El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, adelantó que el gobierno se abocará de ahora en adelante en atender cuestiones que esperaban la resolución de la controversia con el campo. Aunque no las mencionó, entre ellas figura la determinación de un nuevo salario mínimo, vital y móvil, la aplicación de aumentos por escala en las jubilaciones y en las asignaciones familiares, y una recomposición de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias.<br />
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Estas medidas no conformarán un paquete, según se apuraron en aclarar desde la órbita presidencial, fundamentalmente porque se buscará en su anuncio dar protagonismo a los representantes sociales de cada área, como por ejemplo, a Hugo Moyano, en el llamado al Consejo Nacional del Salario y en el incremento del mínimo no imponible que desafecte a los trabajadores de convenios laborales cuya remuneración saltó de los $ 5.000 en la última paritaria.<br />
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También los líderes de las entidades piqueteras y de jubilados afines al gobierno serán participados de los beneficios previsionales en ciernes, como muestra de ratificación del sesgo popular que los Kirchner afirman imprimirle a su gobierno.<br />
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Las resoluciones 125 y la complementaria 144 del Ministerio de Economía continúan vigentes pese a no haberse podido concretar en leyes aprobadas por el Congreso, y ahora será puesta en tela de juicio su constitucionalidad por la dirigencia rural ante la Corte Suprema, si algún gobernador aceptase llevar adelante la gestión. Ese podría ser Alberto Rodríguez Saa.<br />
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Desde el punto de vista fiscal, el gobierno seguirá contando con los más de US$ 1.500 millones netos, aproximadamente, que le depararán las retenciones móviles y tendrá tiempo hasta octubre para ver qué hace al respecto.<br />
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La avalancha de recursos de productores que ingresarán en los juzgados y el que podría pasar la mesa de entradas del superior tribunal de justicia difícilmente corone en una vuelta atrás de la medida. Al igual que sucediera con el corralito del 2001 o con las jubilaciones, el fallo se ajustará finalmente a la realidad económica, y esta indica que no es factible la restitución de los fondos a una masa semejante de perjudicados por medidas políticas.<br />
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Distintos subterfugios legales diluirán con seguridad la responsabilidad del Estado en procura de la extinción en el tiempo.<br />
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De todos modos, la movilización de los productores (ya instalada en la Capital Federal) se desplazará hacia los Tribunales.<br />
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La Corte Suprema de Justicia se encuentra en un brete político de fuste, porque el Poder Ejecutivo que nombró y removió los jueces para alinearla a un régimen de emergencias, necesidades, urgencias, incumplimiento unilateral de contratos y delegación de facultades entre poderes, administrado desde ¿la quinta de Olivos?, hoy le plantea una singular lectura de los derechos ciudadanos afín a tales excepcionalidades.
<strong>Amigos y enemigos</strong><br /><br />La foto del amanecer de hoy quizá represente el mejor análisis político del rechazo legislativo al proyecto sobre las retenciones móviles: el jefe de los radicales K sellando la ruptura de la Concertación K, parte del bloque peronista del Senado votando con la oposición contra el oficialismo, la otra parte, que estuvo a favor, con gestos contrariados y la desolación en la carpa triunfalista del kirchnerismo frente al Congreso.<br /><br />El gran perdedor fue el presidente del PJ e inspirador de la férrea postura presidencial para derrotar al campo, Néstor Kirchner, quien en un santiamén empujó a la ruptura de la coalición política gobernante.<br /><br />El activismo callejero de los Moyano, Depetris, D´Elía, Cevallos, Kunkel, Moreno y hasta Hebe Bonafini no le alcanzó al ex primer mandatario para someter la creciente presión opositora que sumó el descontento con un estilo autoritario de gestión a la protesta rural por lo que consideró una confiscación de su renta.<br /><br />El PJ también perdió en las movilizaciones populares, tanto del 25 de mayo, al confrontar el acto que organizara en Salta con el que los productores realizaron en el monumento a la bandera, en Rosario, cuanto el martes último, al contrastar la concentración frente a la Plaza de los dos Congresos con la que hicieron los ruralistas en Palermo.<br /><br />Y el otro resultado visible: convocó más un principio republicano que los compromisos con los tutores de parte de beneficiarios que militan en nucleamientos adosados a la protección económica del poder, tanto en la vida política cuanto en las organizaciones sociales.<br /><br />La recomposición de las alianzas tanto del gobierno como de la oposición será la comidilla política de los próximos días.<br /><br />¿Qué represalias tomarán con el vicepresidente Julio Cobos por su desempate en contra del proyecto oficial? ¿Será tan fuerte la presión para hacerlo renunciar? ¿Qué harán dentro del PJ respecto de Kirchner los disidentes más conspicuos, cuyas cabezas visibles son De la Sota, Busti, el propio Reutemann y Duhalde?<br /><br />¿Qué será de la Concertación K con los radicales? ¿Se volverán a unificar en un solo partido? ¿Qué pasará con la CGT fracturada, siendo que Barrionuevo estuvo ayer con los ganadores y Moyano con los perdedores de la puja en el Senado? ¿Se unirá la oposición en un solo bloque parlamentario de ahora en más? ¿Cristina Kirchner se abrirá al diálogo o persistirá en plegarse al cierre autista que propone su esposo para seguir profundizando las diferencias con la sociedad que no acepta el estilo autoritario de gobierno? ¿La alineación de los ex ARI con el kirchnerismo en la Cámara de Diputados preanuncia una división ideológica, antes que partidaria? Y en ese caso, ¿se manifestará también en el PJ y consumará la separación entre la derecha tradicional y los resabios izquierdistas que se hicieron notar en estos días?<br /><br />De lo que suceda en estos días dependerán los tres años y medio que restan del mandato presidencial en curso. El primer test electoral será el año que viene, pero el Congreso seguramente se erigirá en una muestra permanente del juego institucional que desembocará en las urnas.
<strong>Repercusión económica</strong><br />
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La más clara explicación de las consecuencias que este proceso ha traído en la producción agropecuaria aparece en el blog que el especialista Héctor Huergo publica en I-Eco, de Clarín.com.<br />
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Dice: "Pasemos por alto las falacias e inconsistencias técnicas que se escucharon en estos días para descalificar a un cultivo que se convirtió, de la noche a la mañana, en un botín indispensable. Sin contar el valor agregado por el crushing, la soja factura US$ 28.000 millones de dólares, cinco veces más que la que le sigue: el maíz.<br />
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"Pero el gobierno inventó que la soja es un problema. Cree que hay que desojizar. Diagnóstico: siente que por culpa de esta leguminosa nos estamos quedando sin los alimentos que consumimos. Falacia total, porque si bien la producción de soja se triplicó en doce años, la de todos los demás granos aumentó 50%. También estaba aumentando la de carne y leche, hasta que hace tres años empezaron las restricciones a la exportación y se produjo la debacle de estos segmentos de la actividad.<br />
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Para resolver el "problema soja", llegan las retenciones móviles. Que para hacerlas políticamente viables, vienen acompañadas por las compensaciones. Lo que quedó es un empaste que sólo provocará más sojización. Veamos.<br />
Primero, los diputados mandaron al Senado un proyecto que sólo establece compensaciones para soja y girasol. Nada para el maíz y el trigo, las alternativas al yuyo maldito. ¿Recuerdan cómo era originalmente la 125? Lo refrescamos: subía las retenciones para la soja del 35 al 45%, y bajaba las del maíz y el trigo un punto, con lo que quedaban en alrededor del 27%.<br />
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"Pero ahora tenemos un 48% para soja, y un 36% para maíz. Si por medio de las compensaciones, los pequeños quedaran con un nivel del 30% (como aseguraba el oficialismo en Diputados), la soja tendría menos retenciones que el maíz. Al revés de lo que hace falta, porque todo el mundo coincide en que hay que impulsar al maíz y al trigo.<br />
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"Los pequeños y medianos productores tienen una tendencia natural a la sojización. Más aún los contratistas, que explican buena parte de la producción. Esto es porque en la composición de su capital pesa decisivamente el equipamiento. En general no cuentan con mucha liquidez, no les gusta financiarse con los bancos y tienen crédito comercial limitado.<br />
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"Entonces, aplica sus recursos financieros a lo que le permite utilizar más su equipamiento. Con la plata que necesita para sembrar maíz, siembra tres veces más superficie de soja. A diferencia de la soja, el maíz requiere, sobre todo, una fuerte fertilización. Demanda en total 500 dólares por hectárea, contra 180 de la soja, sin contar el arrendamiento.<br />
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"Para colmo, las compensaciones por distancia también se circunscriben a la oleaginosa, que es la que menos problemas de flete tiene. La soja vale el doble que el maíz, y así el transporte pesa la mitad. Los productores chicos de NOA y NEA son los que están en zonas ambientalmente sensibles, y aquí se los está premiando".<br />
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Aunque no existe información fehaciente de lo que hará el gobierno con las medidas que modifican el impuesto a las ganancias a punto de anunciarse junto con las correspondientes a salario mínimo, asignaciones familiares y jubilaciones, se cree que la Casa Rosada aprovechará la oportunidad para "sancionar" al agro con la incorporación de unos 2.000 pooles de siembra a la tributación de ganancias, a la vez que apurará el proyecto de renta presunta en el Congreso.