En ese sentido el Banco Mundial
insistiría en que la Argentina diseñe un registro único de
beneficiarios de planes sociales, con el fin de evitar el uso
discrecional del dinero.
Meses atrás, el BID señaló que el gasto social en la Argentina
se ha caracterizado por “la fragmentación y la descoordinación, lo
que se ha traducido en programas de alto costo operativo y
superposición de funciones”.
También el FMI brindó su opinión sobre los programas sociales
argentinos: “en muchas instancias, la distribución de beneficios
está sujeta a influencias políticas de los gobiernos”, se quejó la
entidad en un informe fechado en abril último.
Para el segundo semestre de 2003, el BID tiene previsto girar
mil millones de dólares para asistencia social, y otros 500
millones provendrían del Banco Mundial, con el mismo fin.
En ese sentido el Banco Mundial
insistiría en que la Argentina diseñe un registro único de
beneficiarios de planes sociales, con el fin de evitar el uso
discrecional del dinero.
Meses atrás, el BID señaló que el gasto social en la Argentina
se ha caracterizado por “la fragmentación y la descoordinación, lo
que se ha traducido en programas de alto costo operativo y
superposición de funciones”.
También el FMI brindó su opinión sobre los programas sociales
argentinos: “en muchas instancias, la distribución de beneficios
está sujeta a influencias políticas de los gobiernos”, se quejó la
entidad en un informe fechado en abril último.
Para el segundo semestre de 2003, el BID tiene previsto girar
mil millones de dólares para asistencia social, y otros 500
millones provendrían del Banco Mundial, con el mismo fin.