El ALCA entrará en vigencia en diciembre de 2005

Los representantes de los 34 países de América fijaron un cronograma que prevé el cierre de las negociaciones para enero de ese año, luego cada uno deberá someter esas cláusulas a la aprobación parlamentaria, que debería estar lista en diciembre.

8 abril, 2001

(EFE).- Al cabo de 36 meses de complicadas negociaciones, los 34 países del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) acordaron en Buenos Aires el calendario para crear el mayor bloque comercial del mundo, del que fue excluida Cuba.

Todos los documentos de esta nueva etapa de negociaciones serán públicos dentro de una política de “transparencia”, el otro rasgo destacado de la reunión de ministros de Comercio de los países del ALCA que concluyó anoche en la capital argentina.

Brasil, el país que más reparos puso a acelerar el proceso del ALCA, se fue de esta reunión satisfecho por los resultados obtenidos, declaró su canciller, Celso Lafer.

En este sentido, destacó que el calendario acordado responde a la posición que mantuvo el Mercosur (la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y que la política de “transparencia” era especialmente defendida por los brasileños.

En Buenos Aires se resolvió que las negociaciones deberán concluir en enero de 2005 para que el ALCA se ponga en marcha en diciembre de ese año, cuando se prevé que el acuerdo ya esté ratificado por los parlamentos de todos los países involucrados.

Los métodos y procedimientos de negociación para los asuntos más complicados deberán estar listos el 1 de abril de 2002, de modo que el 15 de mayo de ese mismo año comiencen las rondas formales de conversaciones para alcanzar un acuerdo.

Estas fechas fijan los plazos para definir los productos y servicios que se comerciarán libremente, las condiciones de acceso a los mercados, la eliminación de subsidios de todo tipo y de las barreras no aduaneras, entre otras cuestiones de difícil negociación.

Además, se deberán fijar las fechas de reducción gradual de las barreras aduaneras y el tiempo que se tardará en liberar el comercio por completo desde Alaska hasta Tierra del Fuego, como propuso formalmente Estados Unidos al ser el anfitrión de la I Cumbre de las Américas, celebrada en 1994 en Miami.

El ALCA supone construir la mayor zona de libre comercio del mundo, con un mercado de casi 800 millones de personas y un Producto Bruto Interno de US$ 11,5 billones (millones de millones), lo que equivale a 40% del total mundial.

Todos los documentos del proceso de negociación serán públicos a partir de la III Cumbre de las Américas, entre el 20 y el 22 de abril próximo en Quebec (Canadá), donde se prevé ratificar lo acordado en Buenos Aires.

“La sociedad civil tendrá libre acceso a todo y podrá saber qué es lo que está en juego con el ALCA”, destacó Lafer, quien subrayó que el gobierno brasileño tenía un especial interés en que la población “tenga tiempo para mirar y analizar” lo que se discute.

El canciller argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini, destacó que su país fue otro de los que defendió la “transparencia” frente a otros que se inclinaban por mantener en reserva los pormenores de las negociaciones.

“Hay procesos políticos que deben madurar para dar resultados”, comentó en alusión a las resistencias que hubo que vencer para que todos estén de acuerdo en que “si no hay nada que ocultar no hay motivos para no mostrar en qué estamos trabajando”.

Rodríguez Giavarini puso de relieve que las deliberaciones de Buenos Aires, que fueron precedidas por cinco días de negociaciones preparatorias encomendadas a los viceministros y técnicos, dieron sus frutos porque “hubo flexibilidad” en las posiciones de los países, lo que demuestra el compromiso de llevar adelante el ALCA.

La Argentina traspasó a Ecuador la presidencia del Comité de Negociaciones Comerciales, que el país andino mantendrá por los próximos 18 meses.

El canciller de Ecuador, Heinz Moeller, sostuvo que es “esencial” darle al ALCA “una base popular y social” para sostener las “batallas” que hay por delante, “como los subsidios agrícolas y la desgravación arancelaria”.

Moeller subrayó que “la comunicación va a ser fluida y permanente” hacia las empresas, sindicatos y organizaciones no gubernamentales que reclaman una mayor participación desde que se puso en marcha el proyecto, en la II Cumbre de las Américas celebrada en Santiago de Chile en abril de 1998.

Para resolver los interrogantes como qué ocurrirá si hay países cuyos parlamentos no ratifican a tiempo el acuerdo del ALCA, se decidió crear un Comité Técnico de Asuntos Institucionales.

(EFE).- Al cabo de 36 meses de complicadas negociaciones, los 34 países del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) acordaron en Buenos Aires el calendario para crear el mayor bloque comercial del mundo, del que fue excluida Cuba.

Todos los documentos de esta nueva etapa de negociaciones serán públicos dentro de una política de “transparencia”, el otro rasgo destacado de la reunión de ministros de Comercio de los países del ALCA que concluyó anoche en la capital argentina.

Brasil, el país que más reparos puso a acelerar el proceso del ALCA, se fue de esta reunión satisfecho por los resultados obtenidos, declaró su canciller, Celso Lafer.

En este sentido, destacó que el calendario acordado responde a la posición que mantuvo el Mercosur (la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y que la política de “transparencia” era especialmente defendida por los brasileños.

En Buenos Aires se resolvió que las negociaciones deberán concluir en enero de 2005 para que el ALCA se ponga en marcha en diciembre de ese año, cuando se prevé que el acuerdo ya esté ratificado por los parlamentos de todos los países involucrados.

Los métodos y procedimientos de negociación para los asuntos más complicados deberán estar listos el 1 de abril de 2002, de modo que el 15 de mayo de ese mismo año comiencen las rondas formales de conversaciones para alcanzar un acuerdo.

Estas fechas fijan los plazos para definir los productos y servicios que se comerciarán libremente, las condiciones de acceso a los mercados, la eliminación de subsidios de todo tipo y de las barreras no aduaneras, entre otras cuestiones de difícil negociación.

Además, se deberán fijar las fechas de reducción gradual de las barreras aduaneras y el tiempo que se tardará en liberar el comercio por completo desde Alaska hasta Tierra del Fuego, como propuso formalmente Estados Unidos al ser el anfitrión de la I Cumbre de las Américas, celebrada en 1994 en Miami.

El ALCA supone construir la mayor zona de libre comercio del mundo, con un mercado de casi 800 millones de personas y un Producto Bruto Interno de US$ 11,5 billones (millones de millones), lo que equivale a 40% del total mundial.

Todos los documentos del proceso de negociación serán públicos a partir de la III Cumbre de las Américas, entre el 20 y el 22 de abril próximo en Quebec (Canadá), donde se prevé ratificar lo acordado en Buenos Aires.

“La sociedad civil tendrá libre acceso a todo y podrá saber qué es lo que está en juego con el ALCA”, destacó Lafer, quien subrayó que el gobierno brasileño tenía un especial interés en que la población “tenga tiempo para mirar y analizar” lo que se discute.

El canciller argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini, destacó que su país fue otro de los que defendió la “transparencia” frente a otros que se inclinaban por mantener en reserva los pormenores de las negociaciones.

“Hay procesos políticos que deben madurar para dar resultados”, comentó en alusión a las resistencias que hubo que vencer para que todos estén de acuerdo en que “si no hay nada que ocultar no hay motivos para no mostrar en qué estamos trabajando”.

Rodríguez Giavarini puso de relieve que las deliberaciones de Buenos Aires, que fueron precedidas por cinco días de negociaciones preparatorias encomendadas a los viceministros y técnicos, dieron sus frutos porque “hubo flexibilidad” en las posiciones de los países, lo que demuestra el compromiso de llevar adelante el ALCA.

La Argentina traspasó a Ecuador la presidencia del Comité de Negociaciones Comerciales, que el país andino mantendrá por los próximos 18 meses.

El canciller de Ecuador, Heinz Moeller, sostuvo que es “esencial” darle al ALCA “una base popular y social” para sostener las “batallas” que hay por delante, “como los subsidios agrícolas y la desgravación arancelaria”.

Moeller subrayó que “la comunicación va a ser fluida y permanente” hacia las empresas, sindicatos y organizaciones no gubernamentales que reclaman una mayor participación desde que se puso en marcha el proyecto, en la II Cumbre de las Américas celebrada en Santiago de Chile en abril de 1998.

Para resolver los interrogantes como qué ocurrirá si hay países cuyos parlamentos no ratifican a tiempo el acuerdo del ALCA, se decidió crear un Comité Técnico de Asuntos Institucionales.

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