El gobierno no cambiará su política hacia Cuba

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró que la Argentina mantendrá su postura de abstención en la votación sobre violación de derechos humanos en Cuba, ya que, "hoy por hoy, no hay ningún elemento que nos haga cambiar de opinión".

9 enero, 2004

Fernández reiteró que la Argentina mantendrá su postura de “abstención” a condenas contra el gobierno cubano, en
concordancia con Brasil, cuando en distintos foros internacionales
-como por ejemplo las Naciones Unidas- se analicen las violaciones
a los derechos humanos en la isla.

En ese sentido, el jefe de Gabinete dijo que “la posición que se adopte sobre Cuba sólo le incumbe a la Argentina, y no debe ser objeto de presión” de terceros países.

Además, el jefe de ministros emitió una señal conciliadora hacia Washington, al considerar que deben “preservarse las relaciones” entre la Argentina y Estados Unidos; pero, al mismo tiempo y por tercer día consecutivo, volvió a criticar al funcionario norteamericano Roger Noriega.

“Las declaraciones de Noriega nos parecieron desafortunadas y
anacrónicas, pero por encima de eso tienen que preservarse las
relaciones entre los países”, fue la frase utilizada, por Alberto Fernández, para definir la posición oficial.

De esta manera, el funcionario insistió además en la estrategia del Gobierno de personalizar en Noriega el roce diplomático y no extenderlo al conjunto del gobierno de George W. Bush.

Incluso, Fernández minimizó el fuerte respaldo que recibió el
en la víspera subsecretario Noriega por parte del jefe de la
diplomacia estadounidense, Colin Powell, luego de sus críticas
hacia la política exterior de Néstor Kirchner.

Para el jefe de Gabinete, Powell mostró más una “actitud de
reproche al gobierno cubano”, que un respaldo a Noriega en sus
críticas a la Argentina.

“Lo que más hizo Powell es avalar a Noriega en su declaración
respecto del gobierno cubano, es una declaración muy extensa, es
más una declaración de pedido de apoyo en esa causa que una
crítica” hacia la Argentina, consideró el jefe de Gabinete.

De todos modos, Fernández admitió que “es posible que la visión
no sea sólo de Noriega, que también sea tal vez del secretario de
Estado y tal vez sea del mismo gobierno (norteamericano), no lo
sé”.

En la víspera, Powell salió a defender a Noriega -quien había
denunciado un “giro a la izquierda” de la Argentina y considerado
como demasiado blanda la posición del país con respecto al gobierno
cubano-, al tiempo que adelantó que el lunes próximo tratará la
cuestión cubana con el canciller argentino, Rafael Bielsa.

Fernández reiteró que la Argentina mantendrá su postura de “abstención” a condenas contra el gobierno cubano, en
concordancia con Brasil, cuando en distintos foros internacionales
-como por ejemplo las Naciones Unidas- se analicen las violaciones
a los derechos humanos en la isla.

En ese sentido, el jefe de Gabinete dijo que “la posición que se adopte sobre Cuba sólo le incumbe a la Argentina, y no debe ser objeto de presión” de terceros países.

Además, el jefe de ministros emitió una señal conciliadora hacia Washington, al considerar que deben “preservarse las relaciones” entre la Argentina y Estados Unidos; pero, al mismo tiempo y por tercer día consecutivo, volvió a criticar al funcionario norteamericano Roger Noriega.

“Las declaraciones de Noriega nos parecieron desafortunadas y
anacrónicas, pero por encima de eso tienen que preservarse las
relaciones entre los países”, fue la frase utilizada, por Alberto Fernández, para definir la posición oficial.

De esta manera, el funcionario insistió además en la estrategia del Gobierno de personalizar en Noriega el roce diplomático y no extenderlo al conjunto del gobierno de George W. Bush.

Incluso, Fernández minimizó el fuerte respaldo que recibió el
en la víspera subsecretario Noriega por parte del jefe de la
diplomacia estadounidense, Colin Powell, luego de sus críticas
hacia la política exterior de Néstor Kirchner.

Para el jefe de Gabinete, Powell mostró más una “actitud de
reproche al gobierno cubano”, que un respaldo a Noriega en sus
críticas a la Argentina.

“Lo que más hizo Powell es avalar a Noriega en su declaración
respecto del gobierno cubano, es una declaración muy extensa, es
más una declaración de pedido de apoyo en esa causa que una
crítica” hacia la Argentina, consideró el jefe de Gabinete.

De todos modos, Fernández admitió que “es posible que la visión
no sea sólo de Noriega, que también sea tal vez del secretario de
Estado y tal vez sea del mismo gobierno (norteamericano), no lo
sé”.

En la víspera, Powell salió a defender a Noriega -quien había
denunciado un “giro a la izquierda” de la Argentina y considerado
como demasiado blanda la posición del país con respecto al gobierno
cubano-, al tiempo que adelantó que el lunes próximo tratará la
cuestión cubana con el canciller argentino, Rafael Bielsa.

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