El FMI mira con cautela a la Argentina

Durante un seminario se discutió sobre el carácter de la crisis que atraviesa el país. Michael Gavin prevé un crecimiento 3 a 4% en 2001. Vicens desmintió la existencia de un plan de salvataje financiero.

27 octubre, 2000

En un seminario que organiza el Banco Interamericano de Desarrollo, los especialistas reunidos se dividieron entre aquellos que plantearon que la Argentina sufre una “mini” crisis, puntual y fácilmente superable, y quienes consideraron que el “problema es más de fondo”.

El debate, al que hoy se sumará el secretario de Finanzas, Daniel Marx, contó con la participación de importantes funcionarios y analistas de toda América latina.

La gira de Marx por Washington también incluirá reuniones con directivos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.

En el organismo auditor persiste cierta cautela ante la actual situación argentina.

De este modo, el staff del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, que dirige el argentino Claudio Loser, terminó de revisar en detalle las medidas lanzadas por el Gobierno el lunes y la conclusión del análisis fue “positiva”.

En tanto, el FMI observa cómo se reacomoda el tablero político luego de la renuncia de Carlos Alvarez, seguido por los acercamientos entre el Gobierno y el ex ministro Domingo Cavallo, que permitieron destrabar la aprobación del presupuesto en Diputados y, al menos ayer (jueves 26), provocaron un claro alivio para la Argentina en los mercados.

El experto de UBS, Warburg Michael Gavin, se alineó del lado de los menos pesimistas, a pesar de que días atrás dijo que la Argentina necesitaría un gran paquete de asistencia financiera externa para superar los temores de cesación en el pago de los intereses de su deuda.

Gavin sostuvo que la economía nacional crecerá entre 3 y 4% el año próximo, en sintonía con las predicciones oficiales.

Mientras Marx llega a Washington, se deslizaron versiones que señalaban que se negociaría un paquete de salvataje para la Argentina.

Una de esas versiones fue distribuida por una agencia de noticias, que informó que el Tesoro de Estados Unidos le otorgaría a la Argentina US$ 3.000 millones; los bancos comerciales estadounidenses, US$ 6.000 millones adicionales, y otros US$ 6.000 millones provendrían de los organismos multilaterales como el FMI, el BID y el Banco Mundial.

Sin embargo el secretario de Hacienda, Mario Vicens, desmintió esa versión y aseguró que “nunca se habló” de un plan de salvataje financiero.

“La Argentina tiene a su disposición US$ 2.000 millones que puede obtener, si lo desea, en menos de 24 horas –explicó el vocero del FMI para América latina, Francisco Baker–. Esos fondos son parte del acuerdo que el país firmó con el FMI por US$ 7.400 millones a modo de prevención, y que todavía no ha tocado”.
Además, el vocero sostuvo que, en los últimos cuatro meses, la Argentina dio señales de que habrá una reactivación económica y que el FMI sostiene que no hay motivo de alarma.

En un seminario que organiza el Banco Interamericano de Desarrollo, los especialistas reunidos se dividieron entre aquellos que plantearon que la Argentina sufre una “mini” crisis, puntual y fácilmente superable, y quienes consideraron que el “problema es más de fondo”.

El debate, al que hoy se sumará el secretario de Finanzas, Daniel Marx, contó con la participación de importantes funcionarios y analistas de toda América latina.

La gira de Marx por Washington también incluirá reuniones con directivos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.

En el organismo auditor persiste cierta cautela ante la actual situación argentina.

De este modo, el staff del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, que dirige el argentino Claudio Loser, terminó de revisar en detalle las medidas lanzadas por el Gobierno el lunes y la conclusión del análisis fue “positiva”.

En tanto, el FMI observa cómo se reacomoda el tablero político luego de la renuncia de Carlos Alvarez, seguido por los acercamientos entre el Gobierno y el ex ministro Domingo Cavallo, que permitieron destrabar la aprobación del presupuesto en Diputados y, al menos ayer (jueves 26), provocaron un claro alivio para la Argentina en los mercados.

El experto de UBS, Warburg Michael Gavin, se alineó del lado de los menos pesimistas, a pesar de que días atrás dijo que la Argentina necesitaría un gran paquete de asistencia financiera externa para superar los temores de cesación en el pago de los intereses de su deuda.

Gavin sostuvo que la economía nacional crecerá entre 3 y 4% el año próximo, en sintonía con las predicciones oficiales.

Mientras Marx llega a Washington, se deslizaron versiones que señalaban que se negociaría un paquete de salvataje para la Argentina.

Una de esas versiones fue distribuida por una agencia de noticias, que informó que el Tesoro de Estados Unidos le otorgaría a la Argentina US$ 3.000 millones; los bancos comerciales estadounidenses, US$ 6.000 millones adicionales, y otros US$ 6.000 millones provendrían de los organismos multilaterales como el FMI, el BID y el Banco Mundial.

Sin embargo el secretario de Hacienda, Mario Vicens, desmintió esa versión y aseguró que “nunca se habló” de un plan de salvataje financiero.

“La Argentina tiene a su disposición US$ 2.000 millones que puede obtener, si lo desea, en menos de 24 horas –explicó el vocero del FMI para América latina, Francisco Baker–. Esos fondos son parte del acuerdo que el país firmó con el FMI por US$ 7.400 millones a modo de prevención, y que todavía no ha tocado”.
Además, el vocero sostuvo que, en los últimos cuatro meses, la Argentina dio señales de que habrá una reactivación económica y que el FMI sostiene que no hay motivo de alarma.

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