En el agregado, las exportaciones de vehículos en su conjunto representaron un 43,5% del total de los envíos del país a Brasil en los once meses que van del año, dos puntos por encima del valor tomado el año previo (41,4%).
- De cualquier modo, el sector automotriz ha presentado una dinámica similar a lo largo de 2023, con crecimiento acumulado de 8,9% en Vehículos de Pasajeros y una baja de 3,4% anual en Vehículos Utilitarios; esto no sigue a lo observado en el mercado brasileño, donde ambos tipos de patentamientos vienen creciendo fuertemente desde enero. Por el contrario, el mercado argentino ha exhibido caídas en las cantidades de automóviles enviadas (-15,7% i.a. vehículos de pasajeros en noviembre – 29,4% i.a. en utilitarios, según ADEFA) incluso con crecimiento moderado en la producción (21,2% acumulado y +10,9% acumulado en vehículos de pasajeros y de carga respectivamente) quizás implicando que el mercado interno está cobrando más fuerza (+14,5% anual acumulado entre ambos rubros) y que se están recortando los envíos al exterior mientras que se racionalizan los insumos importados.
- Finalmente, el rubro “Aceites Crudos de Petróleo o Minerales” totalizó USD 33 M en noviembre, una baja interanual de 68,6% y una caída de cinco puntos en su participación, al 3,5% (versus 8,4% en igual mes de 2022). Al mismo tiempo, el rubro “Combustibles de Petróleo o Minerales (Excluyendo Crudos)” presentó un incremento de 488,8% i.a. en noviembre, totalizando USD 22,2 M y marcando un 2,3% de los envíos totales – lo cual apunta a un cambio en el sector producto de desarrollos recientes en la estructura exportadora y productiva.
Balance y proyecciones 2023/24
En resumen, durante los once meses ya transcurridos de 2023, las importaciones desde Brasil totalizaron USD 15.943 M, un aumento del 10,9% versus el acumulado del año previo, aunque mostrando bajas acumuladas de 12,0% anual en los últimos cuatro meses.
Esto ha generado un deterioro importante de la balanza comercial argentina (el objetivo de las medidas restrictivas que sin lugar a dudas han afectado las compras externas), aunque también impacta en sectores claves para los cuales bienes finales e intermedios importados desde Brasil son cruciales. Al mismo tiempo, las exportaciones han totalizado USD 11.103 M en enero-noviembre de 2023, una caída del 8,4% contra igual lapso del año pasado; esto convierte a 2023 en el peor año para los envíos a este socio desde 2020. Así, el déficit comercial acumulado con el año casi finalizado fue de USD 4.840 M, una suba del 114,8% contra el déficit de USD 2.245 M en igual período del año previo.
Hacia adelante, es decir diciembre y 2024, a nivel macro se perfila un año recesivo para la Argentina, ya que los ineludibles ajustes fiscales, monetarios, y externos a realizarse tendrán un alto costo sobre la actividad y el salario en buena parte del año. Por el contrario, se perfila que la economía brasileña crezca normalmente, aunque a tasa inferior que en 2023: para el año entrante se espera un 1,5% anual, según la encuesta del BCB.
De esta manera, los envíos al exterior por parte de Argentina se recuperarían, al compás de la mejora de competitividad tras la devaluación oficial esperada en diciembre, y el comienzo de la cosecha fina y la reversión del efecto sequía de la cosecha gruesa hacia el segundo trimestre.
De cualquier modo, sin estabilizar los desbalances macroeconómicos importantes que afectan a la economía, no se podrá normalizar al sector externo, dando lugar a una continuación parcial de los controles y cepos ya existentes, al menos hasta que se logren acumular reservas internacionales. De esta manera, en los primeros seis meses del año esperamos que las importaciones continúen pisadas, con ralentizaciones de las operaciones en el canal de las SIRAs, aunque se espera que los mismos se reduzcan a lo largo del año, llegando a un MULC muy ligeramente monitoreado a fin de año.
