El Congreso aprueba adelantar la hora. La UIA insta a mayor participación ciudadana
Pese a las dificultades de retorno a Buenos Aires de la mayoría del oficialismo, estaba asegurada la sanción de la ley que adelanta 60 minutos la hora oficial. La UIA pretende que se desaliente la demanda de energía.
Mientras ambas cámaras legislativas adherían al proyecto de adelantar
una hora el uso horario oficial en todo el país para ahorrar energía,
la cúpula de la Unión Industrial Argentina, que concurrió
a visitar al ministro de Economía, Martín Lousteau, le advirtió
que sin la participación de la ciudadanía no se asegurará
el efecto buscado.
“La energía seguramente seguirá siendo un bien escaso en
función de lo que hemos crecido. Suponemos que sería importante
encontrar una fórmula donde la sociedad participe para ver cómo
resolvemos el tema de este bien escaso”, previno el titular de la UIA,
Juan Carlos Lascurain al titular del Palacio de Hacienda.
El cambio de huso horario es una parte esencial del programa nacional de uso
Racional y Eficiente de la Energía (Pronuree), que la semana pasada anunció
Cristina Kirchner. Otros puntos son el incentivo a la compra de lámparas
de bajo consumo, un esquema de ahorro para el sector público y la extensión
del programa de identificación de electrodomésticos, que el jefe
de Gabinete financiará con transferencias amparadas en los superpoderes.
El proyecto de ley remitido al Congreso el viernes pasado sólo establece
la hora oficial con husos horarios diferenciados para los períodos invernal
y estival (tres horas y dos horas al oeste del meridiano de Greenwich respectivamente),
que por esta vez comenzará antes de finalizar el año, pero que
habitualmente será entre octubre y marzo. Las fechas serán otro
superpoder que requiere el Poder Ejecutivo del Legislativo.
Los diputados y senadores del oficialismo fueron convocados por Cristina el
miércoles pasado, cuando les avisó por teléfono que necesitaba
las Cámaras funcionando hoy “para aprobar un proyecto muy importante”.
El llamado sorprendió a los senadores y diputados en viaje hacia sus
provincias para estar en Navidad con sus familias, por lo que no tenían
reservas para volver ayer (miércoles 26) a Buenos Aires y regresar hoy
(jueves 27) por el Año Nuevo y se les complicó el cumplimiento
del pedido.
De todos modos, ayer a la mañana el jefe del bloque oficialista en el
Senado, Miguel Angel Pichetto (Río Negro), y su par de Diputados, Agustín
Rossi (Santa Fe), transmitieron tranquilidad a Cristina de Kirchner en el sentido
de que ya contarían con el número suficiente de legisladores como
para que la iniciativa fuera aprobada en el día de ayer, en ambas cámaras.
En el gobierno esperaban que la ley de huso horario se apruebe en tiempo récord,
el mismo día, en las dos Cámaras.
Como el proyecto ingresó por el Senado, el oficialismo de la Cámara
alta confiaba en conseguir su tratamiento sobre tablas con los dos tercios de
los legisladores presentes y girarlo inmediatamente después a la Cámara
de Diputados, para lograr entonces su sanción definitiva.
La necesidad de conseguir los dos tercios en ambas Cámaras se debe a
que el proyecto no tiene dictamen de comisión y necesita reunir quórum
y sancionarlo con sus propios legisladores, ya que la oposición anticipó
que no prestará número para debatir la iniciativa en el recinto.
Sin demasiada voluntad de ayudar al oficialismo, que cuenta con abrumadora
mayoría, desde la UCR anunciaron presencia simbólica: sólo
el jefe del bloque, Ernesto Sanz (UCR-Mendoza), y el pampeano Juan Carlos Marino
se hicieron presentes en la sesión. “Por el quórum que se
preocupen ellos”, se quejaron desde el bloque radical.
Con la UIA
La expectativa en ver “cómo se desarrolla el acuerdo social”
convocó a los máximos directivos de la UIA al despacho de Martín
Lousteau. El titular de la entidad gremial empresaria, Juan Carlos Lascurain,
anticipó que dialogarán sobre la creación de una banca
de desarrollo que otorgue financiamiento de largo plazo.
Precisamente, Lousteau no es de esa idea, ya que preferiría subsidiar
la tasa de interés de cualquier banco que preste en ciertas condiciones
antes que crear o reformar un banco del Estado para que lidere la operatoria,
aunque cree que esa banca estimulará la inversión en capital fijo.
Pero la cúpula fabril portó a su vez dos preocupaciones que desvelan
a sus afiliados: la inflación y la cuestión energética.
La UIA avaló el plan de uso racional de la energía que el gobierno
lanzó el viernes, porque según Lascurain “el año
cierra con una actividad industrial importante. Creemos también que el
año próximo va a tener una proyección de crecimiento de
7 puntos o más. Desde ese punto de vista, vemos bien la situación
actual”.
Respecto de la cuestión salarial, Lascurian aseguró que hasta
ahora ha habido algunas solicitudes a fin de año que están en
discusión y que en algunos casos ya fueron resueltas. Y destacó
la importancia de que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, continúe
al frente porque “conoce todas las mecánicas de las relaciones
entre empleadores y trabajadores”.
Mientras ambas cámaras legislativas adherían al proyecto de adelantar
una hora el uso horario oficial en todo el país para ahorrar energía,
la cúpula de la Unión Industrial Argentina, que concurrió
a visitar al ministro de Economía, Martín Lousteau, le advirtió
que sin la participación de la ciudadanía no se asegurará
el efecto buscado.
“La energía seguramente seguirá siendo un bien escaso en
función de lo que hemos crecido. Suponemos que sería importante
encontrar una fórmula donde la sociedad participe para ver cómo
resolvemos el tema de este bien escaso”, previno el titular de la UIA,
Juan Carlos Lascurain al titular del Palacio de Hacienda.
El cambio de huso horario es una parte esencial del programa nacional de uso
Racional y Eficiente de la Energía (Pronuree), que la semana pasada anunció
Cristina Kirchner. Otros puntos son el incentivo a la compra de lámparas
de bajo consumo, un esquema de ahorro para el sector público y la extensión
del programa de identificación de electrodomésticos, que el jefe
de Gabinete financiará con transferencias amparadas en los superpoderes.
El proyecto de ley remitido al Congreso el viernes pasado sólo establece
la hora oficial con husos horarios diferenciados para los períodos invernal
y estival (tres horas y dos horas al oeste del meridiano de Greenwich respectivamente),
que por esta vez comenzará antes de finalizar el año, pero que
habitualmente será entre octubre y marzo. Las fechas serán otro
superpoder que requiere el Poder Ejecutivo del Legislativo.
Los diputados y senadores del oficialismo fueron convocados por Cristina el
miércoles pasado, cuando les avisó por teléfono que necesitaba
las Cámaras funcionando hoy “para aprobar un proyecto muy importante”.
El llamado sorprendió a los senadores y diputados en viaje hacia sus
provincias para estar en Navidad con sus familias, por lo que no tenían
reservas para volver ayer (miércoles 26) a Buenos Aires y regresar hoy
(jueves 27) por el Año Nuevo y se les complicó el cumplimiento
del pedido.
De todos modos, ayer a la mañana el jefe del bloque oficialista en el
Senado, Miguel Angel Pichetto (Río Negro), y su par de Diputados, Agustín
Rossi (Santa Fe), transmitieron tranquilidad a Cristina de Kirchner en el sentido
de que ya contarían con el número suficiente de legisladores como
para que la iniciativa fuera aprobada en el día de ayer, en ambas cámaras.
En el gobierno esperaban que la ley de huso horario se apruebe en tiempo récord,
el mismo día, en las dos Cámaras.
Como el proyecto ingresó por el Senado, el oficialismo de la Cámara
alta confiaba en conseguir su tratamiento sobre tablas con los dos tercios de
los legisladores presentes y girarlo inmediatamente después a la Cámara
de Diputados, para lograr entonces su sanción definitiva.
La necesidad de conseguir los dos tercios en ambas Cámaras se debe a
que el proyecto no tiene dictamen de comisión y necesita reunir quórum
y sancionarlo con sus propios legisladores, ya que la oposición anticipó
que no prestará número para debatir la iniciativa en el recinto.
Sin demasiada voluntad de ayudar al oficialismo, que cuenta con abrumadora
mayoría, desde la UCR anunciaron presencia simbólica: sólo
el jefe del bloque, Ernesto Sanz (UCR-Mendoza), y el pampeano Juan Carlos Marino
se hicieron presentes en la sesión. “Por el quórum que se
preocupen ellos”, se quejaron desde el bloque radical.
Con la UIA
La expectativa en ver “cómo se desarrolla el acuerdo social”
convocó a los máximos directivos de la UIA al despacho de Martín
Lousteau. El titular de la entidad gremial empresaria, Juan Carlos Lascurain,
anticipó que dialogarán sobre la creación de una banca
de desarrollo que otorgue financiamiento de largo plazo.
Precisamente, Lousteau no es de esa idea, ya que preferiría subsidiar
la tasa de interés de cualquier banco que preste en ciertas condiciones
antes que crear o reformar un banco del Estado para que lidere la operatoria,
aunque cree que esa banca estimulará la inversión en capital fijo.
Pero la cúpula fabril portó a su vez dos preocupaciones que desvelan
a sus afiliados: la inflación y la cuestión energética.
La UIA avaló el plan de uso racional de la energía que el gobierno
lanzó el viernes, porque según Lascurain “el año
cierra con una actividad industrial importante. Creemos también que el
año próximo va a tener una proyección de crecimiento de
7 puntos o más. Desde ese punto de vista, vemos bien la situación
actual”.
Respecto de la cuestión salarial, Lascurian aseguró que hasta
ahora ha habido algunas solicitudes a fin de año que están en
discusión y que en algunos casos ya fueron resueltas. Y destacó
la importancia de que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, continúe
al frente porque “conoce todas las mecánicas de las relaciones
entre empleadores y trabajadores”.
