Luca Montezemolo le sugiere renunciar a Antonio Fazio

Presidente de la Confederazione dell’industria y de Fiat, el empresario más influyente del país cree que el jefe de Banca d’Italia (central) tiene que irse. Su reemplazante debiera ser elegido por consenso entre oficialismo y oposición.

18 agosto, 2005

No vaciló: “Sí. Creo que Antonio Fazio debe dimitir. Su gestión ha minado la credibilidad del país”. Ni la dirigencia opositora había sido tan terminante. Un día antes, el martes, Luca Montezemolo (Confindustria, Fiat) había estado hablando con autoridades de Bruselas y Fráncfort (Banco Central Europeo).

A criterio del empresario y contra lo que sostienen dirigentes de la coalición derechista gobernante, el presidente del banco central “no es una víctima. Pero no tengo intención de pronunciar veredictos, sino de defender las instituciones italianas. Este desaguisado político, económico y bancario exige salidas éticas”.

En privado, el dirigente también estima que deben retirarse las ofertas públicas accionarias de Banca Popolare Italiana (BPI, o sea Giampiero Fiorani) sobre Banca Antoniana Popolare Veneta y de Unipol (Giovanni Consorte) sobre Banca Nazionale del Lavoro. Justamente, mientras una campaña de opinión –en medios sudamericanos- pretende dar por hechas ambas.

Tras censurar escuchas y grabaciones telefónicas en general, Montezemolo admite que, en esta oportunidad, “sin ellas, la justicia no hubiese avanzado tanto en sacar a luz la verdad”. Por lo mismo, sale en apoyo del “Corriere della sera”, que publicó minutas de estas intercepciones. El diario es objeto de presiones originadas alrededor de Silvio Berlusconi, cuyo nombre aparece en diálogos comprometedores.

La idea de Conforte, compartida por Fiorani, Stefano Ricucci (financista turbio) y Fazio consistía en copar Capitalia. Desde ahí se lanzaría una OPA hostil sobre Fiat, armada en Suiza. Algunos aspectos de la conjura fueron expuestos en el “Economist” (Londres) y “Der Spiegel” (Berlín). Este sitio ha estado resumiendo esas publicaciones desde hace semanas.

El presidente de Fiat dejó claro el miércoles 17 que no cuestionaba las OPA inciales, es decir, las de ABN Amro (AntonVeneta) y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BNL). Esto es, no comparte el concepto de “italianidad” del sistema financiero que Fazio viene esgrimiendo para promover los negocios de sus amigos. Durante la conversación con el periodista especializado Enrico Cisnetto, en Cortina d’Ampezzo, Montezemolo no quiso opinar sobre aspectos políticos ni sobre los “planes suizos” respecto de Fiat. Poco antes, Capitalia había negado toda relación con el asunto.

No vaciló: “Sí. Creo que Antonio Fazio debe dimitir. Su gestión ha minado la credibilidad del país”. Ni la dirigencia opositora había sido tan terminante. Un día antes, el martes, Luca Montezemolo (Confindustria, Fiat) había estado hablando con autoridades de Bruselas y Fráncfort (Banco Central Europeo).

A criterio del empresario y contra lo que sostienen dirigentes de la coalición derechista gobernante, el presidente del banco central “no es una víctima. Pero no tengo intención de pronunciar veredictos, sino de defender las instituciones italianas. Este desaguisado político, económico y bancario exige salidas éticas”.

En privado, el dirigente también estima que deben retirarse las ofertas públicas accionarias de Banca Popolare Italiana (BPI, o sea Giampiero Fiorani) sobre Banca Antoniana Popolare Veneta y de Unipol (Giovanni Consorte) sobre Banca Nazionale del Lavoro. Justamente, mientras una campaña de opinión –en medios sudamericanos- pretende dar por hechas ambas.

Tras censurar escuchas y grabaciones telefónicas en general, Montezemolo admite que, en esta oportunidad, “sin ellas, la justicia no hubiese avanzado tanto en sacar a luz la verdad”. Por lo mismo, sale en apoyo del “Corriere della sera”, que publicó minutas de estas intercepciones. El diario es objeto de presiones originadas alrededor de Silvio Berlusconi, cuyo nombre aparece en diálogos comprometedores.

La idea de Conforte, compartida por Fiorani, Stefano Ricucci (financista turbio) y Fazio consistía en copar Capitalia. Desde ahí se lanzaría una OPA hostil sobre Fiat, armada en Suiza. Algunos aspectos de la conjura fueron expuestos en el “Economist” (Londres) y “Der Spiegel” (Berlín). Este sitio ha estado resumiendo esas publicaciones desde hace semanas.

El presidente de Fiat dejó claro el miércoles 17 que no cuestionaba las OPA inciales, es decir, las de ABN Amro (AntonVeneta) y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BNL). Esto es, no comparte el concepto de “italianidad” del sistema financiero que Fazio viene esgrimiendo para promover los negocios de sus amigos. Durante la conversación con el periodista especializado Enrico Cisnetto, en Cortina d’Ampezzo, Montezemolo no quiso opinar sobre aspectos políticos ni sobre los “planes suizos” respecto de Fiat. Poco antes, Capitalia había negado toda relación con el asunto.

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