Economistas aconsejaron devaluar
Ciertos profesionales opositores al Gobierno volvieron a agitar el fantasma de la caída del peso. Fuertes críticas a la gestión De la Rúa.
En las últimas horas recrudecieron las declaraciones de diversos economistas enrolados en corrientes opuestas al Gobierno quienes recomendaron cambiar la convertibilidad por un canasta de monedas o, abiertamente, devaluar el peso.
Todas estas opiniones dadas a conocer por medios de prensa, alimenta el nerviosismo de inversores y operadores (ver “Nueva suba del riesgo país”).
El economista Carlos Rodríguez, director del Cema, sostuvo que la Argentina está “al borde del precipicio” y culpó por esta situación al presidente Fernando De la Rúa, a quien criticó porque “no muestra liderazgo y no sabe dónde está parado”.
Por otra parte, el economista Eduardo Curia criticó hoy al Gobierno por “haber montado una campaña promocional del blindaje”; el economista admitió que ese financiamiento evitó el riesgo de cesación de pagos, pero aseguró que actualmente “no hay perspectivas de reactivación”.
Curia volvió a pronunciarse a favor de una “salida ordenada” del sistema de convertibilidad vigente; “Estoy hablando de un cambio global de política cuyo eje es el ajuste cambiario—reiteró Curia— quien afirmó que si el pasaje se hace precisión ,técnica y conciencia política, el cambio será “doloroso pero encausable”.
Eduardo Basualdo, de la Universidad Nacional de Quilmes/Flacso/Idep, asegura que ante la eventual modificación de la paridad, provocaría entre los conglomerados extranjeros y las empresas transnacionales que adquirieron activos fijos una pérdida de capital equivalente a la proporción en que se devaluaría el peso.
Para los grupos económicos locales y todos los que venden esos activos, a su vez, implicaría un incremento muy significativo de sus activos financieros dolarizados, que en una proporción mayorista se encuentran invertidos en el exterior.
El economista jefe para América latina de Lehman Brothers, Joaquín Cottani, sugirió que la Argentina debe hacer una devaluación encubierta atando el peso a una canasta de monedas que incluiría, además del dólar, al euro y el real brasileño.
En las últimas horas recrudecieron las declaraciones de diversos economistas enrolados en corrientes opuestas al Gobierno quienes recomendaron cambiar la convertibilidad por un canasta de monedas o, abiertamente, devaluar el peso.
Todas estas opiniones dadas a conocer por medios de prensa, alimenta el nerviosismo de inversores y operadores (ver “Nueva suba del riesgo país”).
El economista Carlos Rodríguez, director del Cema, sostuvo que la Argentina está “al borde del precipicio” y culpó por esta situación al presidente Fernando De la Rúa, a quien criticó porque “no muestra liderazgo y no sabe dónde está parado”.
Por otra parte, el economista Eduardo Curia criticó hoy al Gobierno por “haber montado una campaña promocional del blindaje”; el economista admitió que ese financiamiento evitó el riesgo de cesación de pagos, pero aseguró que actualmente “no hay perspectivas de reactivación”.
Curia volvió a pronunciarse a favor de una “salida ordenada” del sistema de convertibilidad vigente; “Estoy hablando de un cambio global de política cuyo eje es el ajuste cambiario—reiteró Curia— quien afirmó que si el pasaje se hace precisión ,técnica y conciencia política, el cambio será “doloroso pero encausable”.
Eduardo Basualdo, de la Universidad Nacional de Quilmes/Flacso/Idep, asegura que ante la eventual modificación de la paridad, provocaría entre los conglomerados extranjeros y las empresas transnacionales que adquirieron activos fijos una pérdida de capital equivalente a la proporción en que se devaluaría el peso.
Para los grupos económicos locales y todos los que venden esos activos, a su vez, implicaría un incremento muy significativo de sus activos financieros dolarizados, que en una proporción mayorista se encuentran invertidos en el exterior.
El economista jefe para América latina de Lehman Brothers, Joaquín Cottani, sugirió que la Argentina debe hacer una devaluación encubierta atando el peso a una canasta de monedas que incluiría, además del dólar, al euro y el real brasileño.
